Libro de actas del VI Congreso Español de Criminología

VI Congreso Español de Criminología
TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES (TACA)
Mª Mar Rodríguez Villaver, Marta García Holguín
Centros Penitenciarios de Pereiro de Aguiar (Ourense) y A Lama (Pontevedra)
Los animales se han considerado de valor terapéutico para los humanos desde la
época de Hipócrates. A lo largo de la historia los animales han realizado distintas
funciones para el hombre: alimentación, ayuda en las labores cotidianas, compañía….
Pero fue desde principios del siglo XX cuando se empiezan a utilizar los animales con un
sentido terapéutico en distintos tipos de instituciones: antiguos psiquiátricos, centros de
recuperación de soldados heridos, etc. En los años 70 el Dr. Boris Levinson, a través de
sus experiencias en su consulta de psiquiatría, junto con su perro Jingles, comienza a
interesarse por las posibilidades reales de los animales para ayudar a las personas en el
mantenimiento y recuperación de la salud y entonces comienza a plantear las bases de lo
que hoy se conoce por Terapia Asistida con Animales (TACA). La presencia de animales
de compañía en prisiones, que los presos tengan que cuidar, favorece la aparición de
otros pensamientos, otros sentimientos y otras actitudes mucho más flexibles y sanas en
los centros penitenciarios. Una actitud proactiva es en la que se piensa sobre el futuro y
sobre el día a día de una manera productiva y eficaz, de cara a sembrar un futuro más
prometedor en cuanto a proyectos y nuevas formas de vida. En el caso de los presos está
claro que sembrar el bien y los sentimientos positivos, hará que su rehabilitación se
convierta en una reflexión y un cambio en los esquemas conductuales, de pensamiento y
emoción. Las personas en centros penitenciarios están continuamente bajo el yugo de
calificativos, por temas de su pasado, y esto a veces pesa más que las condenas. Los
animales no nos juzgan ni nos recuerdan qué hemos hecho, sino que nos aceptan tal y
como somos en cada momento en que tenemos contacto con ellos. La intervención
desarrollada se trata de un programa continuo cuya duración para cada interno depende
de su evolución. El grupo está formado entre 7-10 internos que están en contacto diario
con los animales y asisten un día a la semana a sesiones terapéuticas grupales donde se
trabaja mejora de la autoestima, expresión de emociones y habilidades sociales y que se
realizan en uno de los espacios abiertos destinados para los perros, lo que supone una
forma diferente de terapia. En relación a los resulatdos de la intervención, se observa una
mejora de la adaptación a la normativa del Centro, objetivada por la no comisión de faltas
disciplinarias, así como la disminución de su grado de prisionización. Mediante la
evaluación pre y post con test psicométricos (Escala de autoestima de Rosenberg; Escala
de Desesperanza de Beck; Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo) se observa una
mejora de la autoestima y desarrollo de habilidades sociales, una mejor respuesta ante el
estrés y disminución de la ansiedad; además de consecución de hábitos de vida saludable
y mejores perspectivas de futuro.
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