Mi cabeza no para! Qué es el trastorno de ansiedad generalizada
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
¿CÓMO SE RESUELVE EL “Y SI…?”
La solución es tan sencilla como difícil de alcanzar. Habremos dejado atrás esa
aprensión el día que podamos decirnos a nosotros mismos: si esto que temo llegara a
ocurrir, de alguna manera me las voy a arreglar.
Tal afirmación es posible cuando nos sentimos capaces de afrontar conflictos, cuando
entendemos que el eventual sufrimiento o estrés producto de tal o cual situación crítica
no tiene por qué acabar con nosotros, cuando reconocemos en nosotros mismos cierto
grado de fortaleza y recursos para hacer frente a las dificultades que la vida,
indefectiblemente por otra parte, despliega a nuestro paso.
Una de las fuentes del gran poder del ¿Y si…? es que expresa nuestra inseguridad ante
la incertidumbre. Nos preguntamos y angustiamos por problemas posibles pero no
probables porque nos creemos débiles, de ahí el afán de evitar toda adversidad. Pero,
¿cómo ocuparse de lo que no está efectivamente ocurriendo?
Desde hace semanas estoy inquieto por la posibilidad de que mi auto se
descomponga en la ruta, cuando salgamos de vacaciones. El auto está bien, lo
hice revisar a conciencia, pero igual podría suceder algún desperfecto, esas
cosas pasan, quién podría jurarme que no.
¿Cómo hacemos para tramitar esa ansiedad? No está sucediendo, no hay nada para
hacer al respecto, no hay manera de bajar la ansiedad haciendo algo, no hay de qué
ocuparse. ¿Cómo tomar en nuestras manos un problema intangible, imaginario? Desde
ese punto de vista no habría manera de alcanzar ni un poco de tranquilidad.
Bien diferente es la situación cuando las cosas en verdad ocurren. Tantas veces han
llegado a la consulta pacientes que nos dicen algo como lo que sigue:
El otro día nos asaltaron. Entraron al negocio cuando estábamos por cerrar.
¿Quiere creer doctor que me mantuve tranquila? Justo yo, que me trato por
ansiedad, era la más tranquila de todos los que estábamos ahí.
¡Pero claro! Con los niveles de ansiedad que desarrollaste en tantas horas de
71