ENCUENTROS SOCIALES Y DIVERSIONES - Gobierno de Jalisco ...
ENCUENTROS SOCIALES Y DIVERSIONES - Gobierno de Jalisco ...
ENCUENTROS SOCIALES Y DIVERSIONES - Gobierno de Jalisco ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
244 <strong>ENCUENTROS</strong> <strong>SOCIALES</strong> Y <strong>DIVERSIONES</strong><br />
Pero el juego <strong>de</strong> gallos fue también escenario <strong>de</strong> concurrencias <strong>de</strong> las<br />
altas esferas sociales y políticas. Muchos adinerados <strong>de</strong>bían mostrar sus buenos<br />
modales sin importar si ganaban o perdían, incluso enormes fortunas. En<br />
Guadalajara y en otras poblaciones <strong>de</strong> la Nueva Galicia, el juego <strong>de</strong> gallos era<br />
un gran atractivo para funcionarios <strong>de</strong> alto nivel, al grado <strong>de</strong> que el virrey,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su posición <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, tenía que intervenir para mo<strong>de</strong>rar a algunos influyentes<br />
neogallegos asiduos al juego, los cuales no sólo tenían fama <strong>de</strong> apostadores,<br />
sino que a<strong>de</strong>más eran criadores <strong>de</strong> aves <strong>de</strong> combate y promovían las<br />
jugadas, con las consecuentes críticas y rechazo por parte <strong>de</strong> los grupos que<br />
se oponían al juego:<br />
Así en 1742 el virrey con<strong>de</strong> <strong>de</strong> Fuenclara <strong>de</strong>stituyó al Oidor supernumerario <strong>de</strong> la<br />
Audiencia <strong>de</strong> Guadalajara don Sebastián Calvo, a causa <strong>de</strong> la mala y vicios contrarios<br />
a su labor <strong>de</strong> funcionario real. Este oidor no sólo jugaba a los gallos, sino que él mismo<br />
tenía gallos <strong>de</strong> apuesta, los cuales llevaba a las minas <strong>de</strong> Sombrerete para jugarlos,<br />
provocando escándalos y críticas <strong>de</strong>l Alcal<strong>de</strong> mayor <strong>de</strong> aquel lugar (Sarabia Viejo,<br />
1972: 20).<br />
Por todo el territorio <strong>de</strong>l virreinato se jugaban gallos, y llegó a constituir<br />
el juego una <strong>de</strong> las principales diversiones <strong>de</strong> todos los estratos sociales, pobres<br />
y ricos, fugitivos y honrados personajes; todos se co<strong>de</strong>aban en un palenque<br />
en torno a la lidia <strong>de</strong> gallos, las apuestas, la algarabía y el ambiente festivo.<br />
También se jugaba en improvisadas plazas montadas en patios <strong>de</strong> casas <strong>de</strong><br />
gente pudiente, así las personas notables podían apostar inmersos en un ámbito<br />
<strong>de</strong> discreción, «incluso los ministros <strong>de</strong> Justicia y altos personajes jugaban<br />
en sus casas y, con el pretexto <strong>de</strong> adquirir limosnas para centros benéficos,<br />
se veían con frecuencia eclesiásticos en estas peleas <strong>de</strong> gallos» (Sarabia<br />
Viejo, 1972: 27).<br />
EL JUEGO DE GALLOS, LO LÚDICO COMPLEJO<br />
Todos los juegos requieren <strong>de</strong> tiempo libre y <strong>de</strong> reglas acordadas; hay juegos<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>streza, <strong>de</strong> competencia, <strong>de</strong> suerte o azar, <strong>de</strong> simulacro y vértigo (Caillois,<br />
1986). Pero los hay que combinan algunas <strong>de</strong> estas posibilida<strong>de</strong>s y el caso que<br />
nos ocupa es uno <strong>de</strong> ellos; no sólo está presente el azar, sino que hay compe-