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La Vida de Jesus por Elena de White

EN el corazón de toda la humanidad, sin distinción de etnicidad, religión o clase socioeconómica, hay un indecible deseo ardiente de algo intangible - el alma tan vacía y desconforme. Este anhelo es inherente en la misma constitución del hombre por un Creador misericordioso, para que el hombre no se sienta satisfecho con su presente condición, lo que sea que pueda ser. Pero es posible la experiencia de plenitud espiritual en Jesucristo. El profeta Ageo llama con justicia a Cristo "el Deseado de todas las gentes". Es el propósito de este libro presentar a Jesucristo como Aquel en quien puede satisfacerse todo anhelo - con abundante enseñanza, poder insondable, muchas vislumbres de su vida ejemplar de Jesús de Nazaret.

EN el corazón de toda la humanidad, sin distinción de etnicidad, religión o clase socioeconómica, hay un indecible deseo ardiente de algo intangible - el alma tan vacía y desconforme. Este anhelo es inherente en la misma constitución del hombre por un Creador misericordioso, para que el hombre no se sienta satisfecho con su presente condición, lo que sea que pueda ser. Pero es posible la experiencia de plenitud espiritual en Jesucristo. El profeta Ageo llama con justicia a Cristo "el Deseado de todas las gentes". Es el propósito de este libro presentar a Jesucristo como Aquel en quien puede satisfacerse todo anhelo - con abundante enseñanza, poder insondable, muchas vislumbres de su vida ejemplar de Jesús de Nazaret.

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muerte que habían <strong>de</strong> ser la suerte <strong>de</strong> los hombres. su corazón fue traspasado <strong>por</strong> el dolor <strong>de</strong> la<br />

familia humana <strong>de</strong> todos los siglos y <strong>de</strong> todos los países.<br />

Los ayes <strong>de</strong> la raza pecaminosa pesaban sobre su alma, y la fuente <strong>de</strong> sus lágrimas estalló mientras<br />

anhelaba aliviar toda su angustia. "y Jesús, conmoviéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro."<br />

Lázaro había sido puesto en una cueva rocosa, y una piedra maciza había sido puesta frente a la<br />

entrada. "quitad la piedra," dijo Cristo. Pensando que él <strong>de</strong>seaba tan sólo mirar al muerto, marta<br />

objetó diciendo que el cuerpo había estado sepultado cuatro días y que la corrupción había<br />

empezado ya su obra. esta <strong>de</strong>claración, hecha antes <strong>de</strong> la resurrección <strong>de</strong> Lázaro, no <strong>de</strong>jó a los<br />

enemigos <strong>de</strong> Cristo lugar para <strong>de</strong>cir que había subterfugio. en lo pasado, los fariseos habían hecho<br />

circular falsas <strong>de</strong>claraciones acerca <strong>de</strong> las más maravillosas manifestaciones <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Dios.<br />

Cuando Cristo <strong>de</strong>volvió la vida a la hija <strong>de</strong> Jairo, había dicho: "la muchacha no es muerta, mas<br />

duerme."* como ella había estado enferma tan sólo un corto tiempo y fue resucitada<br />

inmediatamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte, los fariseos <strong>de</strong>clararon que la niña no había muerto; que<br />

Cristo mismo había dicho que estaba tan sólo dormida. Habían tratado <strong>de</strong> dar la impresión <strong>de</strong> que<br />

Cristo no podía sanar a los enfermos, que había engaños en sus milagros. Pero en este caso, nadie<br />

podía negar que Lázaro había muerto. Cuando el Señor está <strong>por</strong> hacer una obra, satanás induce a<br />

alguno a objetar. "quitad la piedra," dijo Cristo. en cuanto sea posible, preparad el camino para mi<br />

obra. Pero la naturaleza positiva y ambiciosa <strong>de</strong> marta se manifestó. Ella no quería que el cuerpo<br />

ya en <strong>de</strong>scomposición fuese expuesto a las miradas. El corazón humano es tardo para compren<strong>de</strong>r<br />

las palabras <strong>de</strong> Cristo, y la fe <strong>de</strong> marta no había asimilado el verda<strong>de</strong>ro significado <strong>de</strong> su promesa.<br />

Cristo reprendió a marta, pero sus palabras fueron pronunciadas con la mayor amabilidad. "¿no te<br />

he dicho que, si creyeres, verás la gloria <strong>de</strong> Dios?" ¿Por qué habríais <strong>de</strong> dudar <strong>de</strong> mi po<strong>de</strong>r ? ¿Por<br />

qué razonar contrariamente a mis requerimientos? tenéis mi palabra. Si queréis creer, veréis la<br />

gloria <strong>de</strong> Dios. <strong>La</strong>s imposibilida<strong>de</strong>s naturales no pue<strong>de</strong>n impedir la obra <strong>de</strong>l omnipotente. El<br />

escepticismo y la incredulidad no son humildad. la creencia implícita en la palabra <strong>de</strong> Cristo es<br />

verda<strong>de</strong>ra humildad, verda<strong>de</strong>ra entrega propia. "quitad la piedra." Cristo podría haber or<strong>de</strong>nado a<br />

la piedra que se apartase, y habría obe<strong>de</strong>cido a su voz. podría haber or<strong>de</strong>nado a los ángeles que<br />

estaban a su lado que la sacasen. a su or<strong>de</strong>n, manos invisibles habrían removido la piedra. Pero<br />

había <strong>de</strong> ser sacada <strong>por</strong> manos humanas. así Cristo quería mostrar que la humanidad ha <strong>de</strong> cooperar<br />

con la divinidad. No se pi<strong>de</strong> al po<strong>de</strong>r divino que haga lo que el po<strong>de</strong>r humano pue<strong>de</strong> hacer. Dios<br />

no hace a un lado la ayuda <strong>de</strong>l hombre. le fortalece y coopera con él mientras emplea las faculta<strong>de</strong>s<br />

y capacida<strong>de</strong>s que se le dan. la or<strong>de</strong>n se cumplió. la piedra fue puesta a un lado. todo fue hecho<br />

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