18.08.2020 Views

Mi cabeza no para! Qué es el trastorno de ansiedad generalizada

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

¿Yo, vivencias de indefensión? ¿Yo, creerme débil? ¿Y por eso me alarmo y

no puedo parar mi cabeza, mi preocupación, frente a cuestiones de todos los

días? ¿Yo, condicionado por esas creencias acerca de mí, que por otra parte

desconozco? ¿Mi interior una ciudad olvidada? Mmm, no me estaría

sonando...

Bien, de eso se trata, de que uno no suele estar consciente de las fuerzas que lo

manejan. Y quizás no te sea necesario si tu vida marcha bien, si no sufrís una ansiedad

que te incomoda a diario, si la inseguridad o la angustia no consumen buena parte de tus

fuerzas. Pero, si no es así, date un momento para reflexionar acerca de lo siguiente. ¿Me

estará sucediendo algo de lo que no me doy cuenta? ¿Es posible que esté funcionando de

acuerdo a un patrón estable o rígido, disfuncional, que podría ser modificado? Cuestionar

lo establecido, desear esa permeabilidad a lo nuevo en nuestro interior, abre las puertas a

la posibilidad de un mejor conocimiento de uno mismo y por ende, al cambio.

Hasta ahora hemos funcionado así, como si incluso problemas pequeños fueran

demasiado para nosotros. Todo es angustiante o peligroso, todo nos desborda. Se puede

tratar de la perspectiva de problemas económicos como de un próximo viaje. Puede

agobiarnos tanto la aparición de una pequeña grieta en una pared de nuestra casa como la

indecisión de un hijo acerca de cuál carrera estudiar, el desperfecto en la computadora

como un ganglio que me parece sentir en el cuello o la espera de exámenes de sangre de

rutina. Pero como no sabemos que esa es nuestra manera de vivenciar la realidad,

como no estamos enterados de que allá en las profundidades de lo que somos operan, y

nos condicionan, esas vivencias de indefensión, le adjudicamos gravedad a los hechos

externos. Nos resultan irreparables, angustiantes, portadores de un peligro que, por lo

general no tienen. Y es lógico que los vivamos así, casi todo resulta demasiado para

nosotros. Para nosotros. Las vivencias de indefensión nos colocan en ese lugar de

disparidad con las fuerzas de la realidad. Somos más débiles, nos sentimos más débiles.

Descubrir ese núcleo de debilidad e indefensión y dedicarle nuestras mejores energías a

trabajarlo es tarea clave para poder visualizar con mayor objetividad la realidad y salir del

circuito en el cual nos encontramos inmersos.

143

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!