LAS RELIGIONES - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
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público o para los <strong>de</strong>más», gr.) y <strong>de</strong> Sophía = «Sabiduría» (gr.). Para hacer las cosas materiales, el<br />
Demiurgo realiza las mezclas a<strong>de</strong>cuadas <strong>de</strong> las formas corporales, que el eón Lógos había preparado en la<br />
sustancia eónica femenina Sophía, como el pintor que no toma nada <strong>de</strong> lo pintado, sino sólo las formas.<br />
2) Jesucristo, etc. Los gnósticos <strong>de</strong> origen cristiano no pue<strong>de</strong>n aceptar, y no aceptan, que sea Dios un<br />
hombre dotado <strong>de</strong> cuerpo material. Por eso diferencian el «Jesús <strong>de</strong> Nazaret, Jesús histórico» <strong>de</strong>l «Cristo»<br />
pleromático. Éste habría <strong>de</strong>scendido sobre aquél en el Jordán como el agua en un mero receptáculo y lo<br />
habría abandonado antes <strong>de</strong> su muerte en cruz. Por ello, la muerte <strong>de</strong> Jesús <strong>de</strong> Nazaret no pudo ser<br />
«re<strong>de</strong>ntora». Los hombres, distintos <strong>de</strong> Jesús <strong>de</strong> Nazaret, pue<strong>de</strong>n llegar a una imitación y copia tan<br />
perfecta que sean realmente «Cristo» <strong>de</strong> suerte que «Cristo» (la «Energía crística», el «Cristo cósmico»)<br />
haya <strong>de</strong>scendido también sobre ellos. Como la materia es mala en sí y por sí misma, niegan la<br />
resurrección <strong>de</strong> los cuerpos, la presencia real <strong>de</strong> Jesucristo en la Eucaristía, su concepción en las entrañas<br />
virginales <strong>de</strong> María, que lógicamente no es Madre <strong>de</strong> Dios, etc. Por eso, los gnósticos mo<strong>de</strong>rnos no<br />
pue<strong>de</strong>n tener hijos, pues sería transmitir materia, maldad, aunque se sometan a prácticas aberrantes <strong>de</strong><br />
magia sexual, incluso en su Misa, como también varias ramas <strong>de</strong>l gnosticismo antiguo.<br />
3)Las clases <strong>de</strong> hombres, su constitución y su <strong>de</strong>stino tras la muerte. Los sistemas gnósticos divi<strong>de</strong>n al<br />
hombre como compuesto <strong>de</strong> «materia, alma y espíritu» (gr. hylé, psykhé, pneúma). La bondad o maldad<br />
<strong>de</strong> los hombres es connatural a su misma constitución según predomine en ellos uno <strong>de</strong> sus tres elementos<br />
constitutivos. Los «hylikoí/materiales» son irredimibles y, al morir, quedan aniquilados <strong>de</strong>l todo. Los<br />
psykhikoi/«animados» (dotados <strong>de</strong> alma), si no se esmeran en la lucha ascética, corren la misma suerte<br />
que los «materiales»; si se esfuerzan, pue<strong>de</strong>n alcanzar la salvación incompleta, pues no consiguen<br />
retornar al ámbito pleromático, sino que se quedan en el intermedio, entre él y el mundo. Solamente los<br />
pneumatikoí/«pneumáticos/espirituales» retornan a su lugar y estado <strong>de</strong> origen, al pléroma, pero no todo<br />
el yo, sino sólo su «espíritu», la «chispa» divina que se <strong>de</strong>sposa allí con su consorte angélico, una especie<br />
<strong>de</strong> doble suyo (¿arquetipo, i<strong>de</strong>a platónica?) aunque más sutil.<br />
3.La ética y las ascética gnósticas. En el gnosticismo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista ético-moral, aparecen<br />
dos talantes contrapuestos:<br />
1) El ascético. Es el predominante y hasta más lógico. Si la materia, el mundo, el cuerpo son malos, si<br />
el espíritu está como aprisionado en la materia corporal, al cual <strong>de</strong>sprecia y <strong>de</strong>l cual <strong>de</strong>be <strong>de</strong>sligarse <strong>de</strong>l<br />
todo, parece obvio que su aspiración máxima y constante ha <strong>de</strong> ser lograr romper su enca<strong>de</strong>namiento a lo<br />
corporal. Brota así con fuerza el talante ascético, austero, que llega a caer incluso en el encratismo más<br />
riguroso, por ejemplo: Satornilo (s. II d.C.) y cuantos maestros gnósticos, tanto antiguos como actuales,<br />
<strong>de</strong>claran impuros el matrimonio y la procreación porque contribuyen a sepultar espíritus puros en la<br />
maldad <strong>de</strong> la materia.<br />
2)El libertino, licencioso. Pero el «espíritu» <strong>de</strong> los «pneumáticos» tiene garantizado su retorno al<br />
mundo superior, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> provienen, y esto no por gracia, ni por sus obras buenas y méritos, sino por su<br />
misma naturaleza «espiritual» y por la gnosis. De ahí que algunos grupos gnósticos justificaran toda clase<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>senfrenos. Para ellos, <strong>de</strong> ordinario, hasta la unión y las manifestaciones sexuales son un mero<br />
símbolo <strong>de</strong> la donación total y <strong>de</strong> la unión con lo divino. A<strong>de</strong>más, contribuyen a la «espiritualización» <strong>de</strong><br />
los <strong>de</strong>más, <strong>de</strong> la «pareja», a imitación <strong>de</strong> las uniones <strong>de</strong> los eones masculinos/femeninos. Por otra parte,<br />
consi<strong>de</strong>ran bueno violar las leyes impuestas por el Demiurgo.<br />
4.El más allá <strong>de</strong> la muerte. El chamanismo, los relatos apocalípticos judíos, etc., ofrecen un bien<br />
surtido muestrario <strong>de</strong> arrebatamientos <strong>de</strong> las almas por los espacios si<strong>de</strong>rales o celestes, llamados<br />
generalmente «ascensión celeste <strong>de</strong>l alma» en la historiografía religiosa. Los gnósticos, también los<br />
mo<strong>de</strong>rnos, los conocen y practican a fin <strong>de</strong> ponerse en contacto con espíritus benéficos. Pero, en las<br />
narraciones gnósticas, abundan también las míticas «ascensiones <strong>de</strong>l alma» escatológicas o acaecidas<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte. En su ascenso <strong>de</strong>ben sortear diferentes dificulta<strong>de</strong>s, superar diversas pruebas, acertar<br />
con la «contraseña» a<strong>de</strong>cuada ante las «potesta<strong>de</strong>s. Algunos grupos gnósticos tenían, y tienen también<br />
ahora, una especie <strong>de</strong> sacramento, por ejemplo: la unción con óleo y agua, acompañada <strong>de</strong> las<br />
correspondientes invocaciones, administrado por los marcosos (seguidores <strong>de</strong> Marcos, s. II d.C.) a fin <strong>de</strong><br />
que el espíritu pudiera ascen<strong>de</strong>r al mundo pleromático sin ser visto ni obstaculizado por los principados y<br />
potesta<strong>de</strong>s malignos.<br />
5.Lo femenino. Tiene mucha importancia en el gnosticismo antiguo y mo<strong>de</strong>rno. Así lo manifiesta el<br />
cónyuge femenino en cada pareja <strong>de</strong> eones y sobre todo la importancia <strong>de</strong> la «Madre», especialmente en<br />
los grupos llamados «a<strong>de</strong>ptos <strong>de</strong> la Madre». Para algunos la «Madre» es como el útero, la Inteligencia,<br />
<strong>de</strong>l «Padre». En otros es la sabiduría o Barbelo en la doble modalidad <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>nte y virginal al mismo<br />
tiempo que Sabiduría caída, también Madre <strong>de</strong> los siete Arcontes. Algunos ponen en la cima la triada<br />
«Padre, Madre (Espíritu Santo) e Hijo», que algunas herejías y sectas transforman en «Dios Padre,<br />
Jesucristo y la Virgen María».<br />
6.El gnosticismo como sistema y como talante. El gnosticismo, como todas las religiones e i<strong>de</strong>ologías<br />
<strong>de</strong> cierto influjo, se hace presente <strong>de</strong> dos modos:<br />
a)Sistematizado o como sistema. Es toda religión, secta o grupo cuyas doctrina y creencias se<br />
estructuren en torno a los puntos reseñados hasta ahora con mayor o menor fi<strong>de</strong>lidad.<br />
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