Notas para la cartera del viticultor o fabricante - Academia da Vinha ...

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introducido y tener tiempo de definir mentalmente
la impresión.
El tabaco embota mucho el olfato; su uso no
conviene al buen catador.
Los sabores son los escitantes propios del
gusto: este último tiene por órgano especial la
membrana que reviste la superficie superior de
la lengua, la que tapiza los labios, la cavidad
de la boca, el velo del paladar y la parte superior
de la laringe. El contacto del cuerpo sápido
con la membrana lingual produce la impresión
y de ésta nace la sensación. Llámanse
cuerpos sápidos, ó sabrosos, los que causan una
impresión más ó menos fuerte en el paladar, é
insípidos los que la producen muy débil y casi
imperceptible. Más adelante indicaremos en
qué sitio de la boca, de la lengua, ó de la laringe
se perciben sensaciones características de
los varios defectos ó buenas cualidades de los
vinos, aunque es tan imposible clasificar los
sabores como definirlos.
Las calificaciones de dulce, de salado, de
acido, acedo, acre, seco, etc., etc., y la denominación
general de agradable y de desagradable,
sirve á muchos para indicar próximamente
la propiedad saborosa de los cuerpos.
Para muchos las sensaciones no se pueden siempre
definir; para comprenderlas es necesario
haberlas percibido; al que no tiene paladar