Mi cabeza no para! Qué es el trastorno de ansiedad generalizada
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FILTRO NEGATIVO
De cada cuestión que nos preocupa vemos sus aspectos imperfectos, inciertos o
menos convenientes, aun cuando fueran detalles de escasa importancia. Y, desde ya, no
vemos todo lo positivo que pueda estar presente, aun cuando nos lo expongan
enmarcado en neón frente a nuestras propias narices. Resaltamos un simple detalle que
tiñe todo el resto de la situación. Cuando esto sucede y los aspectos negativos se sacan
fuera de contexto, es como si los pusiéramos en un microscopio, aislados, y aumentados
cien veces, por lo cual se perciben más terribles de lo que realmente son. Palabras como
terrible, tremendo o espantoso aparecen comúnmente en este tipo de pensamientos, así
como la frase no lo puedo soportar.
DOBLE ESTÁNDAR
Esta apreciación distorsiva es particularmente interesante y curiosa. Se refiere a la
utilización de un patrón de apreciación con respecto a los demás y otro diferente para mí
mismo, en similar situación.
A modo de ejemplo tomemos el caso antes mencionado de la persona con ansiedad
social que concurre a una reunión. Si derrama un vaso de bebida lo vivirá como
tremendo, catastrófico, un papelón, pasará toda la noche y los días siguientes
atormentándose con lo que los demás habrán pensado al respecto. Ahora, si se le
pregunta qué pensaría si eso le hubiera ocurrido a otro, muy tranquilamente nos dice que
no tendría importancia, que no es lo mismo si le pasa a otro que si le pasa a él o ella.
DEBERÍA
El modo debería se relaciona mucho con el doble estándar y el perfeccionismo. Tiene
que ver con autoimponernos obligaciones, objetivos, rendimientos o habilidades que
deberíamos realizar o alcanzar. Son reglas autoimpuestas, usualmente inflexibles e
indiscutibles, que debemos cumplir. Por ejemplo: debería terminar la carrera en tres
años, debería saber dos idiomas, debería ser mucho más comprensiva con los demás,
debería ser más sociable, etc.
En el sistema del debería no nos preguntamos, por lo general, si en verdad tales
exigencias o rendimientos nos interesan o son tan importantes para nosotros. Dado su
carácter de pura autoexigencia o de falla en nuestro rendimiento, nos generan displacer,
preocupación y sentimientos de culpa.
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