JORGE LUIS BORGES - Textos on line
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tarde. En el Hildebrandslied el padre comanda un ejército de hunos; en el Shah-nama, el hijo guerrea entre<br />
los tártaros. Es curioso comprobar que en cada versión uno de los ejércitos pertenece a la raza m<strong>on</strong>gólica 79 .<br />
El Hildebrandslied es un ejemplo de la antigua poesía heroica alemana, compuesta en verso aliterado. De la<br />
existencia de este fragmento, ahora solitario, podemos inferir la de todo un género análogo, inaccesible, hoy,<br />
a nosotros.<br />
La versificación del Hildebrandslied es rudimentaria; hay palabras compuestas, pero no metáforas.<br />
*EL MUSPILLI 80<br />
***<br />
La Plegaria de Wessobrunn trata del origen del mundo; el Muspilli, escrito en Baviera a principios del siglo<br />
IX, trata del Juicio Final. Antes describe lo que ocurre en la muerte de cada hombre. Muerto el cuerpo,<br />
dem<strong>on</strong>ios y ángeles se disputan el alma. (En el canto quinto del Purgatorio, el alma de Bu<strong>on</strong>c<strong>on</strong>te da<br />
B<strong>on</strong>tefeltro, a quien acaso Dante mató en la batalla de Campaldino, refiere a éste uno de sus duelos. El<br />
ángel vence y el dem<strong>on</strong>io, desesperado, ultraja el cadáver, arrojándolo a un río.) El Muspilli refiere la batalla<br />
de Elías c<strong>on</strong> el Anticristo. El poema está en verso aliterativo, pero ya se insinúan algunas rimas. He aquí un<br />
trozo del final: «Arden las m<strong>on</strong>tañas, no queda en la tierra un solo árbol, la ciénaga se devora, el cielo se<br />
quema, la luna cae, arde Mittilagart (el mundo de los hombres), no queda una piedra sobre otra. El Juicio<br />
Universal recorre la tierra, para juzgar c<strong>on</strong> fuego a los hombres. Nadie podrá ayudar a su prójimo cuando<br />
llegue el Muspilli.» El Muspilli es el incendio final del mundo; en la Edda Mayor, lo pers<strong>on</strong>ifica un gigante<br />
llamado Múspell. En la c<strong>on</strong>sumación por el fuego, no por el agua, creyer<strong>on</strong> también los estoicos.<br />
*EL HELIAND 81<br />
***<br />
De la literatura poética de los Altsachsen (saj<strong>on</strong>es viejos, así llamados para diferenciarlos de los saj<strong>on</strong>es de<br />
Inglaterra) sólo dos piezas han quedado: el Heliand y el Génesis. El Heliand, fragmentario, está disperso en<br />
cuatro manuscritos, que se c<strong>on</strong>servan en Praga, en Munich, en la biblioteca del Vaticano y en el Museo<br />
Británico. El más antiguo de los manuscritos, el último, data del siglo X; el poema fue escrito en el siglo IX.<br />
Un documento latino refiere que Luis el Piadoso, hijo de Carlomagno, encomendó a un sajón, que había<br />
alcanzado entre su pueblo fama de excelente poeta, la versión métrica de los dos Testamentos. El sajón<br />
acató esa orden, que c<strong>on</strong>firmaba otra que un ángel le había dado en un sueño, y compuso poemas «que<br />
aventajan en hermosura a todos los demás poemas de la lengua alemana» (ut cuncta Theudisca poemata<br />
sua vincat decore). Una referencia a los poemas indica que se trata del Heliand; en la historia del sueño hay<br />
una evidente c<strong>on</strong>taminación de la historia de Caedm<strong>on</strong>.<br />
79 Friedrich Rückert, en 1838, escribió un Rostem und Suhrab,<br />
en fluidos versos pareados. Matthew Arnold, en 1853, público<br />
Sohrab and Rustum: an episode, cuidadoso y a veces c<strong>on</strong>movedor<br />
ejercicio homérico, sugerido por un artículo de Sainte-Beuve. Al<br />
final del poema de Arnold, Rustum cubre c<strong>on</strong> su capa el rostro del<br />
hijo, se tiende junto a él en la arena y lo vela a la vista de los<br />
ejércitos, hasta que llega el día.<br />
80 Literaturas germánicas medievales, J.L.B. y María Esther<br />
Vásquez, 1966<br />
81 Literaturas germánicas medievales, J.L.B. y María Esther<br />
Vásquez, 1966