LAS RELIGIONES - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
LAS RELIGIONES - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
LAS RELIGIONES - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
EVOLUCIÓN RELIGIOSA, NI PROGRESIVA NI REGRESIVA, SINO POR<br />
IRRADIACIÓN<br />
En contraposición con las teorías sobre el origen <strong>de</strong> la religión o <strong>de</strong>l sentido religioso, <strong>de</strong> impronta<br />
marcadamente evolucionista en cualquiera <strong>de</strong> su doble dirección, la progresiva y la regresiva, los estudios más<br />
recientes acerca <strong>de</strong> los temas <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> las religiones insisten en que lo religioso es un hecho histórico, una<br />
realidad vital, que emana <strong>de</strong> una actitud humana inherente a la condición misma <strong>de</strong>l hombre en virtud <strong>de</strong> la<br />
contingencia <strong>de</strong> su existir y <strong>de</strong> la racionalidad <strong>de</strong> su ser.<br />
Las diferentes teorías <strong>de</strong>l evolucionismo religioso progresivo, una tras otra, habían ido poniéndose en el<br />
can<strong>de</strong>lero <strong>de</strong> la actualidad <strong>de</strong> la historiografía religiosa, <strong>de</strong>jando poco <strong>de</strong>spués su puesto a la siguiente. En contra<br />
<strong>de</strong> la orientación y <strong>de</strong>l supuesto básico <strong>de</strong>l evolucionismo religioso, es forzoso reconocer que resulta imposible<br />
establecer un or<strong>de</strong>n cronológico y una especie <strong>de</strong> carrera por etapas <strong>de</strong> las distintas formas religiosas, como el<br />
geólogo lo pue<strong>de</strong> señalar en la génesis y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las rocas o el arqueólogo <strong>de</strong> los estratos superpuestos <strong>de</strong> un<br />
yacimiento. Es muy aventurado, por no <strong>de</strong>cir imposible, graduar la naturaleza <strong>de</strong> la religiosidad <strong>de</strong> un hombre,<br />
pues radica en su interior, aunque trascienda al exterior <strong>de</strong> diversos modos. En la historia <strong>de</strong> la humanidad ha<br />
habido ateísmo, <strong>de</strong>ísmo, magia, totemismo, politeísmo, animismo, fetichismo, supersticiones, credulidad, etc., y lo<br />
sigue habiendo en nuestros días; a veces <strong>de</strong>sacralizados o secularizados. No obstante, más que etapas <strong>de</strong> un<br />
recorrido, las <strong>de</strong>generaciones religiosas parecen encubrir el rescoldo religioso, <strong>de</strong>ísta y personal, que, por un<br />
proceso <strong>de</strong> irradiación, va iluminando y calentando su entorno. Al menos por lo que se refiere a la constante<br />
religiosa más antigua <strong>de</strong> las conocidas, la telúrica, la dirección y prioridad correspon<strong>de</strong> - según queda indicado- al<br />
elemento teísta, propiamente religioso (creencia en una divinidad personal, representada como diosa madre<br />
Tierra). De ella, <strong>de</strong> su seno fecundo, se <strong>de</strong>sglosó pronto su fuerza (la vegetación o fertilidad agraria, también la<br />
fecundidad) personificada en su animal teofánico: la serpiente, etc., y más tar<strong>de</strong> en el joven dios que muere y<br />
resurge en sincronía con la vegetación. De este modo se pasó <strong>de</strong>l monoteísmo al henoteísmo en el sentido estricto<br />
<strong>de</strong> este tecnicismo.<br />
Resulta ina<strong>de</strong>cuado hablar <strong>de</strong> evolucionismo religioso. En cambio, pue<strong>de</strong> hablarse <strong>de</strong> «evolución» respecto a<br />
algunos elementos religiosos en cuanto la luz no muy potente <strong>de</strong>l ascenso inicial a la divinidad personal y única<br />
pudo quedar como entenebrecida bajo el follaje abundoso, indicio frecuente <strong>de</strong> carencia <strong>de</strong> fruto, <strong>de</strong> las posturas<br />
no auténticamente religiosas: la magia, el animismo, etc. Pero, a poco que se reflexione, se caerá en la cuenta <strong>de</strong><br />
que, en realidad, no se da evolución, sino diferenciación, cambio, por explicitación o en las manifestaciones<br />
externas <strong>de</strong> lo religioso. El proceso cambiante no afecta a todo «lo religioso», tanto al núcleo como a sus <strong>de</strong>rivaciones<br />
o proyecciones más o menos periféricas. No se ha operado en lo religioso ni en lo sagrado original,<br />
primario, o sea, en el reconocimiento <strong>de</strong> la religación <strong>de</strong>l hombre respecto <strong>de</strong> lo divino, sino, a veces, en las<br />
múltiples manifestaciones <strong>de</strong> lo religioso <strong>de</strong>rivado o secundario (ritos <strong>de</strong> iniciación, <strong>de</strong> reconciliación, lugares y<br />
tiempos sagrados, recursos ascéticos y «místicos», rituales cúlticos y sacrificiales, etc.), así como en las<br />
matizaciones <strong>de</strong>l «cómo es Dios» por obra <strong>de</strong> la analogía <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> vida, <strong>de</strong> la constitución<br />
familiar, etc., <strong>de</strong> cada individuo, tribu o pueblo.<br />
Ingredientes mágicos, supersticiosos, animistas, etc., existen o pue<strong>de</strong>n existir en los individuos que profesan<br />
cualquier religión por muy elevada y sublime que sea, mucho más en los <strong>de</strong> menor formación religiosa. Aparecen<br />
también, aunque <strong>de</strong> signo secularizado, entre los escépticos, agnósticos y ateos. Por lo mismo es <strong>de</strong> suponer su<br />
presencia durante el paleolítico, y, si se quiere, con virulencia mayor en esa época, habida cuenta <strong>de</strong> las<br />
condiciones tan precarias <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong>ntro y fuera <strong>de</strong> las cavernas. Por otra parte, las creencias mágicas,<br />
animistas, fetichistas, etc., son compatibles con la monolatría y con el monoteísmo<br />
197