14.09.2016 Views

La Vida de Jesus por Elena de White

EN el corazón de toda la humanidad, sin distinción de etnicidad, religión o clase socioeconómica, hay un indecible deseo ardiente de algo intangible - el alma tan vacía y desconforme. Este anhelo es inherente en la misma constitución del hombre por un Creador misericordioso, para que el hombre no se sienta satisfecho con su presente condición, lo que sea que pueda ser. Pero es posible la experiencia de plenitud espiritual en Jesucristo. El profeta Ageo llama con justicia a Cristo "el Deseado de todas las gentes". Es el propósito de este libro presentar a Jesucristo como Aquel en quien puede satisfacerse todo anhelo - con abundante enseñanza, poder insondable, muchas vislumbres de su vida ejemplar de Jesús de Nazaret.

EN el corazón de toda la humanidad, sin distinción de etnicidad, religión o clase socioeconómica, hay un indecible deseo ardiente de algo intangible - el alma tan vacía y desconforme. Este anhelo es inherente en la misma constitución del hombre por un Creador misericordioso, para que el hombre no se sienta satisfecho con su presente condición, lo que sea que pueda ser. Pero es posible la experiencia de plenitud espiritual en Jesucristo. El profeta Ageo llama con justicia a Cristo "el Deseado de todas las gentes". Es el propósito de este libro presentar a Jesucristo como Aquel en quien puede satisfacerse todo anhelo - con abundante enseñanza, poder insondable, muchas vislumbres de su vida ejemplar de Jesús de Nazaret.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Maestro, nos elevaremos <strong>por</strong> encima <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sprecios, los rechazamientos, las molestias a las que<br />

estamos diariamente expuestos; y estas cosas <strong>de</strong>jarán <strong>de</strong> oprimir nuestro ánimo. <strong>La</strong> mayor<br />

evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> nobleza que haya en el cristiano es el dominio propio. El que bajo un ultraje o la<br />

crueldad no conserva un espíritu confiado y sereno <strong>de</strong>spoja a Dios <strong>de</strong> su <strong>de</strong>recho a revelar en él su<br />

propia perfección <strong>de</strong> carácter.<br />

<strong>La</strong> humildad <strong>de</strong> corazón es la fuerza que da la victoria a los discípulos <strong>de</strong> Cristo; es la prenda <strong>de</strong><br />

su relación con los atrios celestiales. "Porque el alto Jehová atien<strong>de</strong> al humil<strong>de</strong>."* Los que revelan<br />

el espíritu manso y humil<strong>de</strong> <strong>de</strong> Cristo, son consi<strong>de</strong>rados tiernamente <strong>por</strong> Dios. El mundo pue<strong>de</strong><br />

mirarlos con <strong>de</strong>sprecio, pero son <strong>de</strong> gran valor ante los ojos <strong>de</strong> Dios. No sólo los sabios, los<br />

gran<strong>de</strong>s, los benefactores, obtendrán entrada en los atrios celestiales; no sólo el activo trabajador,<br />

lleno <strong>de</strong> celo y actividad incesante. No; el pobre <strong>de</strong> espíritu que anhela la presencia permanente <strong>de</strong><br />

Cristo, el humil<strong>de</strong> <strong>de</strong> corazón, cuya más alta ambición es hacer la voluntad <strong>de</strong> Dios, éstos<br />

obtendrán abundante entrada. Se hallarán entre aquellos que habrán lavado sus ropas y las habrán<br />

blanqueado en la sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro. "Por esto están <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l trono <strong>de</strong> Dios, y le sirven día y<br />

noche en su templo: y el que está sentado en el trono ten<strong>de</strong>rá su pabellón sobre ellos."*<br />

"Bienaventurados los que tienen hambre y sed <strong>de</strong> justicia."<br />

El sentimiento <strong>de</strong> su indignidad inducirá al corazón a tener hambre y sed <strong>de</strong> justicia, y este <strong>de</strong>seo<br />

no quedará frustrado. Los que <strong>de</strong>n lugar a Jesús en su corazón, llegarán a sentir su amor. Todos<br />

los que anhelan poseer la semejanza <strong>de</strong>l carácter <strong>de</strong> Dios quedarán satisfechos. El Espíritu Santo<br />

no <strong>de</strong>ja nunca sin ayuda al alma que mira a Jesús. Toma <strong>de</strong> las cosas <strong>de</strong> Cristo y se las revela. Si<br />

la mirada se mantiene fija en Cristo, la obra <strong>de</strong>l Espíritu no cesa hasta que el alma queda<br />

conformada a su imagen. El elemento puro <strong>de</strong>l amor dará expansión al alma y la capacitará para<br />

llegar a un nivel superior, un conocimiento acrecentado <strong>de</strong> las cosas celestiales, <strong>de</strong> manera que<br />

alcanzará la plenitud. "Bienaventurados los que tienen hambre y sed <strong>de</strong> justicia; <strong>por</strong>que ellos serán<br />

hartos."<br />

Los misericordiosos hallarán misericordia, y los limpios <strong>de</strong> corazón verán a Dios. Todo<br />

pensamiento impuro contamina el alma, menoscaba el sentido moral y tien<strong>de</strong> a obliterar las<br />

impresiones <strong>de</strong>l Espíritu Santo. Empaña la visión espiritual, <strong>de</strong> manera que los hombres no puedan<br />

contemplar a Dios. El Señor pue<strong>de</strong> perdonar al pecador arrepentido, y le perdona; pero aunque esté<br />

perdonada, el alma queda mancillada. Toda impureza <strong>de</strong> palabras o <strong>de</strong> pensamientos <strong>de</strong>be ser<br />

rehuida <strong>por</strong> aquel que quiera tener un claro discernimiento <strong>de</strong> la verdad espiritual. Pero las palabras<br />

<strong>de</strong> Cristo abarcan más que el evitar la impureza sensual, más que el evitar la contaminación<br />

ceremonial que los judíos rehuían tan rigurosamente. El egoísmo nos impi<strong>de</strong> contemplar a Dios.<br />

195

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!