Mi cabeza no para! Qué es el trastorno de ansiedad generalizada
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Mis amigas ni me dejaron mirar un poco más a ver si encontraba un horario
mejor. Llega a haber un accidente o un piquete en la autopista y perdemos el
vuelo. Voy a tener que salir de casa a las dos para estar ahí a más tardar a las
tres de la tarde.
—¿A las tres de la tarde? ¿No será mucho?
—No, doctor, no me parece mucho, para nada. Si salgo más tarde capaz que
no llego. Me comen los nervios, prefiero llegar con tiempo. ¿Usted nunca
perdió un vuelo por llegar tarde?
—Yo no, la verdad. ¿Usted?
—Tampoco
—De todos modos, Melisa, no niego que pudiera ocurrir. ¿Pero cinco horas
antes?
—Ay, bueno, ¡al final vengo acá para que usted me diga lo mismo que me
dicen mis amigas! Ya me avisaron que no piensan ir conmigo al aeropuerto tan
temprano, que ellas van después, que no se van a embolar esperando la hora
del vuelo como en el último viaje. Y aquella vez no era hora pico. Lo confieso,
yo siempre llego cinco horas antes. La verdad no sé cómo hacen para vivir así
ustedes, y encima las cosas les salen bien, porque lo que es a mí, los problemas
me persiguen. Habrá que ser así, irresponsable, despreocupada, llegar sobre la
hora.
Queda claro, a veces nos hacemos demasiado problema. La cuestión se complica si
nuestro modo de relacionarnos con la realidad pasa de manera sistemática a través de la
preocupación excesiva, del hipercontrol, de la incertidumbre vivida con angustia. Son
modos sesgados de pensar que generan y sostienen el ciclo. En lo que nos cuenta Melisa
encontramos varios de los elementos que, juntos e interrelacionados, nos ubican en un
circuito que no solo no nos ayuda, sino que nos erosiona. Vamos a detenernos
brevemente en algunos de ellos, para aprender a reconocerlos:
La realidad es blanca o negra, no existen los grises, no hay un abanico de
posibilidades. O llega al aeropuerto cinco horas antes o pierde el avión. Tienen que
ser cinco horas. Si le sugerimos cuatro se pone muy ansiosa porque cree y siente
que enfrentaría una elevada probabilidad de perder el vuelo.
85