11.06.2013 Views

LAS RELIGIONES - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

LAS RELIGIONES - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

LAS RELIGIONES - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

No admite la existencia <strong>de</strong>l «alma»<br />

Los budistas no admiten la existencia <strong>de</strong>l alma o <strong>de</strong>l «yo consciente» o como se prefiera llamar al principio vital,<br />

espiritual e inmortal <strong>de</strong>l hombre. Aunque los budistas usan «yo», no es lo que nosotros enten<strong>de</strong>mos por «yo», sino un<br />

mero sonido, pues el «yo» queda disuelto, diluido. Reducen al hombre a un conglomerado <strong>de</strong> cinco agregados, a saber,<br />

«forma material» o corporeidad, que es el único elemento físico (los otros cuatro son mentales), la sensación, las<br />

representaciones o «cognición» (el reconocimiento e interpretación <strong>de</strong> los objetos), la «actividad constructora» (la<br />

directiva <strong>de</strong> las acciones, forjadora <strong>de</strong>l carácter, la voluntad) y la «conciencia». Son los cinco factores <strong>de</strong> la<br />

personalidad. El «yo consciente», el «yomismo», carece <strong>de</strong> realidad objetiva, no existe; es una i<strong>de</strong>a, una <strong>de</strong> las 52<br />

activida<strong>de</strong>s constructoras que integran <strong>de</strong>l 4.° agregado. No hay «pensador» sino «pensamientos», ni «actor/agente»<br />

sino «actos», ni «doliente» sino «dolor» duhkhiano o no (palabras <strong>de</strong> Buddhaghosa, un maestro <strong>de</strong>l s. v d.C., en su obra<br />

Visuddhimagga, ), un conjunto <strong>de</strong> fenómenos bioquímicos y psíquicos en sucesión y cambio continuo a impulsos <strong>de</strong> la<br />

ley cuasi-inercial <strong>de</strong>l karma negativo o positivo. La continuidad perceptible en la vida <strong>de</strong> cada individuo proviene <strong>de</strong><br />

que cada instante está condicionado por el prece<strong>de</strong>nte y por su influjo en el siguiente como por la presión <strong>de</strong>l karma.<br />

El pecado privado <strong>de</strong> la dimensión teologal<br />

El pecado no es ni pue<strong>de</strong> ser la ofensa consciente <strong>de</strong>l hombre contra Dios. El budismo carece <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong><br />

«persona», <strong>de</strong> «Dios» y <strong>de</strong> «Legislador supremo» en el sentido <strong>de</strong> las <strong>de</strong>más religiones en general. El budismo reduce lo<br />

religioso a lo ético, si bien, más que una ética, es una terapéutica <strong>de</strong>l duhkha universal. Pero la causa <strong>de</strong>l duhkha no es<br />

ningún pecado individual ni colectivo, original ni originado, castigados por Alguien superior al hombre. Su raíz se<br />

queda en el terreno antropológico y psicológico: el <strong>de</strong>seo/sed <strong>de</strong> lo sensorial. En consecuencia, su remedio tampoco<br />

viene <strong>de</strong> un Re<strong>de</strong>ntor, sino <strong>de</strong>l hombre mismo, <strong>de</strong> su esfuerzo <strong>de</strong> concentración y <strong>de</strong> vacío mental.<br />

¿Un ateísmo politeísta?<br />

A la pregunta sobre la existencia <strong>de</strong> dioses, Buda contestaba <strong>de</strong> ordinario como a Pasenadi, rey <strong>de</strong> Kósala (situado en el<br />

actual Nepal), con otra pregunta: «¿Por qué preguntas eso?», y permanecía en silencio (M. S. 11, 311-312; Májjhimanikáya<br />

63). No obstante, el budismo, que no cree en Dios ni en lo divino, cree en dioses. Admite 6 clases <strong>de</strong> dioses en el<br />

mundo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo (lo apariencial), 17 en el material e incontables en el inmaterial. Pero lo son sólo <strong>de</strong> nombre y<br />

probablemente por transferencia residual <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el hinduismo. Son superiores a los hombres, pero perece<strong>de</strong>ros como<br />

ellos, no inmortales, ni todopo<strong>de</strong>rosos, ni esencialmente diferentes <strong>de</strong> los mortales; están sometidos a la ley kármica y a<br />

la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> reencarnaciones, e incluso al mismo Buda (Angúttara-nikáya 10,29). Incapaces <strong>de</strong> conce<strong>de</strong>r la<br />

liberación/salvación, ellos mismos la obtienen mediante la aplicación <strong>de</strong> la terapéutica budista. Con ofrendas y<br />

sacrificios se pue<strong>de</strong> conseguir <strong>de</strong> los dioses lo que ellos pue<strong>de</strong>n dar: la riqueza, la primogenitura, el amor o la fama, o<br />

sea, lo que un buen budista no pue<strong>de</strong> pedir ni <strong>de</strong>sear. Por eso, me pareció normal la respuesta <strong>de</strong> un bonzo: «No tengo ni<br />

i<strong>de</strong>a sobre qué pue<strong>de</strong> ser» a mi pregunta sobre cómo concebía a «Dios» (así en singular y con mayúscula inicial). Uno<br />

<strong>de</strong> estos dioses o, con mayor propiedad, un protector <strong>de</strong>l Dharma (un soporte) que ayuda a sus <strong>de</strong>votos o protegidos a<br />

superar los obstáculos: Dorje Shug<strong>de</strong>n acaba <strong>de</strong> provocar una escisión, li<strong>de</strong>rada por Geshe Kelsang Gyatso, cuando el<br />

Dalai Lama repudió oficialmente a ese «dios» por consi<strong>de</strong>rarlo maléfico y responsable <strong>de</strong>l fracaso en la recuperación <strong>de</strong><br />

la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Tíbet. Los a<strong>de</strong>ptos <strong>de</strong> esta escisión, la secta Nueva Tradición Kadampa (unos 3.000), acusan al<br />

Dalai Lama <strong>de</strong> «dictador supersticioso, <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> oráculos y médiums», lo cual es verdad sólo en cuanto a lo<br />

último.<br />

Por tanto, en teoría y según sus escrituras básicas así como <strong>de</strong> acuerdo con la enseñanza oficial, el budismo es<br />

agnóstico. Pero, en la práctica, la realidad vital <strong>de</strong> cada budista no admite una respuesta tan sencilla y categórica.<br />

Ciertamente, en el budismo, el centro está ocupado siempre por el hombre y por su esfuerzo personal, no por la diviniad<br />

ni por un dios <strong>de</strong>terminado, pero los dioses tienen también su importancia, si bien en el plano material, como queda<br />

indicado. A<strong>de</strong>más, al menos para los bien formados, hay realida<strong>de</strong>s (Dharma, Nirvana) que <strong>de</strong> algún modo pue<strong>de</strong>n<br />

compararse con lo Absoluto hindú y, en menor grado, con los que las religiones monoteístas llaman «Dios», si bien<br />

vaciado <strong>de</strong> los rasgos antropomórficos o humanos.<br />

99

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!