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JORGE LUIS BORGES - Textos on line

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Agudamente observa W. P. Ker (Epic and Romance, 1896): «Algunos de los más representativos pasajes<br />

de las sagas s<strong>on</strong> aquellos en que un hombre recibe una herida mortal c<strong>on</strong> un dicho insólito y memorable y<br />

muere acto c<strong>on</strong>tinuo, como Atli en la historia de Grettir. La escena es una de las mejores de su clase; no<br />

puede hallársele defecto. Pero tal vez hay demasiadas escenas y demasiados dichos de esa índole como<br />

para despertar la sospecha de que la situación y la sentencia eran ya un artificio.» Recordemos las últimas<br />

palabras del hombre muerto por Gunnar de un lanzazo.<br />

Los rasgos diferenciales de la saga surgier<strong>on</strong> de las circunstancias que les dier<strong>on</strong> origen. La saga fue<br />

realista porque refería, o pretendía referír, hechos reales; fue minuciosa porque la realidad también lo es;<br />

prescindió de análisis psicológicos porque el narrador no podía c<strong>on</strong>ocer los pensamientos de las pers<strong>on</strong>as,<br />

sino sus actos y palabras. La saga era una crónica objetiva de hechos históricos; a ello se debe la<br />

impers<strong>on</strong>alidad de su redacción. No se ha guardado el nombre de los autores, porque no lo hubo; en el<br />

comercio oral, las repetici<strong>on</strong>es fuer<strong>on</strong> puliéndola, como ocurre c<strong>on</strong> las anécdotas.<br />

En las sagas abundan las referencias a riñas de potros, a certámenes de lucha y a carreras; también se<br />

habla del pasatiempo de oír sagas. Estas eran aprendidas de memoria y su recitación, que podía durar<br />

muchos días, era una atracción c<strong>on</strong>sabida en las reuni<strong>on</strong>es. Así, Harald Hardrada, rey de Noruega, oyó de<br />

boca de un islandés la saga que se había compuesto sobre él y la recitación duró doce días. Al<br />

decimotercero, el rey dijo: «Me gusta lo que has dicho, islandés. ¿Quién te lo enseñó?» El otro repuso: «En<br />

Islandia yo c<strong>on</strong>curría cada verano a la Asamblea General y escuché lo que narraba Halldór Snorras<strong>on</strong>.» El<br />

rey dijo: «En tal caso no es de extrañar que lo sepas tan bien.» Halldór había servido c<strong>on</strong> Harald en las<br />

campañas de Grecia, de Italia y de Africa.<br />

En el pasaje de la saga oral a la saga escrita intervinier<strong>on</strong> muchos elementos. El alfabeto rúnico era<br />

c<strong>on</strong>ocido de antiguo, lo usaban para breves inscripci<strong>on</strong>es en piedras o en metal o para mensajes grabados a<br />

cuchillo en madera, pero no hay prueba de que recurrieran a él para escribir c<strong>on</strong> pluma y tinta sobre<br />

pergamino. Hacia el año 1000 el cristianismo fue adoptado como religión oficial por la república de Islandia;<br />

muchos islandeses aprendier<strong>on</strong> latín y pudier<strong>on</strong> entregarse al estudio de los libros eclesiásticos y profanos<br />

que ese nuevo idioma ofrecía. La literatura escrita en latín les sugirió la idea de una literatura escrita en<br />

islandés. En la letra de los primeros manuscritos de Islandia se ha advertido el influjo de los calígrafos<br />

anglosaj<strong>on</strong>es; este otro ejemplo, unido al de la literatura latina, puede haber ejercido asimismo una influencia<br />

eficaz.<br />

A principios del siglo XII, Ari Thorgilss<strong>on</strong>, llamado el Sacerdote y el Sabio, compuso el Islendigabók, o Libro<br />

de los Islandeses. Se trata de una historia c<strong>on</strong>cisa de los orígenes de Islanclia; las materias legales y<br />

eclesiásticas han merecido del autor una atención especial. La cr<strong>on</strong>ología de la obra es muy rigurosa y, para<br />

cada suceso importante, Ari da los nombres de las pers<strong>on</strong>as que lo informar<strong>on</strong>. Snorri Sturlus<strong>on</strong>, en el<br />

prólogo de su Heimskringla, juzga a su predecesor c<strong>on</strong> estas palabras: «No es maravilla que Ari c<strong>on</strong>ociera<br />

tan bien los ac<strong>on</strong>tecimientos históricos de ésta y de otras naci<strong>on</strong>es, porque los había aprendido de hambres<br />

inteligentes y viejos y él mismo era estudioso y poseía buena memoria.» En el invierno de 1117 se<br />

escribier<strong>on</strong> por primera vez en un libro las leyes de Islandia, que antes no c<strong>on</strong>ocían otro archivo que la<br />

memoria del presidente de la Asamblea; el Islendigabók, redactado hacia 1130, registra el hecho e inaugura,<br />

junto e<strong>on</strong> ese código, el período escrito de la literatura islandesa. El idioma ha cambiado poco; a diferencia<br />

de lo que sucede en otros países, la literatura medieval de Islandia es inmediatamente accesible a los<br />

lectores de nuestro tiempo; en las edici<strong>on</strong>es populares no ha sido necesario modernizar el lenguaje o<br />

abrumar el texto c<strong>on</strong> vocabularios y glosas. Durante el siglo XIX el estudio de la literatura antigua ha influido<br />

ventajosamente sobre el estilo de la buena prosa islandesa, notable ahora por su pureza y por su flexibilidad.<br />

El estilo de las mejores sagas es un estilo orgánico, fundado en el estilo oral; trátase acaso de la única prosa<br />

europea que ha evoluci<strong>on</strong>ado naturalmente, sin modelos extraños. La límpida escritura de las sagas no se<br />

debe a simplicidad o rusticidad, puesto que c<strong>on</strong>vivió c<strong>on</strong> un completo estilo poético, análogo al de Mallarmé<br />

o al de Góngora. Los pers<strong>on</strong>ajes s<strong>on</strong> numerosos; en la Saga de Grettir, por ejemplo, hay más de doscientos.<br />

Por ser todos reales, muchos de ellos reaparecen en otras sagas. Lo mismo han hecho algunos novelistas<br />

modernos (Thackeray, Balzac, Zola, Galsworthy) c<strong>on</strong> sus pers<strong>on</strong>ajes imaginarios. Un vasto número de<br />

sagas ha perecido; perduran unas ciento cuarenta. En el siglo XIII la popularidad del género induce a<br />

muchos a la falsificación de sagas «antiguas»; estos libros apócrifos amplifican algunos rasgos de los<br />

genuinos o s<strong>on</strong> invenci<strong>on</strong>es irresp<strong>on</strong>sables. Su mérito literario es nulo. Se da el nombre de saga a cualquier<br />

historia; así tenemos una Karlamagnus Saga, una Amloda Saga, que narra la historia de Hamlet, una María<br />

Saga o Saga de la Virgen María, una serie de Breta Sögur (Sagas de Britania o de Gales, traducidas de la

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