ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia
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Isaac Asimov <strong>Historia</strong> <strong>de</strong> los egipcios<br />
bajo Nerón y Domiciano, pero habían sido relativamente breves y no <strong>de</strong>masiado duras.<br />
Ahora, en el período <strong>de</strong> caos que siguió al asesinato <strong>de</strong> Alejandro Severo, cuando el<br />
imperio se halló enfrentado a graves problemas, se intensificó la búsqueda <strong>de</strong> una cabeza<br />
<strong>de</strong> turco, y nadie mejor, para ello, que un grupo <strong>de</strong> extremistas impopulares que<br />
predicaban i<strong>de</strong>as pacifistas radicales.<br />
Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 250, el emperador Decio or<strong>de</strong>nó la primera persecución total y<br />
general <strong>de</strong> cristianos, extendida a todo el imperio, por lo que durante casi un <strong>de</strong>cenio los<br />
cristianos atravesaron una gravísima crisis. Dos cosas los salvaron.<br />
En primer lugar, que los cristianos estaban tan fanáticamente convencidos <strong>de</strong> la<br />
verdad absoluta <strong>de</strong> sus creencias que muchos se mostraban dispuestos a morir por ellas,<br />
seguros <strong>de</strong> merecer la felicidad eterna en el cielo a cambio <strong>de</strong> una muerte como mártir en<br />
la tierra. La firme actitud <strong>de</strong> numerosos cristianos al hacer frente a la tortura y a la muerte<br />
era algo impresionante, y muchos <strong>de</strong> los testigos presenciales <strong>de</strong>bieron <strong>de</strong> convencerse,<br />
sin duda, <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> una creencia que llevaba la lealtad a tales extremos. No hay duda <strong>de</strong><br />
que las persecuciones hicieron más cristianos <strong>de</strong> los que mataron.<br />
En segundo lugar, que las persecuciones no duraron el tiempo suficiente ni se<br />
llevaron a cabo tan completamente como para exterminar al cristianismo. Siempre, a un<br />
emperador perseguidor le sucedía otro más mo<strong>de</strong>rado, y, siempre, el trato duro en<br />
<strong>de</strong>terminada provincia se compensaba con una relativa flexibilidad en otra.<br />
Así, en el 259, Galieno se convirtió en emperador. Era discípulo <strong>de</strong> Plotino, que<br />
entonces enseñaba en Roma, y el neoplatonismo predicaba la tolerancia. Plotino creía que<br />
la verdad no <strong>de</strong>bía ser impuesta por la fuerza, y que la falsedad podía combatirse con<br />
argumentos razonados. De ahí que la presión sobre el cristianismo se aliviase.<br />
Con todo, el <strong>de</strong>cenio <strong>de</strong> persecuciones <strong>de</strong>jó su marca. Muchos obispos fueron<br />
asesinados y, en Alejandría, Orígenes fue tratado con tal violencia que, aunque no murió,<br />
su salud se vio afectada seriamente. Se retiró a Tiro, don<strong>de</strong> murió en el 254.<br />
Asimismo, a un período <strong>de</strong> relajamiento seguía siempre otro <strong>de</strong> renovadas<br />
persecuciones, y durante casi cien años los cristianos no pudieron sentirse realmente<br />
seguros. En Egipto se dio una respuesta a este período <strong>de</strong> persecuciones que introdujo un<br />
nuevo elemento en el modo <strong>de</strong> vida cristiano.<br />
La respuesta fue el retiro.<br />
Existía ya un prece<strong>de</strong>nte. El judaísmo había tenido siempre una veta ascética, y la<br />
austeridad que algunos creían necesaria para honrar mejor a Dios era más fácil <strong>de</strong><br />
observar alejándose <strong>de</strong> las tentaciones <strong>de</strong>l mundo. Hubo judíos que se retiraron al<br />
aislamiento para po<strong>de</strong>r llevar una vida <strong>de</strong> frugalidad y renuncia, consagrada a la<br />
adoración <strong>de</strong> Dios. Los retiros se efectuaban en solitario, como hizo Elias en el siglo IX a.<br />
C, o en grupos y comunida<strong>de</strong>s, como en el caso <strong>de</strong> los esenios en tiempos <strong>de</strong> Roma.<br />
Durante las persecuciones estos ejemplos atrajeron la atención <strong>de</strong> los cristianos.<br />
En efecto, el retiro <strong>de</strong> Elias se <strong>de</strong>bió en parte a su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> salvarse <strong>de</strong> las persecuciones<br />
<strong>de</strong> Jezabel, reina <strong>de</strong> Israel, y los esenios hallaron la salvación en el aislamiento cuando los<br />
Macabeos, los Hero<strong>de</strong>s y los romanos hicieron difícil la vida para las sectas judías más<br />
estrictas.<br />
¿Por qué no habían <strong>de</strong> retirarse los cristianos, pues? El mundo era perverso; era<br />
mejor abandonarlo. Vivir en el mundo significaba estar expuesto continuamente a las<br />
torturas <strong>de</strong> los perseguidores paganos y a la constante tentación <strong>de</strong> abandonar el<br />
cristianismo para salvar la vida. En el <strong>de</strong>sierto se podía estar solo para salvar el alma.<br />
La situación era tal en Egipto que el retiro solitario resultaba más atractivo que<br />
cualquier otra cosa. El <strong>de</strong>sierto no estaba lejos, era solitario y se vivía en paz, y en él no<br />
había fríos inviernos, ni aparatosas tormentas o ventiscas. La vida podía resultar sencilla y<br />
sin problemas.<br />
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