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MaquetaciÛn 1 - Crónicas de la Emigración

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228 Mulleres da emigración<br />

recoger los diarios que nos acercaba un guardia <strong>de</strong> madrugada,<br />

separar <strong>la</strong>s jóvenes para el archivo <strong>de</strong> “Pecera”, que otros<br />

compañeros recortaban y pegaban en carpetas. Nuestro trabajo<br />

consistía en seleccionar un artículo <strong>de</strong> un tema previamente<br />

<strong>de</strong>signado en el grupo <strong>de</strong> prensa, y resumir el contenido <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> noticia, escribirlo a máquina y entregarlo para <strong>la</strong> fotocopia<br />

<strong>de</strong> ese pequeño resumen diario <strong>de</strong> noticias.<br />

Durante <strong>la</strong>s horas <strong>de</strong> <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> comer, <strong>la</strong> Gallega era<br />

<strong>la</strong> encargada <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> gimnasia.<br />

Nos sentábamos frente a el<strong>la</strong> y como en <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses <strong>de</strong> educación<br />

física <strong>de</strong> <strong>la</strong> secundaria hacíamos los ejercicios en medio <strong>de</strong><br />

conversaciones, bur<strong>la</strong>s y risas <strong>de</strong> todo el grupo.<br />

Finalmente, una noche un oficial encargado <strong>de</strong> “Pecera” l<strong>la</strong>ma<br />

a mi grupo porque “vamos a salir en libertad”. Yo estaba preparando<br />

el mate y no quería <strong>de</strong>jar <strong>la</strong> tarea. Una secuestrada<br />

antigua me sacó <strong>la</strong> “pava” <strong>de</strong> <strong>la</strong>s manos y me or<strong>de</strong>nó ir a buscar<br />

mis pertenencias.<br />

Todos nos mirábamos entre sorprendidos, alegres, tristes y casi<br />

no había comentarios. Es que en otras épocas, y en <strong>la</strong> nuestra<br />

también, esas salidas podían significar <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong> libertad, o<br />

el tras<strong>la</strong>do y <strong>la</strong> <strong>de</strong>saparición.<br />

Todos los compañeros se pusieron en fi<strong>la</strong> en el corredor <strong>de</strong><br />

“Pecera”, sin que nadie hab<strong>la</strong>ra y con nuestras escasas y valiosas<br />

pertenencias fuimos saludando a todos y cada uno, con besos<br />

y con los ojos con lágrimas. Las pa<strong>la</strong>bras eran <strong>de</strong> alegría mezc<strong>la</strong>das<br />

con tristeza, porque nosotros marchábamos pero el resto<br />

quedaba. Solo recuerdo que a cada uno, con el beso le <strong>de</strong>seé<br />

suerte. Al mes nos or<strong>de</strong>naron volver porque estábamos contro<strong>la</strong>dos<br />

<strong>de</strong> manera telefónica y quizás con seguimiento. Nos <strong>de</strong>volvieron<br />

los documentos, nos hicieron algunas preguntas, nos<br />

hicieron recomendaciones pero sólo recuerdo que al oficial que<br />

estaba a cargo le pedimos ver a los otros compañeros, a los <strong>de</strong><br />

Capucha y Pecera. Sólo nos permitieron con un guardia y tabiques<br />

en los ojos, subir a Pecera; íbamos contentos y emocionados<br />

<strong>de</strong> volver a verlos y <strong>de</strong>jarles cigarros y chucherías.<br />

Pero cuando entramos en el sector Pecera estaba casi <strong>de</strong>sierto. La<br />

imagen hoy aún golpea y daña muy fuerte. ¿Dón<strong>de</strong> estaban los<br />

que faltaban? No pu<strong>de</strong> imaginar que estuvieran en sus casas.<br />

Los pocos compañeros que estaban allí nos respondieron que, a<br />

los pocos días <strong>de</strong> irnos nosotros, los habían <strong>de</strong>vuelto a Capucha<br />

con <strong>la</strong>s ca<strong>de</strong>nas en <strong>la</strong>s manos y los grilletes en los pies.<br />

Es que corría el mes <strong>de</strong> febrero y en ese período los oficiales<br />

hacían reuniones don<strong>de</strong> se votaba el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> cada uno<br />

<strong>de</strong> los secuestrados.

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