LAS RELIGIONES - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
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<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el solsticio <strong>de</strong> verano hasta Navidad dominado por las tinieblas, y su resurgimiento también<br />
progresivo hasta la fiesta <strong>de</strong> S. Juan Bautista se prestó a reemplazar <strong>de</strong> algún modo las valencias<br />
simbólicas y religiosas <strong>de</strong> la también cíclica <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia/muerte, y resurgimiento <strong>de</strong> la vegetación<br />
(alternancia <strong>de</strong>l otoño/invierno y primavera/verano) <strong>de</strong> la religiosidad telúrica.<br />
Los estudios <strong>de</strong> Martín Almagro-Gorbea y <strong>de</strong> P. Bueno-Ramírez han mostrado la importancia <strong>de</strong>l culto <strong>de</strong><br />
los guerreros en la Edad <strong>de</strong>l Bronce, elevados a la categoría <strong>de</strong> semidiós o <strong>de</strong> héroe. Así e incluso<br />
<strong>de</strong>ificados, a mi modo <strong>de</strong> ver, tien<strong>de</strong>n a suplantar a las diosas madres. Aunque así parece ser, sería<br />
interesante precisar si fue en la Edad <strong>de</strong> los Metales cuando se generalizó la figuración <strong>de</strong>l alma en forma<br />
<strong>de</strong> ave, a veces también <strong>de</strong> mariposa, que sale <strong>de</strong>l cuerpo en el instante <strong>de</strong> la muerte, <strong>de</strong> suerte que la<br />
consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la serpiente como sostén <strong>de</strong>l alma fue quedándose en penumbra hasta que <strong>de</strong>sapareció<br />
<strong>de</strong>l todo cuando se impusieron <strong>de</strong> veras las religiones celestes. Durante la Edad <strong>de</strong>l Bronce se acentuó el<br />
culto <strong>de</strong>l agua 41 y<br />
una <strong>de</strong> sus manifestaciones, a saber, las ofrendas a las divinida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los manantiales, lagos, etc. Este<br />
culto sobrevivió durante muchos siglos y milenios e incluso hasta nuestros días, si bien ya secularizada,<br />
folclorizada en unos casos, en otros cristianizada <strong>de</strong> alguna manera sin conseguirlo <strong>de</strong>l todo, por ejemplo: la<br />
creencia popular, que atribuye eficacia genésica, favorecedora <strong>de</strong> la fecundidad humana, al agua <strong>de</strong> los<br />
llamados Lagos <strong>de</strong> S. Vicente, que coexiste con la fe en el milagro operado en Sta. Casilda al bañarse en<br />
ellos (junto al santuario <strong>de</strong> Sta. Casilda en la Bureba, Burgos). Piénsese asimismo en la vinculación <strong>de</strong> las<br />
lagunas <strong>de</strong> Cernégula (Burgos) con las brujas <strong>de</strong> Burgos, Cantabria, etc., región en la que no son raros los<br />
dólmenes. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l toro, el caballo ascien<strong>de</strong> en esta época al puesto <strong>de</strong> honor, en lo religioso (caballos<br />
<strong>de</strong>l carro solar, etc.), también en la agricultura. El caballo, el animal que hizo más rápidas las migraciones<br />
<strong>de</strong> los indoeuropeos y posible su invasión <strong>de</strong> los pueblos indomediterráneos hasta entonces <strong>de</strong> religiosidad<br />
telúrica, o sea, las regiones que se extien<strong>de</strong>n <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Occi<strong>de</strong>nte europeo hasta la India. Pero <strong>de</strong> las<br />
religiones celestes y étnico-políticas se trata en el capítulo siguiente.<br />
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