14.09.2016 Views

La Vida de Jesus por Elena de White

EN el corazón de toda la humanidad, sin distinción de etnicidad, religión o clase socioeconómica, hay un indecible deseo ardiente de algo intangible - el alma tan vacía y desconforme. Este anhelo es inherente en la misma constitución del hombre por un Creador misericordioso, para que el hombre no se sienta satisfecho con su presente condición, lo que sea que pueda ser. Pero es posible la experiencia de plenitud espiritual en Jesucristo. El profeta Ageo llama con justicia a Cristo "el Deseado de todas las gentes". Es el propósito de este libro presentar a Jesucristo como Aquel en quien puede satisfacerse todo anhelo - con abundante enseñanza, poder insondable, muchas vislumbres de su vida ejemplar de Jesús de Nazaret.

EN el corazón de toda la humanidad, sin distinción de etnicidad, religión o clase socioeconómica, hay un indecible deseo ardiente de algo intangible - el alma tan vacía y desconforme. Este anhelo es inherente en la misma constitución del hombre por un Creador misericordioso, para que el hombre no se sienta satisfecho con su presente condición, lo que sea que pueda ser. Pero es posible la experiencia de plenitud espiritual en Jesucristo. El profeta Ageo llama con justicia a Cristo "el Deseado de todas las gentes". Es el propósito de este libro presentar a Jesucristo como Aquel en quien puede satisfacerse todo anhelo - con abundante enseñanza, poder insondable, muchas vislumbres de su vida ejemplar de Jesús de Nazaret.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán." Muchos falsos Mesías iban a presentarse<br />

pretendiendo realizar milagros y <strong>de</strong>clarando que el tiempo <strong>de</strong> la liberación <strong>de</strong> la nación judía había<br />

venido. Iban a engañar a muchos. <strong>La</strong>s palabras <strong>de</strong> Cristo se cumplieron. Entre su muerte y el sitio<br />

<strong>de</strong> Jerusalén, aparecieron muchos falsos Mesías. Pero esta amonestación fue dada también a los<br />

que viven en esta época <strong>de</strong>l mundo. Los mismos engaños practicados antes <strong>de</strong> la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong><br />

Jerusalén han sido practicados a través <strong>de</strong> los siglos, y lo serán <strong>de</strong> nuevo. "Y oiréis guerras, y<br />

rumores <strong>de</strong> guerras: mirad que no os turbéis; <strong>por</strong>que es menester que todo esto acontezca; mas aún<br />

no es el fin."<br />

Antes <strong>de</strong> la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> Jerusalén, los hombres contendían <strong>por</strong> la supremacía. Se mataban<br />

emperadores. Se mataba también a los que se creía más cercanos al trono. Había guerras y rumores<br />

<strong>de</strong> guerras. "Es menester que todo esto acontezca --dijo Cristo;-- mas aún no es el fin [<strong>de</strong> la nación<br />

judía como tal.] Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá<br />

pestilencias, y hambres, y terremotos <strong>por</strong> los lugares. Y todas estas cosas, principio <strong>de</strong> dolores."<br />

Cristo dijo: A medida que los rabinos vean estas señales, <strong>de</strong>clararán que son los juicios <strong>de</strong> Dios<br />

sobre las naciones <strong>por</strong> mantener a su pueblo escogido en servidumbre. Declararán que estas señales<br />

son indicios <strong>de</strong>l advenimiento <strong>de</strong>l Mesías. No os engañéis; son el principio <strong>de</strong> sus juicios.<br />

El pueblo se miró a sí mismo. No se arrepintió ni se convirtió para que yo lo sanase. <strong>La</strong>s señales<br />

que ellos presenten como indicios <strong>de</strong> su liberación <strong>de</strong> la servidumbre, os serán señales <strong>de</strong> su<br />

<strong>de</strong>strucción. "Entonces os entregarán para ser afligidos, y os matarán; y seréis aborrecidos <strong>de</strong> todas<br />

las gentes <strong>por</strong> causa <strong>de</strong> mi nombre. Y muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán unos<br />

a otros, y unos a otros se aborrecerán." Todo esto lo sufrieron los cristianos. Hubo padres y madres<br />

que traicionaron a sus hijos e hijos que traicionaron a sus padres. Amigos hubo que entregaron a<br />

sus amigos al Sanedrín. Los perseguidores cumplieron su propósito matando a Esteban, Santiago<br />

y otros cristianos. Mediante sus siervos, Dios dio al pueblo judío una última o<strong>por</strong>tunidad <strong>de</strong><br />

arrepentirse. Se manifestó <strong>por</strong> medio <strong>de</strong> sus testigos cuando se los arrestó, juzgó y encarceló. Sin<br />

embargo, sus jueces pronunciaron sobre ellos la sentencia <strong>de</strong> muerte. Eran hombres <strong>de</strong> quienes el<br />

mundo no era digno, y matándolos, los judíos crucificaban <strong>de</strong> nuevo al Hijo <strong>de</strong> Dios.<br />

Así suce<strong>de</strong>rá nuevamente. <strong>La</strong>s autorida<strong>de</strong>s harán leyes para restringir la libertad religiosa.<br />

Asumirán el <strong>de</strong>recho que pertenece a Dios solo. Pensarán que pue<strong>de</strong>n forzar la conciencia que<br />

únicamente Dios <strong>de</strong>be regir. Aun ahora están comenzando; y continuarán esta obra hasta alcanzar<br />

el límite que no pue<strong>de</strong>n pasar. Dios se interpondrá en favor <strong>de</strong> su pueblo leal, que observa sus<br />

mandamientos. En toda ocasión en que haya persecución, los que la presencian se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n o en<br />

favor <strong>de</strong> Cristo o contra él. Los que manifiestan simpatía <strong>por</strong> aquellos que son con<strong>de</strong>nados<br />

428

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!