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La Vida de Jesus por Elena de White

EN el corazón de toda la humanidad, sin distinción de etnicidad, religión o clase socioeconómica, hay un indecible deseo ardiente de algo intangible - el alma tan vacía y desconforme. Este anhelo es inherente en la misma constitución del hombre por un Creador misericordioso, para que el hombre no se sienta satisfecho con su presente condición, lo que sea que pueda ser. Pero es posible la experiencia de plenitud espiritual en Jesucristo. El profeta Ageo llama con justicia a Cristo "el Deseado de todas las gentes". Es el propósito de este libro presentar a Jesucristo como Aquel en quien puede satisfacerse todo anhelo - con abundante enseñanza, poder insondable, muchas vislumbres de su vida ejemplar de Jesús de Nazaret.

EN el corazón de toda la humanidad, sin distinción de etnicidad, religión o clase socioeconómica, hay un indecible deseo ardiente de algo intangible - el alma tan vacía y desconforme. Este anhelo es inherente en la misma constitución del hombre por un Creador misericordioso, para que el hombre no se sienta satisfecho con su presente condición, lo que sea que pueda ser. Pero es posible la experiencia de plenitud espiritual en Jesucristo. El profeta Ageo llama con justicia a Cristo "el Deseado de todas las gentes". Es el propósito de este libro presentar a Jesucristo como Aquel en quien puede satisfacerse todo anhelo - con abundante enseñanza, poder insondable, muchas vislumbres de su vida ejemplar de Jesús de Nazaret.

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el cual había arrojado la semilla. <strong>La</strong>s palabras pronunciadas <strong>de</strong> noche a un solo oyente en la<br />

montaña solitaria no se perdieron. Por un tiempo, Nico<strong>de</strong>mo no reconoció públicamente a Cristo,<br />

pero estudió su vida y meditó sus enseñanzas. En los concilios <strong>de</strong>l Sanedrín, estorbó repetidas<br />

veces los planes que los sacerdotes hacían para <strong>de</strong>struirle.<br />

Cuando <strong>por</strong> fin Jesús fue alzado en la cruz, Nico<strong>de</strong>mo recordó la enseñanza que recibiera en el<br />

monte <strong>de</strong> las Olivas: "Como Moisés levantó la serpiente en el <strong>de</strong>sierto, así es necesario que el Hijo<br />

<strong>de</strong>l hombre sea levantado; para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, sino que tenga vida<br />

eterna." <strong>La</strong> luz <strong>de</strong> aquella entrevista secreta iluminó la cruz <strong>de</strong>l Calvario, y Nico<strong>de</strong>mo vio en Jesús<br />

el Re<strong>de</strong>ntor <strong>de</strong>l mundo. Después <strong>de</strong> la ascensión <strong>de</strong>l Señor, cuando los discípulos fueron<br />

dispersados <strong>por</strong> la persecución, Nico<strong>de</strong>mo se a<strong>de</strong>lantó osadamente. Dedicó sus riquezas a sostener<br />

la tierna iglesia que los judíos esperaban ver <strong>de</strong>saparecer a la muerte <strong>de</strong> Cristo. En tiempos <strong>de</strong><br />

peligro, el que había sido tan cauteloso y lleno <strong>de</strong> dudas, se manifestó tan firme como una roca,<br />

estimulando la fe <strong>de</strong> los discípulos y pro<strong>por</strong>cionándoles recursos con que llevar a<strong>de</strong>lante la obra<br />

<strong>de</strong>l Evangelio. Aquellos que en otro tiempo le habían tributado reverencia, le <strong>de</strong>spreciaron y<br />

persiguieron. Quedó pobre en los bienes <strong>de</strong> este mundo, pero no le faltó la fe que había tenido su<br />

comienzo en aquella conferencia nocturna con Jesús. Nico<strong>de</strong>mo relató a Juan la historia <strong>de</strong> aquella<br />

entrevista, y la pluma <strong>de</strong> éste la registró para instrucción <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> almas. <strong>La</strong>s verda<strong>de</strong>s allí<br />

enseñadas son tan im<strong>por</strong>tantes hoy como en aquella solemne noche que sombreara la montaña<br />

don<strong>de</strong> el gobernante judío vino para apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l humil<strong>de</strong> Maestro <strong>de</strong> Galilea el camino <strong>de</strong> la vida.<br />

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