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2 2 2 MANUAL DE DISEN O EDITORIALEl español ha visto muchos siglos <strong>de</strong> <strong>de</strong>bates entre reformistas y tradicionalistas.La Aca<strong>de</strong>mia, con sus períodos intermitentes <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnidady estancamiento, ha ido haciendo su lucha por adaptar la lengua a las exigencias<strong>de</strong> un grupo enorme y heterogéneo <strong>de</strong> usuarios. Hace pocos años<strong>de</strong>cretó un nuevo or<strong>de</strong>namiento para las letras ch y 11, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cuartaedición <strong>de</strong>l Diccionario <strong>de</strong> la lengua española (1803), aparecían <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>cu- y lu-, respectivamente. En 1993, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muchos años <strong>de</strong> gestionesy discursos encendidos, se <strong>de</strong>cidió volver al or<strong>de</strong>n anterior, por consi<strong>de</strong>rarsemás conveniente para la vida mo<strong>de</strong>rna.La Aca<strong>de</strong>mia fue revolucionaria entonces [1803] y, en plena tarea <strong>de</strong>a<strong>de</strong>cuación ortográfica a la realidad fonológica, este reconocimiento a lasingularidad fónica <strong>de</strong> ambos dígrafos era toda una afirmación <strong>de</strong> sus propósitosinnovadores. Pero, como las <strong>de</strong>más lenguas con alfabeto latinoy dígrafos <strong>de</strong> valor monofonemático no siguieron el ejemplo español, alfinal hemos quedado con una or<strong>de</strong>nación alfabética anómala, que empiezaa crearnos bastantes problemas en el mundo don<strong>de</strong> las relaciones internacionalesson cada vez más fluidas y el intercambio <strong>de</strong> informacióncon~tante.'~A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l frenesí por las esdrújulas -que a lo largo <strong>de</strong> la historia hanexhibido nuestros gramáticos-, el párrafo anterior da cuenta <strong>de</strong> lasdificulta<strong>de</strong>s que enfrentamos los hispanos para el reconocimiento internacional<strong>de</strong> nuestras letras. Ya hemos renunciado, acertadamente, a or<strong>de</strong>narcomo letras individuales la ch y la 11, pero nos mantendremostercos durante algunos siglos -supongo y espero- con la ñ, que, paraempezar, es una <strong>de</strong> las seis letras <strong>de</strong> España. Contra ella ha pujado la ComunidadEconómica Europea «a causa <strong>de</strong> la prohibición, establecida en1986 por [el gobierno <strong>de</strong> España], <strong>de</strong> importar y comercializar [...] or<strong>de</strong>,nadores cuyos teclados careciesen <strong>de</strong> ñ o fueran incapaces <strong>de</strong> reproducir.la en sus pantallas o <strong>de</strong> imprimirla en sus correspondientes impresorasLos que cuestionaban la existencia <strong>de</strong> la eñe como letra in<strong>de</strong>pendiente noeran lingüistas ni filólogos, eran los fabricantes europeos <strong>de</strong> tales artilugios.))7574S ALVAD O R, Gregorio, Y LODA R E S , JuanR.: Historia<strong>de</strong>lasletras, Madrid, Espasa, 1996, p. di,75 Ibf<strong>de</strong>rn, p. 148.Durante la segunda mitad <strong>de</strong> 1999, y rompiendo un ayuno <strong>de</strong> cuatrodécadas, la Aca<strong>de</strong>mia publicó una nueva Ortograjla <strong>de</strong> le lengua españolaque preten<strong>de</strong> ser ((verda<strong>de</strong>ramente panhispánica)). A los pocos días <strong>de</strong>que los libros estuvieron al alcance <strong>de</strong> los estudiosos, comenzaron a surgir,en los medios impresos y electrónicos, toda clase <strong>de</strong> protestas, reclamacionese inconformida<strong>de</strong>s por la nueva normativa; y, en algunos casos,por la fdta <strong>de</strong> normas. Es cierto que el nuevo cachorro ha venido al mundocon algunas <strong>de</strong>ficiencias, pero hay que reconocer que, con esta obra, lareal institución ha <strong>de</strong>mostrado que está empeñada en ser ecuménica.La ten<strong>de</strong>ncia mo<strong>de</strong>rna, <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> la popularidad <strong>de</strong> las computadoras,nos incIina cada vez más a reproducir los vocablos según la ortografíaque por origen les correspon<strong>de</strong>. Al menos, así está sucediendo enotras lenguas, como el inglés. El New I<strong>de</strong>al Webster's Dictionary (1978)consigna la palabra vicuña (con la alternativa Yicuna), así como las vocesnaive y naivetk. Asimismo, en diversas naciones ya se procura reproducirlos nombres propios, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lo posible, tal como se escriben en los países<strong>de</strong> que son originarios. Contamos con fuentes tipográficas muy completas,las cuales nos permiten escribir en su forma original casi cualquierpalabra que parta <strong>de</strong>l alfabeto latino. A<strong>de</strong>más, es posible incorporaren un mismo sistema muchos alfabetos; o diseñar uno nuevo, si hicierafalta.Con todo y el afán renovador <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia, el español ha conservadodurante siglos algunas formas que dificultan la ortografía: la equivalencia,fonética <strong>de</strong> los signos b y Y, así como <strong>de</strong> c, k y el dígrafo qu; lainutilidad <strong>de</strong> la q sin la u; la existencia <strong>de</strong> haches mudas, la secuencia za,ce, ci, zo, zu, y las funciones <strong>de</strong> vocal y consonante <strong>de</strong> la letra3 entre otrascosas. Durante un poco más <strong>de</strong> ochenta años, entre 1844~1927, en Chile yalgunas regiones <strong>de</strong> América Central y América <strong>de</strong>l Sur, se adoptaron lasreformas propuestas por Andrés Bello y otros. Aquellas modificacionespretendían ((simplificar i uniformar la ortografía en América)), suprimiendoambigüeda<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>scartando letras superfluas, como la h. Lo queha quedado <strong>de</strong>l español, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tantas idas yvenidas, es un batiburrillo<strong>de</strong> tradiciones y <strong>buen</strong>as intenciones. Lamentablemente, no se escribecomo se pronuncia, que tal ha sido la ban<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> muchos reformistas;17~0, en justicia, al compararse con otras lenguas mo<strong>de</strong>rnas, el española;ilc muy bien librado en cuanto a la coherencia entre el sonido y la reprexc-iilíici6iigr;tfic;i, ;i la par <strong>de</strong> otras como el italiano y el alemhn.

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