18.05.2013 Views

ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia

ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia

ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Isaac Asimov <strong>Historia</strong> <strong>de</strong> los egipcios<br />

10. El Egipto ptolemaico<br />

El primer Ptolomeo<br />

Bajo el gobierno <strong>de</strong> Cleomenes Egipto prosperó y se apartó temporalmente <strong>de</strong>l<br />

torbellino <strong>de</strong> los acontecimientos, mientras Alejandro corría a lo largo y a lo ancho <strong>de</strong>l<br />

Imperio persa, venciendo dos gran<strong>de</strong>s batallas e innumerables batallas menores, y<br />

erigiéndose en monarca <strong>de</strong> todo ello. (Darío III, el último rey persa, fue asesinado por sus<br />

propios hombres en el 330 a. C).<br />

Alejandro regresó a Babilonia en el 324 a. C. tras sus expediciones a lejanos<br />

confines, y <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> estar haciendo nuevos planes <strong>de</strong> conquista en otras direcciones,<br />

cuando murió en el 323 a. C.<br />

Cuando murió era todavía un hombre joven <strong>de</strong> 33 años, y no <strong>de</strong>jó tras <strong>de</strong> sí una<br />

sucesión segura. Tenía una madre muy pen<strong>de</strong>nciera, una esposa persa, un hermanastro<br />

<strong>de</strong>ficiente mental y un hijo pequeño póstumo. Ninguno <strong>de</strong> ellos contaba para nada.<br />

Según una leyenda, mientras estaba agonizando preguntaron a Alejandro quién<br />

iba a heredar su imperio. Se cree que en su postrer suspiro logró <strong>de</strong>cir: "El más fuerte".<br />

En realidad, no <strong>de</strong>bió <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir nada <strong>de</strong> esto, pero sus generales actuaron como si lo<br />

hubiera dicho. Cada uno <strong>de</strong> ellos tomó una parte y trató <strong>de</strong> utilizarla como base para<br />

apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong> todo el resto. Los más importantes generales, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> este<br />

libro, fueron Ptolomeo, Seleuco y Antígono. Este último fue ayudado valiosamente por su<br />

hijo Demetrio.<br />

Ptolomeo (o, según la forma griega, Ptolemáios) era hijo <strong>de</strong> un noble macedonio,<br />

aunque existían rumores que lo hacían hijo ilegítimo <strong>de</strong> Filipo y, por consiguiente,<br />

hermanastro <strong>de</strong> Alejandro. (Este rumor pudo haber sido difundido <strong>de</strong>liberadamente por el<br />

propio Ptolomeo para acrecentar su propio prestigio. La bastardía era un precio exiguo a<br />

cambio <strong>de</strong> una relación familiar con el gran Alejandro).<br />

Tan pronto como Alejandro Magno hubo muerto, Ptolomeo se apropió <strong>de</strong>l<br />

gobierno <strong>de</strong> Egipto, ejecutando inmediatamente a Cleomenes (un pobre pago por una<br />

excelente administración). La elección <strong>de</strong> Egipto fue pru<strong>de</strong>nte. Egipto era un país rico,<br />

cuya producción agrícola, <strong>de</strong>bido a las crecidas regulares <strong>de</strong>l Nilo, y a la experta<br />

laboriosidad <strong>de</strong>l pueblo proporcionaba a sus gobernantes una riqueza sin igual.<br />

Ptolomeo fue también lo bastante inteligente como para apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong><br />

Alejandro y enterrarlo en Menfis —un hábil golpe psicológico, si se tiene en cuenta que el<br />

mundo entero estaba maravillado ante la fulgurante vida <strong>de</strong> Alejandro, que estaba<br />

consi<strong>de</strong>rado como una especie <strong>de</strong> semidiós.<br />

Ptolomeo fue el primer general que se dio cuenta <strong>de</strong> que la victoria total y<br />

exten<strong>de</strong>r el gobierno sobre todo el imperio constituían empresas imposibles. Pue<strong>de</strong> ser<br />

que ni siquiera lo estimase <strong>de</strong>seable. Tal vez se sintiese a gusto siendo sólo gobernante <strong>de</strong>l<br />

rico Egipto; y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todo, ¿qué objeto tenía exponerse a los problemas y trastornos<br />

que le ocasionaría el tratar <strong>de</strong> conquistar el resto <strong>de</strong>l imperio? Lo único que quería, aparte<br />

<strong>de</strong>l valle <strong>de</strong>l Nilo, eran sus accesos inmediatos por el oeste y por el este como <strong>de</strong>fensa ante<br />

posibles invasores y una flota capaz <strong>de</strong> controlar el mar en el norte.<br />

Hacia el oeste la cosa era fácil. Ptolomeo tenía que obtener, tan sólo, la sumisión<br />

<strong>de</strong> Cirene y la <strong>de</strong> los oasis libios, que habían estado sometidos a Persia y a Alejandro<br />

Magno, y que no habían provocado ningún problema al pasar bajo el régimen <strong>de</strong><br />

Ptolomeo.<br />

Hacia el este era caso igualmente fácil. En el 320 a. C, Ptolomeo llevó a su ejército<br />

hasta Siria, atacando astutamente Jerusalén en sábado. Los piadosos judíos <strong>de</strong> la época<br />

rehusaron combatir en ese día, ni siquiera en auto<strong>de</strong>fensa, y Jerusalén, que había resistido<br />

84

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!