ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia
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Isaac Asimov <strong>Historia</strong> <strong>de</strong> los egipcios<br />
Hacia esta época, los únicos idiomas antiguos perfectamente conocidos eran el<br />
latín, el griego y el hebreo, y, como se sabe, existían historias antiguas importantes<br />
escritas en cada una <strong>de</strong> estas lenguas, historias que han llegado completas o en parte hasta<br />
nuestros días. De ahí que la historia antigua <strong>de</strong> los romanos, <strong>de</strong> los griegos y <strong>de</strong> los judíos<br />
se conozca bastante bien. Asimismo, las leyendas referentes al pasado prehistórico <strong>de</strong><br />
cada una <strong>de</strong> estas civilizaciones han llegado hasta nosotros.<br />
En cambio, la historia antigua <strong>de</strong> los pueblos <strong>de</strong> Egipto y <strong>de</strong> la región <strong>de</strong>l<br />
Tigris-Eufrates era ignorada por los hombres <strong>de</strong>l 1800 a. C., excepto a través <strong>de</strong> las<br />
leyendas transmitidas hasta ellos en las tres lenguas que conocían.<br />
En su época, los griegos no se hallaban en mucho mejor situación que nosotros en<br />
1800 d. C. en lo que respecta al conocimiento sobre los egipcios. Tampoco ellos sabrían<br />
leer los jeroglíficos, por lo que ignoraban lo concerniente a la historia egipcia durante<br />
siglos.<br />
Sin embargo, en tiempos <strong>de</strong> los griegos la civilización egipcia estaba todavía viva<br />
y floreciente. Había sacerdotes que eran capaces <strong>de</strong> leer fácilmente los antiguos escritos y<br />
que probablemente tenían acceso a toda clase <strong>de</strong> anales referentes a los milenios pasados.<br />
Los curiosos griegos que comenzaron a llegar a Egipto en gran número a partir <strong>de</strong>l<br />
600 a. C. y que se quedaban boquiabiertos ante los logros <strong>de</strong> una antigua civilización, se<br />
interesaban por todo lo que veían, sin duda.<br />
Pero los sacerdotes egipcios eran muy suspicaces hacia los extranjeros y no se<br />
dignaban fácilmente a colmar la curiosidad <strong>de</strong> éstos.<br />
El historiador griego Heródoto viajó por Egipto, acosando a preguntas a los<br />
sacerdotes. Muchas <strong>de</strong> sus preguntas obtuvieron respuesta, e incluso la información en la<br />
historia que escribiría más tar<strong>de</strong>. Con todo, buena parte <strong>de</strong> la información no parece muy<br />
verosímil, y no es fácil <strong>de</strong>scartar la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que los sacerdotes tomaran el pelo<br />
sardónicamente al «paleto» griego, tan ansioso <strong>de</strong> información y tan dispuesto a aceptar<br />
todo lo que se le <strong>de</strong>cía.<br />
Finalmente, hacia el 280 a. C., cuando ya los griegos dominaban Egipto, un<br />
sacerdote <strong>de</strong> este país acabó cediendo y escribió en griego una historia <strong>de</strong> Egipto<br />
<strong>de</strong>stinada a los nuevos amos, utilizando sin duda algunas fuentes sacerdotales. Se llamaba<br />
Manetón.<br />
Durante un tiempo el Egipto posterior al 3000 a. C. fue realmente el «Egipto<br />
histórico», aun cuando aceptemos que Manetón escribió una historia necesariamente<br />
incompleta, y que pueda haberla escrito <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista parcial, como egipcio que<br />
era, y sacerdotal.<br />
Por <strong>de</strong>sgracia, sin embargo, la historia <strong>de</strong> Manetón y las fuentes que utilizó no han<br />
sobrevivido. El «Egipto histórico» se hundió en las tinieblas <strong>de</strong> la ignorancia humana tras<br />
la caída <strong>de</strong>l Imperio Romano, y así permaneció durante catorce siglos. No quiere esto<br />
<strong>de</strong>cir que la ignorancia sobre Egipto fuera completa. Algunos fragmentos <strong>de</strong> los escritos<br />
<strong>de</strong> Manetón fueron citados por otros escritores cuyas obras sí sobrevivieron. En concreto,<br />
sobrevivieron largas listas <strong>de</strong> gobernantes egipcios tomadas <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> Manetón<br />
citadas en las obras <strong>de</strong> un historiador cristiano <strong>de</strong> los primeros tiempos, Eusebio <strong>de</strong><br />
Cesárea, que vivió unos seis siglos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> éste. Pero esto es todo, y no es <strong>de</strong>masiado.<br />
Las listas <strong>de</strong> reyes no hicieron sino excitar el apetito histórico y convertir a las sombras<br />
anteriores en una oscuridad aún más negra.<br />
Naturalmente, había todavía numerosas inscripciones jeroglíficas por todos lados,<br />
pero nadie podía leerlas, con lo que todo permanecía <strong>de</strong>cepcionantemente misterioso.<br />
Hacia 1799, un ejército francés a las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> Napoleón Bonaparte se hallaba<br />
combatiendo en Egipto. Un soldado francés llamado Bouchard o Boussard se encontró,<br />
cuando estaba trabajando en un fuerte en reparación, una piedra negra. El fuerte estaba<br />
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