ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia
ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia
ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Isaac Asimov <strong>Historia</strong> <strong>de</strong> los egipcios<br />
9. El Egipto persa<br />
Los persas<br />
Aunque Amasis <strong>de</strong>bía su trono a una reacción antigriega, no podía volverse <strong>de</strong><br />
espaldas a la realidad. Tenía que utilizar a mercenarios griegos, y los utilizó. Tenía que<br />
servirse <strong>de</strong> comerciantes griegos, e impulsó el crecimiento <strong>de</strong> Naucratis, convirtiéndola,<br />
<strong>de</strong> poco más que un campamento comercial, en una ciudad en el pleno sentido <strong>de</strong> la<br />
palabra. Necesitó la seguridad que le proporcionarían las alianzas con los griegos, y las<br />
acabó firmando.<br />
En particular, se alió con la isla <strong>de</strong> Samos, en el mar Egeo, junto a la costa <strong>de</strong>l Asia<br />
Menor. La isla era pequeña, pero en los últimos años <strong>de</strong>l reinado <strong>de</strong> Amasis se dotó <strong>de</strong><br />
una gran flota. Amasis, que aún controlaba Chipre, pudo utilizar, por su parte, la flota <strong>de</strong><br />
Samos. De hecho, se casó incluso con una mujer griega <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Cirene.<br />
Todas estas atenciones hacia los griegos tuvieron que ver con la amenaza que<br />
provenía <strong>de</strong>l este —aunque en los primeros años <strong>de</strong>l reinado <strong>de</strong> Amasis la amenaza<br />
parecía haber perdido intensidad—. Ese fastidioso viejo <strong>de</strong> Nabucodonosor murió<br />
finalmente en el 561 a. C., y sus sucesores fueron débiles, pacíficos o ambas cosas a la vez.<br />
Durante un cuarto <strong>de</strong> siglo Cal<strong>de</strong>a no representó en absoluto un problema par a Egipto; en<br />
realidad, fue un cómodo vecino.<br />
No hay nada más seguro que un vecino en <strong>de</strong>clive, y toda una nación que<br />
consi<strong>de</strong>re importante su propio interés trata en el fondo <strong>de</strong> preservar la integridad <strong>de</strong> ese<br />
vecino. Necao había tratado <strong>de</strong> apuntalar a la moribunda Asiría, y ahora Amasis trató <strong>de</strong><br />
rendir el mismo servicio a la moribunda Cal<strong>de</strong>a.<br />
Cal<strong>de</strong>a se moría, sin ninguna duda, apenas medio siglo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber<br />
alcanzado la gloria y el po<strong>de</strong>río. En tiempos <strong>de</strong> la caída <strong>de</strong> Asiría dos conquistadores,<br />
Cal<strong>de</strong>a y Media, se habían repartido el botín. Cal<strong>de</strong>a había ocupado el rico valle <strong>de</strong>l<br />
Tigris-Eufrates y todo lo que pudo agarrar hacia el oeste. Media se había contentado con<br />
la franja <strong>de</strong> territorio más extensa pero menos <strong>de</strong>sarrollada, y mucho más pobre, que<br />
estaba situada al norte y al este <strong>de</strong> Cal<strong>de</strong>a. A lo largo <strong>de</strong> setenta y cinco años Media había<br />
tenido un régimen muy pacífico y no expansionista.<br />
Pero al sur <strong>de</strong> Media existía una provincia, exactamente al sureste <strong>de</strong> Babilonia,<br />
que sería conocida por los griegos como Persis, y por nosotros por Persia. Los persas<br />
estaban estrechamente emparentados por lengua y cultura con los medos.<br />
Hacia el 560 a. C, un jefe persa <strong>de</strong> ilimitada ambición y habilidad comenzó a ser<br />
conocido. Su nombre era Ciro.<br />
Ciro, evi<strong>de</strong>ntemente, tenía puestos los ojos en el trono medo, y para ello contaba<br />
con la ayuda <strong>de</strong> Nabonido, rey <strong>de</strong> Cal<strong>de</strong>a, que, sin duda, <strong>de</strong>seaba fomentar la guerra civil<br />
en su gran vecino septentrional. En el 500 a. C., Ciro marchó contra la capital meda, la<br />
ocupó en una sola campaña y se sentó en el trono <strong>de</strong>l Imperio medo, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora sería<br />
conocido como Imperio persa.<br />
Nabonido se percató <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> que al ayudar a Ciro había obrado<br />
erróneamente. Lo que éste <strong>de</strong>seaba (y, por lo general, <strong>de</strong>seaban todas las naciones en tales<br />
circunstancias) era que estallase una prolongada guerra civil que <strong>de</strong>bilitara a ambos<br />
bandos y disminuyese el po<strong>de</strong>río <strong>de</strong> la nación durante generaciones. La rápida victoria <strong>de</strong><br />
Ciro había sustituido a un tranquilo y estancado monarca por otro vigoroso y marcial.<br />
Nabonido trató <strong>de</strong> ayudar a cualquier nación que se ofreciese a contrarrestar a Ciro; pero<br />
era ya <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong>.<br />
En el 547 a. C., Ciro <strong>de</strong>rrotó a los lidios <strong>de</strong>l Asia Menor occi<strong>de</strong>ntal, y toda la<br />
península fue incorporada a sus dominios, incluidas las ciuda<strong>de</strong>s griegas <strong>de</strong> la costa.<br />
75