13.05.2013 Views

Isaías capítulo 1 - Una página de teología luterana en español

Isaías capítulo 1 - Una página de teología luterana en español

Isaías capítulo 1 - Una página de teología luterana en español

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Dios <strong>de</strong> la misma forma que lo hac<strong>en</strong> los ángeles celestiales, porque son pecadores y<br />

ti<strong>en</strong><strong>en</strong> labios inmundos.<br />

La segunda mitad <strong>de</strong>l versículo, el tercer , afirma la razón por todo el complejo <strong>de</strong><br />

p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> el v. 5a. <strong>Isaías</strong> ha visto al Rey <strong>de</strong>l cielo, Jehová <strong>de</strong> los ejércitos. Y <strong>en</strong> el<br />

Antiguo Testam<strong>en</strong>to la afirmación <strong>de</strong> que un pecador ha visto a Dios implicaba que t<strong>en</strong>ía<br />

que morir. Vea Éxo. 33:20: ―ningún hombre podrá verme y seguir vivi<strong>en</strong>do‖. Como aquí<br />

<strong>Isaías</strong>, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral los pecadores están ante Dios, el Santo, como inmundos, como<br />

criaturas perdidas y con<strong>de</strong>nadas.<br />

v. 6,7: Y voló hacia mí uno <strong>de</strong> los serafines, tray<strong>en</strong>do <strong>en</strong> su mano un carbón <strong>en</strong>c<strong>en</strong>dido,<br />

tomado <strong>de</strong>l altar con unas t<strong>en</strong>azas. Tocando con él sobre mi boca, dijo: “He aquí que<br />

esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa y limpio tu pecado”.<br />

El profeta, que se <strong>de</strong>sespera como uno que se da por muerto, asombrosam<strong>en</strong>te es<br />

levantado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba y consolado. La causa <strong>de</strong> su temor y ansiedad ya no existe. En el<br />

santuario celestial también se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra un altar, y éste sirve para la expiación. Uno <strong>de</strong><br />

los serafines con un par <strong>de</strong> t<strong>en</strong>azas toma un carbón <strong>en</strong>c<strong>en</strong>dido <strong>de</strong>l altar. Con este carbón<br />

toca ( , hifil) la boca <strong>de</strong>l profeta, y <strong>de</strong> esta forma le quita su iniquidad, se expía su<br />

pecado. Con este proceso simbólico se ilustra el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to <strong>de</strong> que hay expiación con<br />

Dios <strong>en</strong> el cielo, y que esta expiación es <strong>en</strong> b<strong>en</strong>eficio <strong>de</strong>l hombre <strong>en</strong> la tierra.<br />

Todo lo que <strong>Isaías</strong> ha visto hasta ahora ha t<strong>en</strong>ido como meta este procedimi<strong>en</strong>to que<br />

efectúa su absolución. Por este hecho po<strong>de</strong>mos compr<strong>en</strong><strong>de</strong>r correctam<strong>en</strong>te toda la visión.<br />

Hay una expiación por el pecado, y Dios mismo la ha efectuado. Éste es el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to<br />

fundam<strong>en</strong>tal.<br />

El profeta aquí ha revelado una vista <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong> la reconciliación. En Juan 12:41 esta<br />

visión se interpreta con el significado <strong>de</strong> que <strong>Isaías</strong> vio la gloria <strong>de</strong> Jesús. Jesucristo, el<br />

Re<strong>de</strong>ntor <strong>de</strong> los hombres pecadores, está <strong>en</strong> el fondo <strong>de</strong> esta revelación divina. Es<br />

fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te una profecía mesiánica. Este p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to fundam<strong>en</strong>tal arroja luz<br />

sobre todas las esc<strong>en</strong>as individuales <strong>de</strong> esta asombrosa visión. Des<strong>de</strong> este punto c<strong>en</strong>tral<br />

una vez más po<strong>de</strong>mos imaginar los p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos y la continuidad <strong>de</strong> la profecía.<br />

Los hombres son pecadores. Son inmundos. Han amontonado la iniquidad, la trasgresión<br />

y el pecado. Sí, por naturaleza son inmundos, totalm<strong>en</strong>te corruptos, y así perdidos y<br />

con<strong>de</strong>nados. Sin embargo, Dios ahora ha efectuado una expiación por el pecado. Hay una<br />

ofr<strong>en</strong>da por nuestros pecados, un sacrificio propiciatorio. El altar señala un sacrificio.<br />

Este sacrificio expiatorio es Cristo. El Nuevo Testam<strong>en</strong>to <strong>en</strong>seña esto. <strong>Isaías</strong> también lo<br />

hizo con palabras claras. Vea <strong>capítulo</strong> 53. Cristo ha hecho la expiación por el pecado.<br />

<strong>Isaías</strong> vio la gloria <strong>de</strong> Jesús. Sin embargo, la obra <strong>de</strong> la re<strong>de</strong>nción no es exclusivam<strong>en</strong>te<br />

obra <strong>de</strong> esta única persona. Qui<strong>en</strong> es tres veces Santo, el Dios trino, <strong>de</strong>cretó la re<strong>de</strong>nción<br />

y la llevó a cabo. El Padre <strong>en</strong>vió a su Hijo para ser la reconciliación por nuestros pecados.<br />

Y el Espíritu Santo es qui<strong>en</strong> imputó el perdón <strong>de</strong> los pecados a la humanidad pecadora.<br />

La obra <strong>de</strong> re<strong>de</strong>nción es una obra <strong>de</strong>l amor compasivo <strong>de</strong> Dios. Pero <strong>en</strong> ella se <strong>de</strong>muestra<br />

la santidad <strong>de</strong> Dios.<br />

53

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!