LAS RELIGIONES - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
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«Misterio, mlstérlco» y «mística, místico)) tienen la misma<br />
etimología<br />
Cuando el hombre <strong>de</strong> nuestro tiempo oye «misterio, misterioso» piensa, como por necesidad, en lo «oculto, ignoto,<br />
<strong>de</strong>sconocido» e incluso «incognoscible». Ciertamente, éstos son los significados finales y ya <strong>de</strong>sacralizados <strong>de</strong> la<br />
evolución semántica <strong>de</strong> la palabra «misterio», <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> la latina mysterium, como ésta lo es <strong>de</strong>l griego. Pero éste no<br />
es su significado originario. Su componente básico: *my- es una onomatopeya o sonido imitativo <strong>de</strong>l sonido con la boca<br />
cerrada, o casi cerrada, <strong>de</strong>l gemido. Significa «tener cerrados la boca y también los ojos» .( Piénsese en sus <strong>de</strong>rivados:<br />
«miopía, miope», etc. En los misterios el mystés o «iniciado» era el «invi<strong>de</strong>nte», por contraste con el epoptés = «el que<br />
ha visto, vi<strong>de</strong>nte», a saber, el que había superado el tercer grado <strong>de</strong> la iniciación eleusina, etc., su plenitud.)<br />
Aunque resulte paradójico, en los momentos <strong>de</strong> más profunda emoción la palabra más elocuente es el silencio.<br />
Abatidos por el dolor, exultantes por la alegría o dominados por la ira, el amor o por cualquiera otra pasión, somos<br />
incapaces <strong>de</strong> articular palabras con sentido, a lo sumo emitimos gemidos, tal vez gritos, sin más sentido directo que el<br />
emotivo. La modalidad suprema <strong>de</strong> la experimentalis Dei cognitio o «conocimiento experiencial/vivencial <strong>de</strong> Dios», la<br />
<strong>de</strong> los fenómenos místicos, está marcada por la «inefabilidad» o incapacidad <strong>de</strong> ser comunicada a otros. Como al sol, a<br />
Dios sólo se le pue<strong>de</strong> ver a través <strong>de</strong> su misma luz, en y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Dios mismo. Pero quien se acerca <strong>de</strong>masiado al sol o al<br />
Misterio/Luz divino corre el riesgo <strong>de</strong> quedarse invi<strong>de</strong>nte y mudo no por falta, sino por sobra o exceso <strong>de</strong> luz. Es lo que<br />
acaecía en algunos ritos iniciáticos <strong>de</strong> los misterios vigentes en los siglos inmediatamente anteriores y posteriores a<br />
Jesucristo. Por ello, no extraña que el mismo radical se halle en las palabras: «misterio, mistérico, mística, místico», etc.<br />
De ahí también que prefiera usar «religiosidad», más que «religión», al hablar <strong>de</strong> los misterios <strong>de</strong> la antigüedad.<br />
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