Mi cabeza no para! Qué es el trastorno de ansiedad generalizada
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
¿NOS HEMOS VUELTO, A CAUSA DE VIVIR SIEMPRE TAN SERIOS Y
PREOCUPADOS, UNOS NEURÓTICOS IMBANCABLES PARA
NUESTRAS PAREJAS, EX PAREJAS AMISTADES, HIJOS, JEFES Y
JEFAS, SECRETARIAS, COMPAÑERAS DE TRABAJO, PERRO, ETC.?
Bueno, considero que esta pregunta, para mayor precisión en la respuesta, habría que
formulársela a las inocentes víctimas de nuestra densa atmósfera personal de nubes
negras. Pero, como nos gusta explayarnos sobre estos temas, algo diremos al respecto.
Las ex parejas son las más afectadas, sobre todo si son recientes. Nadie que tenga justo
aprecio por sí mismo quiere tramitar su divorcio, separación de bienes y tenencia de los
chicos y chicas con quien, además de irritable, preocupado/a de manera obsesiva y
monitoreador de potenciales peligros o amenazas, nos odia porque le hemos sido infieles,
provocando así el derrumbe de la familia y de un matrimonio que funcionaba de mil
maravillas.
Más allá de casos especiales como el descripto, las personas que conviven o trabajan
con nosotros en verdad suelen verse afectadas. Nuestra preocupación, nuestros
pensamientos negativos, nuestra necesidad de minimizar las posibles incertidumbres al
máximo, nos ponen a perseguir a los demás, a controlarlos y a exigirles mayores
rendimientos en sus responsabilidades. Ellos, por lo general, no están de acuerdo con
nuestras apreciaciones. Les parece que nos manejamos con demasiado temor e
inseguridad, confían más que nosotros en los buenos resultados de sus tareas, no piensan
lo peor, no necesitan garantizar lo ingarantizable, viven más tranquilos. Son casi
normales. Como no nos hacen caso, o como nunca nos alcanza, o no lo van a hacer tan
bien como nosotros, o se van a equivocar, o lo van a hacer a su manera y no nos parece,
o se demoran mucho en ir a pagar esa boleta así que la agarramos y vamos nosotros,
tomamos el mando de sus responsabilidades. Empezamos a encargarnos nosotros. De lo
nuestro y de lo de los demás. Nuestras responsabilidades y las de ellos, preocupación y
previsión por nuestros asuntos y por los de ellos, insomnio por nuestras angustias y por
las de ellos… ¿A quién puede llamar la atención entonces que estemos siempre cansados,
nerviosos y de un humor que mejor no me pases cerca en el pasillo? ¡Nos ocupamos de
todo, nos quedamos después de hora en la oficina todos los días, llegamos a casa y les
hacemos los deberes a los chicos, en el camino hacemos las compras en el híper que abre
90