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Mi cabeza no para! Qué es el trastorno de ansiedad generalizada

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¿CÓMO DISTINGUIR PREOCUPACIÓN GENUINA DE RUMIACIÓN

INOPERANTE?

Un modo bastante claro y sencillo pasa por valores cuantitativos. Si transcurro la

mayor parte del día bajo estado de preocupación reiterativa, adherente y difícil de

controlar, y esto me ocurre casi todos los días desde hace por lo menos unos seis meses

(aunque por lo general solemos estar así desde hace años), resulta bastante claro que

tengo una condición de ansiedad excesiva, expresada a través de un circuito patológico de

preocupación. Este modo de valorar la condición del estado de agobio es interesante

porque deslinda el motivo de perturbación. No importa si consideramos válido el motivo

de desvelo (habitualmente creemos que lo es). Lo que aquí se mide es el tiempo que

pasamos intensamente preocupados. Aun frente a razones de recelo supuestamente

valederas, pasar la mayor parte de las horas del día en estado de preocupación intensa

parece indicar que algo no anda del todo bien. Tendremos en cuenta también la inquietud

o desasosiego que genera, la merma en la capacidad de concentración y el impacto (o

interferencia global) en nuestra calidad de vida, entendiendo por tal el rendimiento social,

laboral, afectivo y académico. Un proceso adecuado de preocupación no puede durar

tanto. Tiene un principio y un fin, como veremos más en detalle en otra sección del libro.

Para verlo en números, que a veces (aunque no siempre) permiten poner ejemplos

más claros, digamos que el 80% de las personas que acuden a un tratamiento a causa de

su estado de agobio y aprensión generalizada reportan una interferencia severa o muy

severa en su actividad. En otras palabras, la preocupación ocupa su pensamiento,

desgasta su ánimo y consume sus energías durante la mayor parte de su cotidianeidad lo

cual, como no podría ser de otro modo, limita en muy buena medida el desarrollo de una

vida normal.

La preocupación excesiva se relaciona también con una muy mala orientación y

predisposición para el tratamiento de situaciones conflictivas. El modo de abordar la

resolución de problemas es ineficiente y solo incrementa la ansiedad y la incertidumbre.

Veamos algunos ejemplos tomados de nuestra consulta:

Me enrosco con cualquier cosa, a todo nivel, nos dice Fabiana. Si un

compañero de trabajo me contestó mal, me paso tres días pensando en eso. Me

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