Libro de actas del VI Congreso Español de Criminología

VI Congreso Español de Criminología
PROGRAMA DE INTERVENCIÓN EN RÉGIMEN CERRADO
Marta García Holguín
Centro Penitenciario A Lama- Pontevedra
El mero paso del tiempo en un Centro Penitenciario produce una serie de cambios
sobre el individuo, que se agravan en aquellos internos que permanecen en un
departamento especial o régimen de vida cerrado. Entre otros: Cambios en la autoestima:
a medida que pasa el tiempo en prisión, la autoestima parece disminuir debido a que
tienden a considerarse personas con una alta probabilidad de tener problemas legales e
institucionales; Adaptación al entorno anormal de la prisión: esto tiene consecuencias
como exageración de las situaciones, autoafirmación agresiva o sumisión frente a la
institución, dominio o sumisión en las relaciones interpersonales, alteración de la
sexualidad...; Ausencia de control sobre la propia vida; Ausencia de expectativas de
futuro; Pérdida de vínculos familiares y sociales; Deterioro de la salud física y mental.
Por todo ello se hace imprescindible el trabajo con internos en estos departamentos. La
intervención en Régimen Cerrado se orienta a proveer a los internos con aptitudes que no
se adquirieron en su momento, a través de un proceso que podemos denominar de resocialización.
Este planteamiento, que es general, plantea la intervención más como una
actividad educativa o de aprendizaje que como un abordaje clínico. Una vía teórica y
metodológica a partir de la cual operativizar este planteamiento y traducirlo en programas
concretos es el empleo de las técnicas de modificación de conducta. Estas técnicas,
derivadas de la teoría del aprendizaje, se orientan dentro de la prisión a desarrollar
procesos justamente de aprendizaje que permitan al interno compensar las carencias de su
proceso de socialización o sustituir aprendizajes disfuncionales por otros adaptativos. Por
lo tanto la intervención cognitivo-conductual comparte los objetivos generales de este
tipo de abordaje. A nivel Penitenciario: Realizada una evaluación inicial y final teniendo
en cuenta varios indicadores tales como: tiempo de permanencia en régimen cerrado,
número de incidentes regimentales y tipos, número de actividades que realiza, se ha
observado una significativa reducción en el número de comisión de partes disciplinarios,
así como en la gravedad de los mismos y se ha logrado la adaptación al régimen ordinario
de muchos de los internos participantes en el programa. A nivel Tratamental: Se realiza
una evaluación pre-tratamiento a través de una entrevista y varios tests psicométricos
(SIV; STAXI; SCL-90; IPDE; PICTS) y una evaluación post-tratamiento aplicando los
mismos cuestionarios. Aunque los resultados en los test no resultan concluyentes a nivel
observacional se constatan mejoras en la autoestima y en el desarrollo de habilidades
sociales, control de la agresividad, consecución de hábitos de vida saludable, estado de
ánimo positivo y mejores perspectivas de futuro.
46