Vargas Llosa, Mario - La ciudad y los perros - Centro Peruano de ...
Vargas Llosa, Mario - La ciudad y los perros - Centro Peruano de ...
Vargas Llosa, Mario - La ciudad y los perros - Centro Peruano de ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>La</strong> Ciudad y <strong>los</strong> Perros <strong>Mario</strong> <strong>Vargas</strong> <strong>L<strong>los</strong>a</strong><br />
nadie vio que un hombre caía herido. Ha <strong>de</strong>bido gritar. Tenía <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>tes a su alre<strong>de</strong>dor. Alguien<br />
tiene que saber...<br />
-No, mi coronel -dijo Gamboa- la distancia entre hombre y hombre era gran<strong>de</strong>. Y <strong>los</strong> saltos se daban a<br />
toda carrera, Sin duda, el ca<strong>de</strong>te cayó cuando se disparaba y <strong>los</strong> balazos apagaron sus gritos, si es que<br />
gritó. En ese terreno hay hierba alta y al caer quedó medio oculto. Los que venían <strong>de</strong>trás no lo vieron.<br />
He interrogado a toda 4a compañía.<br />
El coronel se volvió hacia el capitán.<br />
-¿Y usted también estaba en la luna?<br />
-Yo controlaba la progresión <strong>de</strong>s<strong>de</strong> atrás, mi coronel -dijo el capitán Garrido, pestañeando; sus<br />
mandíbulas trituraban las palabras como dos moledoras. Hacía gran<strong>de</strong>s a<strong>de</strong>manes- Los grupos<br />
avanzaban alternativamente. El ca<strong>de</strong>te <strong>de</strong>be haber caído herido en el momento que su línea se arrojaba<br />
al suelo. Al siguiente silbato ya no pudo levantarse -Y permaneció medio enterrado en la hierba.<br />
Probablemente estaba algo atrasado en relación con su columna y por eso la retaguardia, en el salto<br />
siguiente, lo <strong>de</strong>jó atrás.<br />
-Todo eso está muy bien -dijo el coronel- Ahora díganme realmente lo que piensan.<br />
El capitán y Gamboa se miraron, Hubo un silencio incómodo, que ninguno se atrevía a quebrar.<br />
Finalmente, habló el capitán, en voz baja:<br />
-Ha podido dispararse su propio fusil. -Miró al coronel- Es <strong>de</strong>cir, al chocar contra el suelo, pudo<br />
engancharse el gatillo en el cuerpo.<br />
-No -dijo el coronel- Acabo <strong>de</strong> hablar con el médico. No hay ninguna duda, la bala vino <strong>de</strong> atrás. Ha<br />
recibido el balazo en la nuca. Usted ya está viejo, sabe <strong>de</strong> sobra que <strong>los</strong> fusiles no se disparan so<strong>los</strong>. Eso<br />
está bien para <strong>de</strong>círselo a <strong>los</strong> familiares y evitar complicaciones. Pero <strong>los</strong> verda<strong>de</strong>ros responsables son<br />
uste<strong>de</strong>s. -El capitán y el teniente se en<strong>de</strong>rezaron ligeramente en sus asientos. -¿Cómo se efectuaba el<br />
fuego?<br />
-Según las instrucciones, mi coronel - dijo Gamboa<br />
Fuego <strong>de</strong> apoyo, alternado. Los grupos <strong>de</strong> asalto se protegían uno a otro. El fuego estaba perfectamente<br />
sincronizado. Antes <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nar el tiro, yo comprobaba que la vanguardia estuviera a cubierto, que todos<br />
<strong>los</strong> ca<strong>de</strong>tes se hallaran tendidos. Por eso dirigía la progresión <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el flanco <strong>de</strong>recho, para tener una<br />
visibilidad mayor. Ni siquiera había obstácu<strong>los</strong> naturales. En todo momento pu<strong>de</strong> dominar el terreno<br />
don<strong>de</strong> operaba la compañía. No creo haber cometido ningún error, mi coronel.<br />
-Hemos hecho el mismo ejercicio más <strong>de</strong> cinco veces este año, mi coronel -dijo el capitán- Y <strong>los</strong> <strong>de</strong><br />
quinto lo han hecho más <strong>de</strong> quince veces <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que están en el colegio. A<strong>de</strong>más, han realizado<br />
campañas más completas, con más riesgos. Yo señalo <strong>los</strong> ejercicios <strong>de</strong> acuerdo al programa elaborado<br />
por el mayor. Nunca he or<strong>de</strong>nado maniobras que no figuren en el programa.<br />
-Eso a mí no me importa -dijo el coronel, lentamente-. Lo que interesa es saber qué error, qué<br />
equivocación ha causado la muerte <strong>de</strong>] ca<strong>de</strong>te. ¡Esto no es un cuartel, señores! -Levantó su puño<br />
blancuzco- Si le cae un balazo a un soldado, se le entierra y se acabó. Pero estos son alumnos, niños <strong>de</strong><br />
su casa, por una cosa así se pue<strong>de</strong> armar un tremendo lío. ¿Y si el ca<strong>de</strong>te hubiera sido hijo <strong>de</strong> un<br />
general?<br />
-Tengo una hipótesis, mi coronel -dijo Gamboa. El capitán se volvió a mirarlo con envidia- Esta tar<strong>de</strong> he<br />
revisado cuidadosamente <strong>los</strong> fusiles. <strong>La</strong> mayoría son viejos y poco seguros, mi coronel, usted ya sabe.<br />
Algunos tienen <strong>de</strong>sviada el alza, el guión, otros están con el interior <strong>de</strong>l cañón ligeramente dañado. Esto<br />
no basta, claro está. Pero es posible que un ca<strong>de</strong>te modificara la posición <strong>de</strong>l alza, sin darse cuenta, y<br />
apuntara mal. <strong>La</strong> bala ha podido seguir una trayectoria rampante. Y el ca<strong>de</strong>te Arana, por una<br />
<strong>de</strong>sgraciada coinci<strong>de</strong>ncia, pudo estar en mala posición, mal cubierto. En fin, sólo es una hipótesis, mi<br />
coronel.<br />
-<strong>La</strong> bala no cayó <strong>de</strong>l cielo -dijo el coronel, más tranquilo, como si algo se hubiera resuelto- No me dice<br />
usted nada nuevo, la bala se le escapó a uno <strong>de</strong> la retaguardia. ¡Pero esos acci<strong>de</strong>ntes no pue<strong>de</strong>n ocurrir<br />
aquí! Lleve mañana mismo todos <strong>los</strong> fusiles a la armería. Que cambien <strong>los</strong> inservibles. Capitán,<br />
encárguese <strong>de</strong> que en las otras compañías se haga también una revisión. Pero no ahora; <strong>de</strong>jemos pasar<br />
unos días. Y con mucha pru<strong>de</strong>ncia: no <strong>de</strong>be trascen<strong>de</strong>r una palabra <strong>de</strong> este asunto. Está en juego el<br />
prestigio <strong>de</strong>l colegio, e incluso el <strong>de</strong>l Ejército. Felizmente, <strong>los</strong> médicos han sido muy comprensivos. Harán<br />
un informe técnico, sin hipótesis. Lo más sensato es mantener la tesis <strong>de</strong> un- error cometido por el<br />
propio ca<strong>de</strong>te. Hay que cortar <strong>de</strong> raíz cualquier rumor, cualquier comentario. ¿Entendido?<br />
-Mi coronel -dijo el capitán- Permítame hacerle observar que esta tesis me parece mucho más verosímil<br />
que la <strong>de</strong> un tiro <strong>de</strong> la retaguardia.<br />
-¿Por qué? -dijo el coronel- ¿Por qué más verosímil?<br />
95