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foucault-michel_el-poder-una-bestia-magnc3adfica-sobre-el-poder-la-prisic3b3n-y-la-vida

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EL INTELECTUAL Y LOS PODERES 161-Con frecuencia, los interesados sienten que esas preguntas son otrastantas agresiones. J Qui efecto util conservan, entonces ?-No es culpa mfa ( o tal vez lo es en determinados niv<strong>el</strong>es, encuyo caso me alegra que asf sea) que los psiquiatras hayan sentido<strong>el</strong> libro, lo hayan vivido verdaderamente como un ataque contra<strong>el</strong>los. Conocf no pocas veces a psiquiatras que, al hab<strong>la</strong>rme de milibro, tenfan los nervios tan a flor de pi<strong>el</strong> que, de manera muysignificativa, lo calificaban -y en cierto sentido esto era bastantevindicador para mf, demasiado vindicador- de "<strong>el</strong>ogio de Ia locura".Cuando decfan "<strong>el</strong>ogio de Ia locura", no digo para nada queme tomaran por Erasmo, no habfa raz6n alg<strong>una</strong> para <strong>el</strong>lo. En realidad,lo tomaban como <strong>una</strong> especie de <strong>el</strong>ecci6n en favor de loslocos y contra <strong>el</strong>los, cosa que no era de ning<strong>una</strong> manera.D<strong>el</strong> mismo modo, <strong>el</strong> libro <strong>sobre</strong> <strong>la</strong>s prisiones llega basta 1840, ya menudo me dicen: ese libro constituye <strong>una</strong> acusaci6n tal contra<strong>el</strong> sistema penitenciario que despues de haberlo lefdo uno ya nosabe que hacer. A decir verdad, no constituye <strong>una</strong> acusaci6n. Miinteres radica simplemente en decir a los psiquiatras o al personalpenitenciario: "Son capaces de soportar su propia historia?Dada esta historia y dado lo que <strong>el</strong><strong>la</strong> rev<strong>el</strong>a en lo concernienteal esquema de racionalidad, <strong>el</strong> tipo de evidencia, los postu<strong>la</strong>dos,etc., ahora les toca jugar a ustedes". Y lo que me gustarfa es queme dijeran: "Venga a trabajar con nosotros ...", en vez de escuchara Ia gente, como a veces sucede, decirme: "Usted nos impide trabajar".Pero no, yo no les impido trabajar. Les hago <strong>una</strong> serie depreguntas. Tratemos ahora,juntos, de <strong>el</strong>aborar nuevos modos decrftica, nuevos modos de cuestionamiento; intentemos otra cosa.Esa es, pues, mi r<strong>el</strong>aci6n con Ia teorfa y Ia pnictica.-Ahora, tenemos <strong>la</strong> otra vertiente de <strong>la</strong> cuesti6n r<strong>el</strong>ativa a <strong>la</strong> funci6n d<strong>el</strong>int<strong>el</strong>ectual. Cuando usted hace ese trabajo comienza un analisis que no seha hecho, es decir que pone en t<strong>el</strong>a de juicio <strong>el</strong> <strong>poder</strong> politico dentro de <strong>una</strong>sociedad, en <strong>la</strong> que muestra que su funcionamiento no tiene toda <strong>la</strong> legitimidadque ese <strong>poder</strong> se arroga. Por mi parte, para esquematizar un poco<strong>la</strong> manera como lo percibo, me parece que en lo que se refiere al analisis deLa locura, como al de <strong>la</strong> prisi6n y como al d<strong>el</strong> <strong>poder</strong> en <strong>el</strong> primer volumen

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