12.07.2015 Views

Audiencias y pantallas en América - Revista Comunicar

Audiencias y pantallas en América - Revista Comunicar

Audiencias y pantallas en América - Revista Comunicar

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

176<strong>Comunicar</strong>, 30, XV, 2008g<strong>en</strong> del ejercito de su país, y respondió: «No cambi<strong>en</strong>su imag<strong>en</strong>, cambi<strong>en</strong> su realidad». En efecto, si Internetes la imag<strong>en</strong> del mundo de ahí fuera, sería conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>teque empezásemos a plantearnos cambiar nuestrarealidad.Otra v<strong>en</strong>taja de estos medios, de la que los expertoshablan de continuo, es la de su interactividad, comosi fuera ésta una palabra mágica que siempre espositiva. En primer lugar, si interactuamos con algo oalgui<strong>en</strong> que no trabaja correctam<strong>en</strong>te, apr<strong>en</strong>deremosmal. Si apr<strong>en</strong>demos a jugar al ajedrez con qui<strong>en</strong> nosabe jugar al ajedrez lo que apr<strong>en</strong>deremos es un montónde errores que son más perjudiciales que b<strong>en</strong>eficiosos.En segundo lugar, ¿qué <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos por interactividad?,¿la construcción del conocimi<strong>en</strong>to porparte del alumno de forma que participe activam<strong>en</strong>tey no la reciba de forma unidireccional? Un ejemplo deEl zapeo continuo o la navegación errática de Internet g<strong>en</strong>eranuna ansiedad reconocida por todos los psicólogos. Elmundo deja de ser algo que se construye para convertirse <strong>en</strong>algo que se consume. Publicidad continua vertiéndose <strong>en</strong>nuestros ojos y <strong>en</strong> nuestros oídos, todo a una velocidad vertiginosa,deseos de continuar navegando, atisbos de innumerablesbi<strong>en</strong>es, ansias de consumir, no ya objetos, sino información,conocimi<strong>en</strong>tos, imág<strong>en</strong>es... y la frustración consigui<strong>en</strong>teque hace que sus vidas, nuestras vidas, aparezcanpor contraste pobres y anodinas.esta forma de proceder es el uso del popular «recortay pega» que los alumnos –y muchos profesores también–tanto aprecian. Es indudable que estos alumnosya ni siquiera le<strong>en</strong> la información que se expone <strong>en</strong> Internet,como los doc<strong>en</strong>tes reconoc<strong>en</strong> a diario. Si nuestrosalumnos trabajan con un instrum<strong>en</strong>to que no sabep<strong>en</strong>sar –e Internet no sabe hacerlo– es posible queapr<strong>en</strong>dan a no p<strong>en</strong>sar, a dejarse llevar, simplem<strong>en</strong>te,por la información que esté más a mano, la que más seve <strong>en</strong> la multitud de v<strong>en</strong>tanas que constituy<strong>en</strong> Internet.Así es, de hecho, como seleccionamos la informaciónhoy <strong>en</strong> día: elegimos de <strong>en</strong>tre la búsqueda que le hemospedido al ord<strong>en</strong>ador la opción más llamativa.También los adultos dejamos que una máquina que nosabe p<strong>en</strong>sar pi<strong>en</strong>se por nosotros. ¿Es esto interactividad?,¿o es dejación de funciones?Otros peligros de esta mal llamada interactividadson más evid<strong>en</strong>tes. Ahí fuera, <strong>en</strong> un exam<strong>en</strong> de oposicioneso <strong>en</strong> una prueba para un puesto de trabajo, not<strong>en</strong>drán un corrector de ortografía informático ni untraductor ni un procesador que justifique líneas y realicesangrías por ellos. Y sin embargo, la ortografía, ladivisión <strong>en</strong> párrafos y la realización de sangrías son yahabilidades que comi<strong>en</strong>zan a perderse dado que esmás cómodo que el ord<strong>en</strong>ador las haga por nosotros.Y no es malo que sea así..., pero antes deb<strong>en</strong> ser compet<strong>en</strong>ciasque nosotros también t<strong>en</strong>gamos.El último gran b<strong>en</strong>eficio que suele achacarse a losmedios y a las tecnologías es el de su <strong>en</strong>orme poder demotivación, tema al que ya antes he dedicado unaslíneas. Esto, que parece una afirmación segura, no loes tanto. Es verdad que los alumnos quier<strong>en</strong> usar losord<strong>en</strong>adores <strong>en</strong> clase, pero sólo si los utilizamos comoellos quier<strong>en</strong>. A los alumnos noles gustan más las Matemáticasporque les pongamos problemas<strong>en</strong> una pantalla <strong>en</strong> lugarde <strong>en</strong> una pizarra y hagamospres<strong>en</strong>taciones <strong>en</strong> imág<strong>en</strong>escon colores y tipos de letrasque se desvanec<strong>en</strong> sutilm<strong>en</strong>tea ritmo de la última canción demoda, pero sí les gusta más laclase si el profesor les deja navegaro chatear a su aire. Losalumnos que pasan de la asignaturaestán más <strong>en</strong>tret<strong>en</strong>idos,pero ninguno de ellos mejora<strong>en</strong> Matemáticas. Los que nopasan, ati<strong>en</strong>d<strong>en</strong> al cont<strong>en</strong>ido yla forma, y puede ser hasta unadistracción no deseable. Eso sí,es posible que sea más fácil dar la clase, pues los alumnosque g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te molestan no lo hac<strong>en</strong>, pero esobvio que hay maneras más baratas de <strong>en</strong>tret<strong>en</strong>er a losque no quier<strong>en</strong> hacer nada. No obstante –escuchodecir por doquier–, todo esto carece de s<strong>en</strong>tido, puest<strong>en</strong>gan o no t<strong>en</strong>gan los medios y las nuevas tecnologías,las v<strong>en</strong>tajas que algunos expertos señalan y otrosniegan, lo cierto es que es el progreso. Y hay que subirseal carro del progreso, creo, aunque el progresoconsista <strong>en</strong> robar y matar, personas o m<strong>en</strong>tes. He aquíotra afirmación que aceptamos como incuestionable:no podemos det<strong>en</strong>er el progreso. Y sin embargo, int<strong>en</strong>tamosacabar con el efecto invernadero y legislamossobre ing<strong>en</strong>iería g<strong>en</strong>ética. Parece que a veces sípodemos det<strong>en</strong>er el progreso o al m<strong>en</strong>os int<strong>en</strong>tarlocuando <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos que no es deseable.© ISSN: 1134-3478 • Páginas 171-177

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!