ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia
ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia
ISAAC ASIMOV HISTORIA DE LOS EGIPCIOS - Sala de Historia
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Isaac Asimov <strong>Historia</strong> <strong>de</strong> los egipcios<br />
sobre la opinión pública, pensando quizá que Octavio era un mal general (¡lo que era<br />
cierto!) mientras que él era muy bueno (pero no tan bueno como creía). Por consiguiente,<br />
siguió su camino <strong>de</strong>scuidadamente y cometió error tras error.<br />
Cleopatra trataba <strong>de</strong> recuperar los amplios dominios que habían pertenecido a sus<br />
pre<strong>de</strong>cesores, y Marco Antonio trató <strong>de</strong> complacerla a su vez. Le <strong>de</strong>volvió Cirene y<br />
Chipre (lo que no tenía <strong>de</strong>recho a hacer) y le asignó incluso aquellas porciones <strong>de</strong> la costa<br />
siria y <strong>de</strong>l Asia Menor que, un día pertenecieron a Ptolomeo III en el apogeo <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>río<br />
ptolemaico. Asimismo, le regaló la biblioteca <strong>de</strong> Pérgamo (ciudad <strong>de</strong>l Asia Menor<br />
occi<strong>de</strong>ntal, cuya recopilación <strong>de</strong> libros era la segunda <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la <strong>de</strong><br />
Alejandría), con el fin <strong>de</strong> compensar el daño causado por la breve guerra contra César.<br />
Todo esto constituyó un excelente material propagandístico para Octavio. Le fue<br />
bastante fácil hacer que todo ello apareciese como si Marco Antonio pretendiese<br />
transferir todas las provincias a su querida reina. El rumor, en realidad, era que en la<br />
herencia concedía todo el oriente a Cleopatra, para que lo heredasen sus hijos. Lo que<br />
enfureció a los romanos fue pensar que una reina macedonia podía obtener, por medio <strong>de</strong><br />
sus encantos, lo que ningún rey macedonio había sido capaz <strong>de</strong> conseguir <strong>de</strong> Roma por la<br />
fuerza <strong>de</strong> las armas.<br />
Octavio utilizó la <strong>de</strong>sconfianza y el odio <strong>de</strong>l pueblo romano hacia Cleopatra para<br />
persuadir al Senado <strong>de</strong> que <strong>de</strong>clarase la guerra contra Egipto, guerra que, en realidad, era<br />
contra Marco Antonio.<br />
Marco Antonio trató <strong>de</strong> animarse a sí mismo. Seguro todavía <strong>de</strong> que podría<br />
<strong>de</strong>rrotar a Octavio con facilidad, reunió algunos barcos, marchó hacia Grecia, e instaló un<br />
cuartel general en las regiones occi<strong>de</strong>ntales <strong>de</strong> este país, preparándose para invadir Italia a<br />
la primera oportunidad, y ocupar la ciudad <strong>de</strong> Roma.<br />
Pero si Octavio no era buen general, contaba sin embargo con algunos buenos<br />
generales entre sus leales partidarios. Uno <strong>de</strong> éstos fue Marco Vespasiano Agrippa. La<br />
flota <strong>de</strong> Octavio, bajo el mando <strong>de</strong> Agrippa, se presentó a su vez en aguas <strong>de</strong> Grecia<br />
occi<strong>de</strong>ntal.<br />
Después <strong>de</strong> interminables maniobras y preparativos, Cleopatra urgió a Marco<br />
Antonio a forzar una batalla naval. Los barcos <strong>de</strong> Marco Antonio eran dos veces más<br />
numerosos que los <strong>de</strong> Octavio y también eran mayores. Si Marco Antonio resultaba<br />
vencedor en la batalla naval, su ejército, también más numeroso que el <strong>de</strong> Octavio, podía<br />
estar seguro <strong>de</strong> arrasarlo todo a su paso. La victoria final sería <strong>de</strong> Marco Antonio.<br />
La batalla tuvo lugar el 2 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong>l 31 a. C., frente a Accio, promontorio<br />
<strong>de</strong> la costa oeste <strong>de</strong> Grecia. Al principio, los barcos <strong>de</strong> Octavio hicieron escasa impresión<br />
a los gran<strong>de</strong>s navíos <strong>de</strong> Marco Antonio, y la batalla parecía ser un enfrentamiento inútil<br />
entre la maniobrabilidad y el po<strong>de</strong>río. Al final, sin embargo, Agrippa obligó a Antonio a<br />
dispersar sus líneas, por lo que sus barcos pudieron lanzarse a través <strong>de</strong> los huecos así<br />
formados, enfrentándose directamente con la flota <strong>de</strong> Cleopatra, compuesta por seis<br />
barcos, que permanecían <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las líneas <strong>de</strong> Marco Antonio.<br />
Según cuenta la <strong>Historia</strong>, Cleopatra, presa <strong>de</strong>l pánico, or<strong>de</strong>nó a sus barcos que se<br />
retiraran y se alejaran. Cuando Marco Antonio se percató <strong>de</strong> que Cleopatra había<br />
abandonado el escenario <strong>de</strong> la batalla con sus barcos, realizó el acto menos cuerdo <strong>de</strong> su<br />
carrera, en la que los actos <strong>de</strong> este tipo eran bastante numerosos. Huyó en un pequeño<br />
velero, abandonando a sus barcos y a sus hombres leales (con los que podía haber ganado<br />
todavía), y navegó <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la cobar<strong>de</strong> reina. Su flota, abandonada, hizo lo que pudo,<br />
pero sin su comandante se <strong>de</strong>scorazonaron y antes <strong>de</strong> llegar la noche Octavio tenía ya en<br />
sus manos una victoria completa.<br />
102