ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia
ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia
ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Isaac Asimov <strong>Historia</strong> <strong>de</strong> los egipcios<br />
le iba a ser tan difícil salir a la humanidad.<br />
Sin embargo, aun en tiempos <strong>de</strong> Cirilo, subsistió una pequeña porción <strong>de</strong> la<br />
antigua religión.<br />
Lejos, en el sur, junto a la Primera Catarata, en la isla <strong>de</strong> Filé, Nectanebo II, último<br />
rey nativo <strong>de</strong> Egipto, había construido un templo <strong>de</strong>dicado a Isis, seis siglos antes. Había<br />
sido reconstruido por Ptolomeo II Fidalelfos y reparado <strong>de</strong> nuevo en tiempos <strong>de</strong><br />
Cleopatra.<br />
Allí, en tanto que el mundo se hacía cristiano, podía admirarse todavía la pálida<br />
sonrisa <strong>de</strong> la Reina <strong>de</strong> los Cielos y se ejecutaban aún los viejos ritos en secreto, lejos <strong>de</strong>l<br />
centro <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r cristiano.<br />
Los monofisitas<br />
Pero Alejandría siguió siendo la gran rival <strong>de</strong> Constantinopla, y la porfía religiosa<br />
continuó entre ambas ciuda<strong>de</strong>s.<br />
Por ejemplo, en el 398, Juan Crisóstomo fue nombrado obispo <strong>de</strong> Constantinopla.<br />
Su segundo nombre, que en griego significa «boca <strong>de</strong> oro», le fue adjudicado poco<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte, en recuerdo <strong>de</strong> su elocuencia.<br />
Dicha elocuencia fue empleada sin piedad en la <strong>de</strong>nuncia <strong>de</strong>l lujo y <strong>de</strong> la<br />
inmoralidad, <strong>de</strong> la que no se salvó nadie, ni siquiera la propia emperatriz. Irritada, ésta<br />
<strong>de</strong>cidió <strong>de</strong>sterrar a Crisóstomo, y en esta tarea halló un aliado natural en Teófilo, entonces<br />
obispo <strong>de</strong> Alejandría y pre<strong>de</strong>cesor <strong>de</strong> Cirilo. Juntos, aunque con algunas dificulta<strong>de</strong>s,<br />
consiguieron su propósito, y Crisóstomo murió en el exilio. Alejandría triunfaba <strong>de</strong><br />
nuevo.<br />
Con todo, esto no pasó <strong>de</strong> ser una cuestión <strong>de</strong> personalida<strong>de</strong>s, pero otras disputas<br />
<strong>de</strong> naturaleza doctrinal, más peligrosas, iban a involucrar a ambas ciuda<strong>de</strong>s.<br />
En el 428, en tiempos <strong>de</strong>l emperador Teodosio II, Nestorio, sacerdote <strong>de</strong> origen<br />
sirio, se convirtió en obispo <strong>de</strong> Constantinopla. Bajo este emperador los arrianos y los<br />
herejes <strong>de</strong>l pasado fueron con<strong>de</strong>nados nada menos que a la pena <strong>de</strong> muerte —pero ¿qué<br />
sucedía con las nuevas herejías?—.<br />
El propio Nestorio provocó una nueva disputa sobre la naturaleza <strong>de</strong> Jesucristo.<br />
Ahora que el arrianismo había sido <strong>de</strong>rrotado en toda la línea, se daba por sentado que<br />
Jesús tenía aspecto divino, pero restaba aún un aspecto humano, y el problema surgió<br />
acerca <strong>de</strong> cómo podían relacionarse estos dos aspectos.<br />
Nestorio parece haber predicado la doctrina <strong>de</strong> que ambos aspectos eran<br />
completamente distintos y <strong>de</strong> que María sólo era la madre <strong>de</strong>l aspecto humano, y no <strong>de</strong>l<br />
aspecto divino. Se la podía llamar Madre <strong>de</strong> Cristo, pero no Madre <strong>de</strong> Dios. Según este<br />
punto <strong>de</strong> vista, que se llamó nestorianismo, Jesucristo parece casi un ser humano en el que<br />
hubiera arraigado un aspecto <strong>de</strong> Dios, utilizando al ser humano como instrumento.<br />
Esto significaba, cuando menos, un parcial retroceso hacia el arrianismo, y <strong>de</strong><br />
nuevo fue Alejandría la que acaudilló la lucha contra esta opinión. Cirilo <strong>de</strong> Alejandría<br />
era un enemigo inflexible. Teodosio II convocó un concilio ecuménico en el 431, que se<br />
celebró en Efeso, ciudad <strong>de</strong> la costa <strong>de</strong>l Asia Menor. Fue un concilio turbulento,<br />
controlado en distintos momentos por diferentes grupos <strong>de</strong> obispos. Pero, en líneas<br />
generales, fue Cirilo quien dominó sus sesiones, y las opiniones <strong>de</strong> Nestorio fueron<br />
con<strong>de</strong>nadas y puestas fuera <strong>de</strong> la ley. El propio Nestorio fue <strong>de</strong>puesto <strong>de</strong> su cargo y<br />
<strong>de</strong>sterrado al Alto Egipto.<br />
Por tercera vez, en tres concilios ecuménicos sucesivos, Alejandría resultaba<br />
vencedora.<br />
Pero el nestorianismo continuó existiendo en Asia Menor y en Siria y, finalmente,<br />
cuando la oposición oficial se hizo <strong>de</strong>masiado fuerte como para po<strong>de</strong>r resistirla, sus<br />
123