12.07.2015 Views

foucault-michel_el-poder-una-bestia-magnc3adfica-sobre-el-poder-la-prisic3b3n-y-la-vida

foucault-michel_el-poder-una-bestia-magnc3adfica-sobre-el-poder-la-prisic3b3n-y-la-vida

foucault-michel_el-poder-una-bestia-magnc3adfica-sobre-el-poder-la-prisic3b3n-y-la-vida

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

PODER Y SABER 6gse sabe de Ia locura, que se sabe de Ia enfermedad, que se sabe d<strong>el</strong>mundo, de Ia <strong>vida</strong>? Sin embargo, ahora no creo que mi problemafuera ese. El verdadero problema que me movia era uno que, porotra parte, es hoy <strong>el</strong> rroblema de todo <strong>el</strong> mundo, <strong>el</strong> d<strong>el</strong> <strong>poder</strong>. Meparece que hay que remitirse a los aiios sesenta, a lo que pasaba enesos momentos, digamos en 1955, porque comence a trabajar alrededorde ese aiio. En <strong>el</strong> fondo, habia dos grandes herencias hist6-ricas d<strong>el</strong> siglo XX que no se habian asimi<strong>la</strong>do y para <strong>la</strong>s cuales noexistian instrumentos de amilisis. Esas dos herencias negras eran <strong>el</strong>fascismo y <strong>el</strong> estalinismo. En efecto, <strong>el</strong> siglo XIX se habia topado,como problema fundamental, con <strong>el</strong> de Ia miseria, <strong>el</strong> de Ia explotaci6n econ6mica, <strong>el</strong> de Ia formaci6n de <strong>una</strong> riqueza, <strong>el</strong> d<strong>el</strong> capitalbasado en Ia miseria de los mismos que producian Ia riqueza. Eseenorme escandalo habia suscitado Ia reflexi6n de los economistas,de los historiadores que habian procurado resolverlo, justificarlode Ia inejor manera posible, yen <strong>el</strong> nucleo de todo eso estaba <strong>el</strong>marxismo. Creo que, al menos en Europa Occidental -quiza tambienen <strong>el</strong> Jap6n-, es decir en los paises desarrol<strong>la</strong>dos, industrialmentedesarrol<strong>la</strong>dos, lo que se p<strong>la</strong>nteaba no era tanto <strong>el</strong> problemade Ia mise _ria como <strong>el</strong> d<strong>el</strong> exceso de <strong>poder</strong>. Tuvimos regimenes oracapitalistas, como sucedia con <strong>el</strong> fascismo, ora socialistas o que sedecian socialistas, como sucedia con <strong>el</strong> estalinismo, en los cuales <strong>el</strong>exceso de <strong>poder</strong> d<strong>el</strong> aparato de Estado, de Ia burocracia, pero yodiria ·asimismo de los individuos unos <strong>sobre</strong> otros, constituia algoabsolutamente rep<strong>el</strong>ente, tan rep<strong>el</strong>ente como Ia miseria en <strong>el</strong> sigloXIX. Los campos de concentraci6n que conocimos en todos esospaises fueron para <strong>el</strong> siglo XX lo que <strong>la</strong>s famosas ciudades obreras,los famosos tugurios obreros, Ia famosa mortalidad obrera, eranpara los contemporaneos de Marx. Ahora bien, en los instrumentosconceptuales y te6ricos que teniamos en mente nada nos permitiacaptar con c<strong>la</strong>ridad <strong>el</strong> problema d<strong>el</strong> <strong>poder</strong>, porque <strong>el</strong> sigloXIX, que nos habia legado esos instrumentos, solo lo habia percibidoa traves de los esquemas econ6micos. El siglo XIX nos habiaprometido que, <strong>el</strong> dia que se resolvieran los problemas econ6micos,quedarian resu<strong>el</strong>tos todos los efectos complementarios de un<strong>poder</strong> excesivo. Todos los efectos complementarios de un <strong>poder</strong>excesivo quedarian resu<strong>el</strong>tos. El siglo XX descubri6 lo contrario:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!