LAS RELIGIONES - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
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MANA.<br />
Sus nombres y <strong>de</strong>finición<br />
«Mana» es una palabra melanesia, que <strong>de</strong> ningún modo <strong>de</strong>be confundirse con el maná, alimento <strong>de</strong> los<br />
israelitas durante su peregrinación por el <strong>de</strong>sierto. Hay otros términos afines, usados también en la Historia <strong>de</strong> las<br />
Religiones: orenda (empleado originariamente por los indios iroqueses), oki (los hurones), zemi (pueblos <strong>de</strong> las<br />
Antillas), megbe (los pigmeos africanos: bambuti), wakan (los sioux), etcétera. Algunos han catalogado en este<br />
apartado al impersonal (Atman)-Brahman y el prana <strong>de</strong>l hinduismo, el imperium e incluso el numen <strong>de</strong> los<br />
romanos.<br />
Mana <strong>de</strong>signa una fuerza misteriosa, activa, difusa, inmaterial, concentrada o poseída en grado llamativo por<br />
algunos individuos (hechiceros, etc.), objetos (talismanes, etc.), lugares y ritos. De ahí la peculiar categoría e<br />
influjo <strong>de</strong> cuantos (espíritus sobre todo <strong>de</strong> los antepasados, hombre, cosas) la poseen.<br />
¿Impersonal o personal?<br />
Algunos autores, especialmente el antropólogo inglés R. R. Marett (nacido en 1866), han catalogado esta<br />
fuerza como impersonal y hasta la consi<strong>de</strong>raron como premágica y prerreligiosa o dos estadios previos anteriores<br />
al <strong>de</strong> la creencia en la magia, a la cual seguiría la fe en divinida<strong>de</strong>s personales (politeísmo, monoteísmo, etc.), la<br />
religión. Pero suele rechazarse esta concepción, por ejemplo: R. H. Codrington (1830-1922, el divulgador <strong>de</strong> la<br />
creencia en mana en algunos pueblos melanesios, no en todos), A. M. Hocart, H. lan, P. Schebesta, M. Elia<strong>de</strong>, etc.<br />
La razón es evi<strong>de</strong>nte, pues mana va unido siempre a alguien que la dirige. Todos los efectos maravillosos <strong>de</strong> mana<br />
son producidos por seres personales o al menos personificados: los espíritus <strong>de</strong> los antepasados o <strong>de</strong> la naturaleza,<br />
la divinidad. Ésta tal vez aparezca, durante algún período o tal vez en todos los testimonios conocidos, reducida en<br />
gran medida a la condición <strong>de</strong> <strong>de</strong>us otiosus, apenas invocada y, por lo mismo, casi sin influjo en la vida personal y<br />
en el quehacer histórico <strong>de</strong> una tribu o <strong>de</strong> un pueblo. Mana nunca ha sido objeto <strong>de</strong> culto. Las muestras <strong>de</strong><br />
veneración recaen en los seres: divinos, espíritus y humanos o en las «cosas», que poseen mana. Esto,<br />
lógicamente, cuando hay señales <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cimiento, veneración, culto, etc., que no siempre se dan. Por ello,<br />
conviene prevenir contra el uso in<strong>de</strong>bido <strong>de</strong> esos términos, por ej. <strong>de</strong> numen, por no pocos autores. Pues hasta el s.<br />
I a.C. numen (<strong>de</strong> don<strong>de</strong> «numinoso, etc.») nunca tuvo el significado poético posterior, que convierte a esta palabra<br />
en sustitutiva <strong>de</strong> <strong>de</strong>us, «dios». Va siempre acompañado <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong> su posesor en genitivo, por ejemplo, el<br />
genérico <strong>de</strong>i, <strong>de</strong>ae, «<strong>de</strong>l dios, <strong>de</strong> la diosa», o el <strong>de</strong> una <strong>de</strong>idad concreta: louis, Cereris, «<strong>de</strong> Júpiter, <strong>de</strong> Ceres». En<br />
estos casos conserva su significado etimológico: «movimiento/señal/signo, hecho generalmente con la cabeza, a<br />
veces con la mano, expresivo <strong>de</strong> su voluntad y autoridad divina, po<strong>de</strong>rosísima».<br />
«Mana» y la «Energía cósmica/crística, etc.», <strong>de</strong> numerosos movimientos religiosos y mágicos (sectas) <strong>de</strong><br />
nuestros días No pocas sectas (Nueva Era, las gnósticas, etc.) parecen retornar a una concepción similar a la <strong>de</strong><br />
mana, pues hablan <strong>de</strong> una «Energía» (escrita generalmente así, con mayúscula inicial) presente y actuante en el<br />
universo, especialmente en algunos individuos, lugares, cosas y ritos, según algunas proveniente por emanación<br />
<strong>de</strong> la con<strong>de</strong>nsada energía inicial, primordial. La «energía» es apellidada «cósmica, crística, universal, espiritual,<br />
consciente» e incluso cuasi-divina; según Nueva Era, la fundadora <strong>de</strong> Escuela arcana y <strong>de</strong> Buena voluntad, etc., es<br />
el «Cristo cósmico», aplicado sobre todo a Maitreya. Todo queda reducido a energía: el E. Santo, los ángeles, etc.<br />
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