14.09.2016 Views

La Vida de Jesus por Elena de White

EN el corazón de toda la humanidad, sin distinción de etnicidad, religión o clase socioeconómica, hay un indecible deseo ardiente de algo intangible - el alma tan vacía y desconforme. Este anhelo es inherente en la misma constitución del hombre por un Creador misericordioso, para que el hombre no se sienta satisfecho con su presente condición, lo que sea que pueda ser. Pero es posible la experiencia de plenitud espiritual en Jesucristo. El profeta Ageo llama con justicia a Cristo "el Deseado de todas las gentes". Es el propósito de este libro presentar a Jesucristo como Aquel en quien puede satisfacerse todo anhelo - con abundante enseñanza, poder insondable, muchas vislumbres de su vida ejemplar de Jesús de Nazaret.

EN el corazón de toda la humanidad, sin distinción de etnicidad, religión o clase socioeconómica, hay un indecible deseo ardiente de algo intangible - el alma tan vacía y desconforme. Este anhelo es inherente en la misma constitución del hombre por un Creador misericordioso, para que el hombre no se sienta satisfecho con su presente condición, lo que sea que pueda ser. Pero es posible la experiencia de plenitud espiritual en Jesucristo. El profeta Ageo llama con justicia a Cristo "el Deseado de todas las gentes". Es el propósito de este libro presentar a Jesucristo como Aquel en quien puede satisfacerse todo anhelo - con abundante enseñanza, poder insondable, muchas vislumbres de su vida ejemplar de Jesús de Nazaret.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Señoriales saduceos, el partido <strong>de</strong> los sacerdotes, los escépticos y aristócratas <strong>de</strong> la nación. <strong>La</strong>s<br />

dos sectas habían estado en acerba enemistad.<br />

Los saduceos cortejaban el favor <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r gobernante, a fin <strong>de</strong> conservar su propia posición y<br />

autoridad. Por otro lado, los fariseos fomentaban el odio popular contra los romanos, anhelando el<br />

tiempo en que pudieran <strong>de</strong>sechar el yugo <strong>de</strong> los conquistadores. Pero los fariseos y saduceos se<br />

unieron ahora contra Cristo. Los iguales se buscan; y el mal, don<strong>de</strong>quiera que exista, se confabula<br />

con el mal para <strong>de</strong>struir lo bueno. Ahora los fariseos y saduceos vinieron a Cristo, pidiendo una<br />

señal <strong>de</strong>l cielo. Cuando, en los días <strong>de</strong> Josué, Israel salió a pelear con los cananeos en Beth-orón,<br />

el sol se <strong>de</strong>tuvo a la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l caudillo hasta que se logró la victoria. Y muchos prodigios similares<br />

se habían manifestado en la historia <strong>de</strong> Israel. Exigieron a Jesús alguna señal parecida. Pero estas<br />

señales no eran lo que los judíos necesitaban.<br />

Ninguna simple evi<strong>de</strong>ncia externa podía beneficiarlos. Lo que necesitaban no era ilustración<br />

intelectual, sino renovación espiritual. "Hipócritas --dijo Jesús,-- que sabéis hacer diferencia en la<br />

faz <strong>de</strong>l cielo" --pues estudiando el cielo podían pre<strong>de</strong>cir el tiempo;-- "¿y en las señales <strong>de</strong> los<br />

tiempos no podéis?" <strong>La</strong>s palabras que Cristo pronunciaba con el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Espíritu Santo que los<br />

convencía <strong>de</strong> pecado eran la señal que Dios había dado para su salvación. Y habían sido dadas<br />

señales directas <strong>de</strong>l cielo para atestiguar la misión <strong>de</strong> Cristo. El canto <strong>de</strong> los ángeles a los pastores,<br />

la estrella que guió a los magos, la paloma y la voz <strong>de</strong>l cielo en ocasión <strong>de</strong> su bautismo, eran<br />

testimonios en su favor. "Y gimiendo en su espíritu, dice: ¿Por qué pi<strong>de</strong> señal esta generación ?"<br />

"Mas señal no le será dada, sino la señal <strong>de</strong> Jonás profeta." Como Jonás había estado tres días y<br />

tres noches en el vientre <strong>de</strong> la ballena, Cristo había <strong>de</strong> pasar el mismo tiempo "en el corazón <strong>de</strong> la<br />

tierra." Y como la predicación <strong>de</strong> Jonás era una señal para los habitantes <strong>de</strong> Nínive, la predicación<br />

<strong>de</strong> Cristo era una señal para su generación.<br />

Pero, ¡qué contraste en la manera <strong>de</strong> recibir la palabra! Los habitantes <strong>de</strong> la gran ciudad pagana<br />

temblaron al oír la amonestación <strong>de</strong> Dios. Reyes y nobles se humillaron; encumbrados y humil<strong>de</strong>s<br />

juntos clamaron al Dios <strong>de</strong>l cielo, y su misericordia les fue concedida. Los hombres <strong>de</strong> Nínive se<br />

levantarán en el juicio con esta generación --había dicho Cristo,-- y la con<strong>de</strong>narán; <strong>por</strong>que ellos se<br />

arrepintieron a la predicación <strong>de</strong> Jonás; y he aquí más que Jonás en este lugar.'* Cada milagro que<br />

Cristo realizaba era una señal <strong>de</strong> su divinidad. Él estaba haciendo la obra que había sido predicha<br />

acerca <strong>de</strong>l Mesías, pero para los fariseos estas obras <strong>de</strong> misericordia eran una ofensa positiva. Los<br />

dirigentes judíos miraban con <strong>de</strong>spiadada indiferencia el sufrimiento humano. En muchos casos,<br />

su egoísmo y opresión habían causado la aflicción que Cristo aliviaba. Así que sus milagros les<br />

eran un reproche. Lo que indujo a los judíos a rechazar la obra <strong>de</strong>l Salvador era la más alta<br />

271

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!