manual-de-disec3b1o-editorial-jorge-del-buen
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2. La película negativa es revelada y la imagen se imprime en unpapel fotosensible.3. De la impresión en papel se obtiene otro negativo, ahora con unacámara <strong>de</strong> fotolitografía.4. Con el nuevo negativo se expone la plancha metálica que habrá <strong>de</strong>insertarse en la galera.5. De la galera se obtiene la matriz <strong>de</strong> cartón plástico.6. Se fun<strong>de</strong> una liga <strong>de</strong> metales sobre esa matriz para producir elestereotipo.7. La prensa transporta la imagen <strong>de</strong>l estereotipo al papel.iQué subsiste <strong>de</strong> la realidad? Poco. Cada una <strong>de</strong> estas etapas significauna pérdida <strong>de</strong> calidad, pues se alteran consecutivamente los tonos, lasdimensiones y la resolución. A<strong>de</strong>más, todos los oficiales que participanen el proceso estampan su firma voluntaria o involuntariamente: seleccionanencuadres, tiempos <strong>de</strong> exposición, procesos <strong>de</strong> revelado, mezclas<strong>de</strong> tintas ...Durante los últimos años se ha avanzado <strong>de</strong> manera extraordinaria enel mejoramiento <strong>de</strong> las técnicas, sobre todo, en la eliminación <strong>de</strong> algunasetapas. Para comenzar, el primero en sufrir un duro golpe fue el plomo.Hace varias décadas, algunas empresas comenzaron a producir plantillas<strong>de</strong> letras transferibles. Se trataba <strong>de</strong> películas <strong>de</strong> plástico translúcidocon caracteres impresos por <strong>de</strong>trás, acomodados en or<strong>de</strong>n alfabético.El trabajador seleccionaba una letra y, tras colocar la plantilla sobre el original,tallaba la película con la punta <strong>de</strong> un lápiz hasta que la letra quedabaadherida al papel. Des<strong>de</strong> luego, el uso <strong>de</strong> estas letras ((transferibles))tenía sentido solo cuando se trataba <strong>de</strong> letreros cortos; a<strong>de</strong>más, era difícilcontrolar los espacios entre los cara<strong>de</strong>res. Formar una serie <strong>de</strong> renglonesjustificados era casi imposible.Durante los años cuarenta ya se habían construido los primeros prototipos <strong>de</strong>máquinas <strong>de</strong> fotocomposición, pero su comercializaci6iicomenzó, prácticamente, a mediados <strong>de</strong> los cincuenta. Tuvieron muchomás éxito tres lustros <strong>de</strong>spués, cuando los avaiiccs cii In f;ihric;iciíiii tliqiiiiniaturas electrónicas hicieron posible incorporarles una computallora.Hubo dos generaciones <strong>de</strong> aparatos <strong>de</strong> fotocomposición que bri-1l;iron y se extinguieron velozmente, rigiendo en el mundo <strong>editorial</strong>ilurante unos cortos quince años. En contraste, la composición letra porIvtra había durado más <strong>de</strong> cuatrocientos treinta años, y el linotipo, másI Ic ochenta.Las primeras máquinas <strong>de</strong> fotocomposición estaban equipadas con un~,ilindro en forma <strong>de</strong> tambor. Este servía para sujetar una película en laI lile las letras estaban impresas en negativo. El tambor giraba, haciendoIjnsar la película entre una lámpara y un papel fotosensible. Muy prontoincorporaron arreglos <strong>de</strong> lentes que permitían ampliar o reducir lasIrtras, aumentando enormemente la capacidad <strong>de</strong> la máquina.En la segunda generación se recurrió a los tubos <strong>de</strong> rayos catódicos.No se requerían negativos, ya que la letra era información electrónica#ilmacenada en discos magnéticos. El tubo <strong>de</strong> rayos catódicos lanzabaiiitones sobre el papel fotográfico en una operación similar a la <strong>de</strong> unt inescopio <strong>de</strong> televisión. Con este sistema se pudo mejorar consi<strong>de</strong>rableiiienteel registro; en otras palabras, las letras podían colocarse casi siem-Itrc en la posición que les correspondía, con toda exactitud. En cambio,los anteriores aparatos <strong>de</strong> matrices fotográficas estaban expuestos a ligei-1s imprecisiones mecánicas, <strong>de</strong>bidas principalmente al <strong>de</strong>sgaste.Con las máquinas <strong>de</strong> fotocomposición y las letras transferibles, la im-~iresión <strong>de</strong> textos finalmente pudo hacerse prescindiendo <strong>de</strong> la tipografíaiiictálica ordinaria. Los originales ahora podían componerse pegandoi i ozos <strong>de</strong> papel fotográfico en una cartulina -tanto letras como ilustra-1 iones-, acompañados <strong>de</strong> algunos trazos a tinta. En consecuencia,l.\#; prensas litográficas comenzaron a sustituir con más frecuencia a las1 ipográficas.En la autoedición, las mejoras más importantes consisten en la supre-~.iif)ii <strong>de</strong> pasos. Recor<strong>de</strong>mos que en la tipografía ordinaria el original se1 I ~iistruía directamente en la galera; sin embargo, al llegar la fotocompoit.ihn,el proceso exigía algunas maniobras intermedias. Si estos pasos sel i.iclan bien, el resultado final era seguramente mejor que el <strong>de</strong> la compoiOiiordinaria, pero la calidad solía per<strong>de</strong>rse gradualmente entre una1 qri-ración y otra.A1 tocar el papel, la tinta se extien<strong>de</strong> a lo largo <strong>de</strong> las fibras <strong>de</strong>bido a unit.iiíiiiieno llamado capilnridod. Esto hace que algunos rasgos muy finos