LAS RELIGIONES - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
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Las obligaciones ético-religiosas <strong>de</strong> los musulmanes:<br />
los «pilares <strong>de</strong>l islam»<br />
Mahoma no pretendió elaborar una teología dogmática y moral completas. La elementariedad <strong>de</strong> su doctrina y<br />
la sencillez <strong>de</strong> las obligaciones religioso-morales conllevaron un empobrecimiento <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la<br />
historia <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as, pero fue un factor <strong>de</strong>cisivo en cuanto a la eficacia propagadora <strong>de</strong>l islam y fuerza cohesiva <strong>de</strong><br />
los clanes y tribus beduinos, con frecuencia rivales entre sí. El que no observa los «pilares» islámicos no<br />
compromete directamente la salvación, aunque comete una falta, <strong>de</strong> la cual <strong>de</strong>be purificarse.Las obligaciones <strong>de</strong><br />
los musulmanes se reducen a cinco:<br />
La profesión <strong>de</strong> fe (shahada)<br />
«Yo atestiguo: No hay más Alah (Dios) que Alah y Mahoma es el Enviado <strong>de</strong> Alah (su profeta)» (la ilaha illa<br />
llah, Muhammadum Allah). En el islam esta fórmula «sacramental» goza <strong>de</strong> un valor equivalente al <strong>de</strong>l bautismo<br />
en el cristianismo. Es necesaria y basta para que uno sea contado entre los musulmanes. Es lo primero que <strong>de</strong>be<br />
oír un musulmán apenas nacido y lo último antes <strong>de</strong> su muerte. No figura en el Corán, aunque, por separado, estén<br />
las dos frases que la forman.<br />
La recitación <strong>de</strong> la oración canónica/ritual (salat)<br />
El musulmán, con uso <strong>de</strong> razón y mayor <strong>de</strong> edad, está obligado a hacerla cinco veces la día <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
madrugada (salida <strong>de</strong>l sol) hasta la noche (entre el crepúsculo y la media noche). He aquí su texto: ¡Alah es<br />
máximo! (2 o 4 veces). Atestiguo que no hay dios sino Alah! (2 veces). ¡Atestiguo que Mahoma es el Enviado <strong>de</strong><br />
Alah! (2 veces). ¡Acudid a la oración! (2 veces). ¡Llegaos a la felicidad! (2 veces). ¡Alah es máximo! (2 veces).<br />
¡No hay dios sino Alah! (1 vez). La última palabra: Alah prolonga sus resonancias durante un rato. Esta plegaria<br />
aúna la disposición interior (antes <strong>de</strong> empezar, <strong>de</strong> pie, con la mirada hacia La Meca, se expresa la intención <strong>de</strong><br />
hacer la oración correspondiente), las palabras (transcritas) y los a<strong>de</strong>manes corporales (inclinación <strong>de</strong>l tronco<br />
hasta tocar las rodillas con las palmas <strong>de</strong> las manos, erguirse, arrodillarse, tocar el suelo con la frente y con las<br />
palmas, ben<strong>de</strong>cir a Mahoma y a los musulmanes presentes, si los hay, volviendo la cabeza hacia la <strong>de</strong>recha y hacia<br />
la izquierda, ponerse <strong>de</strong> pie). Los cinco momentos <strong>de</strong> la oración son anunciados por el muecín o almuédano (el<br />
llamador a la oración) <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el alminar o «torre» <strong>de</strong> la mezquita, sustituido ahora por la cinta grabada (en árabe) y<br />
los altavoces. El Corán (62,9) recomienda que los musulmanes participen, el viernes, día sagrado <strong>de</strong> la semana<br />
islámica, en la oración <strong>de</strong>l mediodía, celebrada en la mezquita <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber realizado la ablución en las<br />
fuentes instaladas en el exterior o en el interior <strong>de</strong> la mezquita y tras haberse <strong>de</strong>scalzado. A<strong>de</strong>más escuchan una<br />
alocución <strong>de</strong>l imán o director <strong>de</strong> la oración, que se hace mirando al mihrab, especie <strong>de</strong> nicho en la pared orientada<br />
hacia Oriente (orientado hacia Jerusalén al comienzo, hacia La Meca tras la «traición» <strong>de</strong> las tribus judías <strong>de</strong><br />
Medina). Las mujeres están dispensadas <strong>de</strong> esta oración colectiva, pero pue<strong>de</strong>n hacerla con tal que estén<br />
<strong>de</strong>centemente vestidas y que se sitúen <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los hombres. Mahoma no exige el <strong>de</strong>scanso durante todo el<br />
viernes (día sagrado y <strong>de</strong> la oración entre los musulmanes), sino sólo el requerido para hacer la oración <strong>de</strong>l<br />
mediodía (aproximadamente una hora). A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la oración canónica, común a todos, los musulmanes conocen<br />
diversos tipos <strong>de</strong> oración personal. Sobre todo los sufíes procuran practicar incontables veces cada día la llamada<br />
«recuerdo <strong>de</strong> Alah (dihr)», ya «en el corazón» o interiormente, ya en voz baja, ya en voz alta, ya solos, ya con<br />
otros <strong>de</strong> suerte que a veces caen en trance. Usan bastante una especie <strong>de</strong> rosario, ya citado, para recitar los 100<br />
epítetos o atributos <strong>de</strong> Alah, ya seguidos, ya 100, 500 o más veces cada uno a fin <strong>de</strong> permanecer en presencia y<br />
contemplación <strong>de</strong> Alah, así como imitarle, a veces <strong>de</strong> un modo rutinario, casi mecánico y como medio <strong>de</strong><br />
serenarse.<br />
La limosna<br />
Es una especie <strong>de</strong> impuesto sobre los productos <strong>de</strong>l campo, los frutos, el ganado, el oro y la plata, las<br />
merca<strong>de</strong>rías. Se <strong>de</strong>stina a los pobres y necesitados, la guerra santa, etc. Se llama la limosna prescrita (= zakat). Se<br />
hace una vez al año, una vez cada cosecha. A<strong>de</strong>más, hay la privada o voluntaria (sadaqa), en la cual cada uno da<br />
ún sus recursos y su corazón (dinero, fundación <strong>de</strong> hospitales, etcétera)<br />
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