18.05.2013 Views

ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia

ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia

ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Isaac Asimov <strong>Historia</strong> <strong>de</strong> los egipcios<br />

es difícil constatar que Octavio fue realmente el hombre más capacitado en toda la<br />

historia <strong>de</strong> Roma, sin excluir ni siquiera al mismo César -aunque Octavio carecía <strong>de</strong>l<br />

genio militar <strong>de</strong> su tío-abuelo.<br />

El partido que asesinó a César fue <strong>de</strong>rrotado en una batalla librada en Macedonia<br />

en el 42 a. C, y entonces Marco Antonio se hizo a la mar para ocupar sus posiciones en<br />

oriente. Estableció su cuartel general en Tarso, ciudad <strong>de</strong> la costa <strong>de</strong> Asia Menor.<br />

Evi<strong>de</strong>ntemente, la mayor necesidad <strong>de</strong> Marco Antonio era la <strong>de</strong> dinero, y éste<br />

siempre había estado en Egipto. Por ello, con modos <strong>de</strong> rey, emplazó a Cleopatra para que<br />

se encontrase con él en Tarso, para que le diese una explicación <strong>de</strong> la política egipcia<br />

posterior al asesinato <strong>de</strong> César. Naturalmente, Egipto se había mantenido a distancia y<br />

había tratado <strong>de</strong> mostrarse neutral, pues hasta el final no fue seguro quién iba a ganar.<br />

Esto no era una acción criminal, realmente, pero podía hacerse que lo pareciese por<br />

alguien interesado en hallar una excusa para sangrar a Egipto.<br />

Sin embargo, Cleopatra conservaba aún la misma baza que había utilizado siete<br />

años antes con César. Llegó a Tarso en barcos engalanados con lo mejor que las riquezas<br />

pue<strong>de</strong>n comprar o el lujo imaginar —y el cargamento más preciado era ella misma, que<br />

entonces tenía sólo veintiocho años—; Marco Antonio, como Julio César, se sintió<br />

completamente fascinado por la encantadora macedonia.<br />

Pero mientras que César nunca había <strong>de</strong>jado que el amor ofuscase la política,<br />

Marco Antonio fue siempre incapaz <strong>de</strong> apartar la política <strong>de</strong> su amor.<br />

La historia <strong>de</strong>l general romano y <strong>de</strong> la reina egipcia ha pasado a la historia como<br />

uno <strong>de</strong> los más gran<strong>de</strong>s relatos <strong>de</strong> amor <strong>de</strong> todos los tiempos, tanto más cuanto que tuvo<br />

un trágico fin y porque los amantes parecieron rechazar todo excepto el amor. William<br />

Shakespeare ha contribuido a inmortalizarlos con su magnífica obra teatral Antony and<br />

Cleopatra (Marco Antonio y Cleopatra), y cuando el poeta inglés John Dry<strong>de</strong>n publicó su<br />

versión <strong>de</strong> la historia, el título que utilizó parece con<strong>de</strong>nsar todo el aspecto romántico<br />

popular <strong>de</strong> aquélla en un par <strong>de</strong> frases: All for Love, or The World Well Lost (Todo por el<br />

amor, o El mundo bien perdido).<br />

En realidad, aunque no hay duda <strong>de</strong> que estuvieron enamorados, no fue sólo una<br />

cuestión <strong>de</strong> puro romance. Cleopatra tenía el dinero que Marco Antonio necesitaba. Y<br />

durante doce años le financió su lucha por el po<strong>de</strong>r supremo. Y Marco Antonio tenía los<br />

ejércitos que Cleopatra necesitaba. Cleopatra se las compuso para utilizar a Marco<br />

Antonio, con bastante sangre fría, en su intento por satisfacer sus ambiciones como reina<br />

<strong>de</strong> Egipto, que en realidad era lo que ella fue, primero, al final y siempre.<br />

Marco Antonio pasó el invierno <strong>de</strong>l 41-40 a. C., en Alejandría con Cleopatra,<br />

consagrado por entero al placer, y más tar<strong>de</strong> Cleopatra le daría dos gemelos. Marco<br />

Antonio los reconoció y se los llamó Alejandro Helios y Cleopatra Selene (Alejandro "el<br />

Sol" y Cleopatra "la Luna").<br />

Los dos amantes se separaron por un tiempo, pero Antonio finalmente se reunió<br />

con Cleopatra e incluso se casó con ella, a pesar <strong>de</strong> que en Roma estaba casado con una<br />

hermana <strong>de</strong> Octavio. Tranquilamente, envió a su esposa romana una notificación <strong>de</strong><br />

divorcio.<br />

En Roma Octavio supo sacar partido <strong>de</strong> la insensata falta <strong>de</strong> perspicacia <strong>de</strong> Marco<br />

Antonio, haciendo notar cuan libertino y mundano era. El populacho romano tomó buena<br />

nota <strong>de</strong> ello y también constató que Octavio estaba en Roma, trabajando duramente por la<br />

gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> la ciudad; que llevaba una vida frugal y que estaba casado con una respetable<br />

mujer romana. Indiscutiblemente, la mayoría <strong>de</strong> los romanos habrían preferido ser Marco<br />

Antonio y estar entre los brazos <strong>de</strong> Cleopatra, a ser Octavio <strong>de</strong>dicados a una incansable<br />

actividad; pero ya que no podían ser el primero, prefirieron al segundo.<br />

Marco Antonio prestó escasa atención a las cautelosas manipulaciones <strong>de</strong> Octavio<br />

101

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!