13.05.2013 Views

Isaías capítulo 1 - Una página de teología luterana en español

Isaías capítulo 1 - Una página de teología luterana en español

Isaías capítulo 1 - Una página de teología luterana en español

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

emana <strong>de</strong> sí el fuego <strong>de</strong>l juicio. El pecado produce el castigo, por <strong>de</strong>cirlo así, como fruto<br />

maduro. Y este fuego <strong>de</strong> juicio, que resulta <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pravación, consume cardos y espinos,<br />

los matorrales salvajes, y luego se exti<strong>en</strong><strong>de</strong> más lejos y <strong>en</strong>ci<strong>en</strong><strong>de</strong> el bosque espeso.<br />

realm<strong>en</strong>te significa: ―se tiran ellos mismos a una inm<strong>en</strong>sa cortina <strong>de</strong><br />

humo‖. La espesura <strong>de</strong>l bosque, una vez que se ha quemado, se disuelve y se eleva como<br />

remolinos <strong>de</strong> humo espeso.<br />

Aquí se repres<strong>en</strong>ta con colores vivos la imag<strong>en</strong> <strong>de</strong> un inc<strong>en</strong>dio <strong>de</strong>l bosque. Esto<br />

concuerda con lo que dice el v. 19, que la tierra está quemada. Según el árabe esto es lo<br />

que quiere <strong>de</strong>cir el hapax legom<strong>en</strong>on, . Lo que quiere <strong>de</strong>cir, cuando el texto continúa,<br />

es que el pueblo se convierte <strong>en</strong> pasto para el fuego; son consumidos, <strong>de</strong>struidos. El<br />

fuego es una imag<strong>en</strong> <strong>de</strong>l juicio final. Porque el fuego consume su objeto. Y no son sólo<br />

los malhechores notorios, los cardos y espinos, los que sucumb<strong>en</strong>. Al contrario, todo el<br />

matorral <strong>de</strong>l bosque, ―toda la masa <strong>de</strong> g<strong>en</strong>te <strong>en</strong>redada <strong>en</strong> los lazos <strong>de</strong> la maldad‖, cae <strong>en</strong><br />

el juicio y la <strong>de</strong>strucción.<br />

En el v. 19 como orig<strong>en</strong> <strong>de</strong>l juicio <strong>de</strong> fuego se nombra al Señor <strong>de</strong> los ejércitos. El juicio<br />

y el castigo constituy<strong>en</strong> el rebrote y el flujo <strong>de</strong> la ira <strong>de</strong> Dios, así como por otro lado, son<br />

el resultado <strong>de</strong> la maldad <strong>de</strong>l hombre. La maldad <strong>de</strong> los hombres hace surgir la ira y el<br />

castigo <strong>de</strong> Dios. Estas tres acciones, la maldad humana, la ira divina, y el juicio y la<br />

con<strong>de</strong>nación se un<strong>en</strong> inseparablem<strong>en</strong>te. Aquí se profetiza, como <strong>en</strong> profecías anteriores,<br />

la ira <strong>de</strong> Dios que le sobrevino a Judá <strong>en</strong> el 70 d.C.<br />

<strong>Una</strong> característica espectacular <strong>de</strong>l juicio se agrega <strong>en</strong> los vv. 19b-21a. Nadie perdona ni<br />

siquiera a su prójimo. Le cortan su camino a la <strong>de</strong>recha y a la izquierda, lo cual<br />

quiere <strong>de</strong>cir que cada uno se alim<strong>en</strong>ta <strong>de</strong> la carne <strong>de</strong> su propio brazo, <strong>de</strong> la carne <strong>de</strong> su<br />

propia familia y <strong>de</strong>sc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes; pero aún así se quedan con hambre; su sed <strong>de</strong> sangre no<br />

se sacia. Las dos tribus <strong>de</strong> Efraín y Manasés, tan íntimam<strong>en</strong>te unidas por lazos<br />

fraternales, se <strong>de</strong>voran <strong>en</strong>tre sí, y las dos ca<strong>en</strong> sobre Judá. Ésta es una severa ilustración<br />

<strong>de</strong>l fratricidio inhumano, sangri<strong>en</strong>to. La lucha fraternal, que ti<strong>en</strong>e su orig<strong>en</strong> <strong>en</strong> la división<br />

<strong>de</strong>l reino, alcanzará su apogeo hacia el final.<br />

Instintivam<strong>en</strong>te p<strong>en</strong>samos aquí <strong>en</strong> las esc<strong>en</strong>as horrorosas <strong>de</strong> la última guerra judíoromana,<br />

que terminó con la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> Jerusalén. En ese tiempo, la nación judía<br />

estaba dividida <strong>en</strong> partidos que mataban y asesinaban los unos a los otros. Cuando ahora<br />

se habla también <strong>de</strong> esta ira final que no se apaciguará ni disminuirá, esto quiere <strong>de</strong>cir lo<br />

mismo que el profeta <strong>de</strong>scribe <strong>en</strong> el 66:24 acerca <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> los impíos con las palabras:<br />

―Su gusano nunca morirá ni su fuego se apagará‖. La ira final es eterna. El <strong>de</strong>stino final<br />

<strong>de</strong> los pecadores obstinados es la eterna con<strong>de</strong>nación.<br />

10:1-4 ¡Ay <strong>de</strong> los que dictan leyes injustas y prescrib<strong>en</strong> tiranía, para apartar <strong>de</strong>l juicio a<br />

los pobres y para privar <strong>de</strong> su <strong>de</strong>recho a los afligidos <strong>de</strong> mi pueblo; para <strong>de</strong>spojar a las<br />

viudas y robar a los huérfanos! ¿Y qué haréis <strong>en</strong> el día <strong>de</strong>l castigo? ¿A quién os<br />

acogeréis para que os ayu<strong>de</strong> cuando llegue <strong>de</strong> lejos el <strong>de</strong>sastre? ¿En dón<strong>de</strong> <strong>de</strong>jaréis<br />

101

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!