18.08.2020 Views

Mi cabeza no para! Qué es el trastorno de ansiedad generalizada

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

¿CÓMO HAGO PARA NO PREOCUPARME? ¿Y SI ME

DESPREOCUPO Y PASA ALGO TERRIBLE POR MI CULPA?

¡¡¡No!!!! ¡No deje de preocuparse! Preocuparse está bien, es un proceso necesario,

útil. Nos permite encontrar caminos, posibles soluciones, alternativas viables para

solucionar problemas. Si no nos preocupáramos los problemas nos superarían, incluso los

menores. Los que necesitamos hacer es recortar el sobrante de preocupación y de

control. Si estoy por salir a la ruta con mi auto para unas preciosas vacaciones en Costa

Soñada sería muy acertado que me inquietara el estado de mi vehículo y la seguridad al

manejar. Una preocupación adecuada me podría movilizar acciones para reducir los

riesgos: llevar el auto al mecánico para revisar frenos y neumáticos, verificar que las

luces funcionen correctamente, usar cinturón de seguridad, no superar velocidades

permitidas, no hacer maniobras bruscas, viajar descansado y no beber alcohol (¡y no

adelantarse sin poner el guiño previamente!). Pero incluso así lo único que logramos es

reducir los riesgos y la incertidumbre, no llevarlos a cero. A pesar de todas las previsiones

y recaudos algo malo podría pasar, algo que escapa a nuestro control. Otro conductor no

tan prudente como nosotros, por ejemplo, podría ocasionar un accidente en el que nos

viéramos involucrados. La única manera que tendríamos de reducir a cero el peligro y la

incertidumbre sería suspender el viaje, con el costo que eso implicaría para nuestro

bienestar. Lo único que podemos hacer con esa porción de incertidumbre que no está a

nuestro alcance controlar es aceptarla. Si nos seguimos preocupando una vez controlado

todo lo controlable, solo vamos a conseguir malestar físico y emocional, recreando en

nuestra mente una y otra vez una tragedia que seguramente nunca vaya a suceder. Y si

algo llegara a pasar, de ninguna manera sería por nuestra culpa o por nuestra

despreocupación. Hay quien se lo atribuirá al destino, otro pensará en el azar y algún otro

en Dios (y nunca faltará quien culpe a su terapeuta, por alentarlo a enfrentar sus

temores). Nuestra responsabilidad y control sobre el mundo es limitada, no todo lo que

sucede o puede suceder es pasible de nuestro control o responsabilidad.

¡Desayunémonos hoy con esta verdad: muchas veces las cosas suceden, incluso, a pesar

de nosotros! ¿No es, en realidad, un alivio?

89

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!