La Vida de Jesus por Elena de White

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he entendido, porque he guardado tus mandamientos."* Todos aquellos que aceptan la autoridad humana, las costumbres de la iglesia, o las tradiciones de los padres, presten atención a la amonestación que encierran las palabras de Cristo: "En vano me honran, enseñando doctrinas y mandamientos de hombres." 265
CAPÍTULO 43 : Barreras Quebrantadas DESPUÉS de su encuentro con los fariseos, Jesús se retiró de Capernaúm, y cruzando Galilea, se fue a la región montañosa de los confines de Fenicia. Mirando hacia el occidente, podía ver dispersas por la llanura que se extendía abajo las antiguas ciudades de Tiro y Sidón, con sus templos paganos, sus magníficos palacios y emporios de comercio, y los puertos llenos de embarcaciones cargadas. Más allá, se encontraba la expansión azul del Mediterráneo, por el cual los mensajeros del Evangelio iban a llevar las buenas nuevas hasta los centros del gran imperio mundial. Pero el tiempo no había llegado todavía. La obra que le esperaba ahora consistía en preparar a sus discípulos para su misión. Al venir a esa región, esperaba encontrar el retraimiento que no había podido conseguir en Betsaida. Sin embargo, éste no era su único propósito al hacer el viaje. "He aquí una mujer cananea, que había salido de aquellos términos, clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija es malamente atormentada del demonio." Los habitantes de esta región pertenecían a la antigua raza cananea. Eran idólatras, despreciados y odiados por los judíos. A esta clase pertenecía la mujer que ahora había venido a Jesús. Era pagana, y por lo tanto estaba excluida de las ventajas que los judíos disfrutaban diariamente. Había muchos judíos que vivían entre los fenicios, y las noticias de la obra de Cristo habían penetrado hasta esa región. Algunos de los habitantes habían escuchado sus palabras, y habían presenciado sus obras maravillosas. Esta mujer había oído hablar del profeta, quien, según se decía, sanaba toda clase de enfermedades. Al oír hablar de su poder, la esperanza había nacido en su corazón. Inspirada por su amor maternal, resolvió presentarle el caso de su hija. Había resuelto llevar su aflicción a Jesús. El debía sanar a su hija. Ella abía buscado ayuda en los dioses paganos, pero no la había obtenido. Y a veces se sentía tentada a pensar: ¿Qué puede hacer por mí este Maestro judío? Pero había llegado esta nueva: Sana toda clase de enfermedades, sean pobres o ricos los que a él acudan por auxilio. Y decidió no perder su única esperanza. Cristo conocía la situación de esta mujer. El sabía que ella anhelaba verle, y se colocó en su camino. Ayudándola en su aflicción, él podía dar una representación viva de la lección que quería enseñar. Para esto había traído a sus discípulos. Deseaba que ellos viesen la ignorancia existente en las ciudades y aldeas cercanas a la tierra de Israel. El pueblo al cual había sido dada toda oportunidad de comprender la verdad no conocía las necesidades de aquellos que le rodeaban. No hacía ningún esfuerzo para ayudar a las almas que estaban en tinieblas. El muro de separación que el orgullo judío había erigido impedía hasta a los discípulos sentir simpatía por el mundo pagano. Pero las barreras debían ser derribadas. Cristo no respondió inmediatamente a la petición de la mujer. Recibió a esta representante de una raza 266
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CAPÍTULO 31: El Sermón del Monte
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PREFACIO EN el corazón de toda la
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de todos nuestros manantiales y fue
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majestad ocultas, a fin de que pudi
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paganos aprendió de los hebreos el
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CAPÍTULO 3 : El Cumplimiento del T
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que había logrado degradar la imag
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peligros de la vida. Anhela escudar
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servicio del tabernáculo, el Seño
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agradecido y alegre esperanza. Las
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CAPÍTULO 6 : "Su Estrella Hemos Vi
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tirano. Pensó que estaban tratando
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CAPÍTULO 7 : La Niñez de Cristo J
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hermosura y grandiosidad de la natu
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de los hijos de Israel en Egipto, c
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Estremeciéndose, recordaron cómo
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tanta frecuencia el desaliento entr
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En edad muy temprana, Jesús había
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Con frecuencia le acusaban de cobar
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el ángel respondió: "Yo soy Gabri
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luz que rodea siempre el trono de D
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Un ser divino podría sostener su p
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CAPÍTULO 13 : La Victoria "ENTONCE
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Cuando el Bautista inició su minis
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CAPÍTULO 15 : En las Bodas de Can
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Esta lección es también para noso
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poder del apetito, sufrió en nuest
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Su carácter sagrado desapareció.
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en busca de Jesús. En presencia de
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Los que habían sido mordidos por l
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CAPÍTULO 18 : A él Conviene Crece
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aceptarle como el Salvador del peca
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CAPÍTULO 19 : Junto al Pozo de Jac
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acá a sacarla." Jesús desvió ent
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sentir cierta convicción acerca de
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Dios. Eran colaboradores con Cristo
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El que trabaja para Cristo no debe
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oyese la voz de Dios que le hablaba
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CAPÍTULO 21 : Betesda y el Sanedr
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al ordenarle que llevase su cama. L
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armonía con la obra de los ángele
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cosas. Así también Dios, deseoso
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intrépidamente su misión, sus jue
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CAPÍTULO 22 : Encarcelamiento y Mu
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Era una intensa amargura y desilusi
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Bautista." En el anuncio hecho a Za
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fracasado. No había logrado vencer
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habitasen en tinieblas, necesitados
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que no se ven, los ejércitos del c
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naciones en súbditas de la ciudad
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horas de soledad, se había acordad
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Es fruto de la sabiduría que se ob
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CAPÍTULO 26 : En Capernaúm DURANT
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hermosura de su rostro, la amabilid
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eunido todas sus fuerzas y a cada p
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CAPÍTULO 27 : "Puedes Limpiarme" L
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suyo, daría ocasión de que se le
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alivio de sus sufrimientos mentales
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la doliente humanidad y los calma!
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CAPÍTULO 28 : Leví Mateo ENTRE lo
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Los fariseos pretendían ser espiri
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del reino de las tinieblas; cuando
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engaño. Nuestras propias obras no
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con la diestra de mi justicia." "Mi
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del sábado," es decir un Ser por e
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todos los días, y para que nos dé
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condujo a sus discípulos al lugar
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La divinidad necesitaba de la human
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pitanza, la vida de trabajos y el t
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Maestro, nos elevaremos por encima
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la ley fue proclamada desde el Sina
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hay una indignación justificable,
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conocer la verdad debe estar dispue
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CAPÍTULO 32 : El Centurión CRISTO
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treinta kilómetros de Capernaúm,
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CAPÍTULO 33 : ¿Quiénes son mis H
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Cuando el espíritu inmundo ha sali
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hombre. La ley divina, a la cual so
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Se le impuso esta terrible prueba a
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Pero el que había recibido la gran
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Cristo es la puerta del redil de Di
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conocen su voz, y obedecen el llama
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Se sorprendieron cuando vieron que
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Así muchos rechazaron la verdad qu
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lo quisiere revelar." Los hombres h
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*Los ángeles del cielo miran la an
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el fuego del amor y disipado las gr
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estar en comunión con la divinidad
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ayudarles en la dirección de sus h
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Cuando Jesús dijo a sus discípulo
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verle colaborar con él. anhelaba h
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de tu Señor." "el cual, habiéndol
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contestó con palabras llenas de ma
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que mueren dormirán en él. "enton
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muerte que habían de ser la suerte
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CAPÍTULO 59 : Conspiraciones Sacer
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preguntaron: "¿qué hacemos?" hab
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para pedirle que les otorgara algo
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a Dios razón de sí."* Ninguno tie
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la sinagoga por el desprecio de los
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tumba y que había sido resucitado
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Inspiración no se humilla a dar ex
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de ellos. Sabía que si hubiesen es
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¿Ves esta mujer?" le dijo él. Es
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CAPÍTULO 63 : Tu Rey Viene ALÉGRA
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triunfal en Jerusalén, todos los o
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hermosas a la vista, pero no daban
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Las lágrimas vertidas por Cristo c
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holocaustos de carneros, y de sebo
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piedad, aseveraban acatar la ley de
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Le amaremos como a nosotros mismos.
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impulsado la acción. Jesús dijo a
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Entre otras cosas, exigían a la ge
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denuncia del pecado; pero no habló
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CAPÍTULO 69 : En el Monte de las O
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injustamente demuestran su afecto p
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seremos transformados."* Aun un poc
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dijere en su corazón: Mi Señor se
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Los pobres quedan despojados diaria
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CAPÍTULO 71 : Un Siervo de Siervos
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lo que iban a hacer. Luego él, el
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hermanos, nosotros también hemos s
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ahogado la preciosa planta del amor
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la Pascua. El vino de la Pascua, ex
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El Salvador tenía otro propósito
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esté con vosotros para siempre: Al
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CAPÍTULO 74 : Getsemaní EN COMPA
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postrado, pero él no le presta ate
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La humanidad del Hijo de Dios tembl
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su propia exaltación y satisfaría
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itos; pero acerca de la tradición,
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Ahora se sintió enloquecido por un
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conocido de Jesús, y le dejaron en
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y las tinieblas, sin saber ni quere
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CAPÍTULO 76 : Judas LA HISORIA de
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tanto Jesús en lo que era desalent
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Pero Judas no sabía que estaba ent
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su extremo apremio, recurrieron a f
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con una antigua rencilla entre él
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agua se lavó las manos delante del
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CAPÍTULO 78 : El Calvario "Y COMO
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acompañado con gozosos hosannas y
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Durante su ministerio, Jesús habí
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