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Audiencias y pantallas en América - Revista Comunicar

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182<strong>Comunicar</strong>, 30, XV, 2008Una sociedad que no se quiera dejar manipular debe seruna sociedad formada. Una sociedad <strong>en</strong> constante t<strong>en</strong>siónpara analizar la realidad, seleccionar los medios, descubrirsus estructuras de poder, sus intereses. Convertirse <strong>en</strong> unasociedad crítica, una sociedad que se cuestione el porquéde las cosas.res de opinión o las cifras de audi<strong>en</strong>cia para instalarsus m<strong>en</strong>sajes <strong>en</strong> el subconsci<strong>en</strong>te del receptor erosionandode manera invisible la propia personalidad dequi<strong>en</strong> les recibe.3) Existe una realidad a la que el consumidor demedios de comunicación, no puede escapar. Los mediosde comunicación ti<strong>en</strong><strong>en</strong> acceso a realidades queél no ti<strong>en</strong>e.Por eso «la lectura de medios de comunicación»(tanto pr<strong>en</strong>sa como radio y televisión) necesita de ungran esfuerzo para compr<strong>en</strong>der las claves con las cuálesnos pres<strong>en</strong>tan la realidad.4) Como afirma Michel (1990: 77), «mi lectura delos medios está cargada de emociones, s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos,prejuicios y sesgos ideológicos, pero también constituyeuna búsqueda de verdades verdaderas, de explicaciones,de significado, con el fin de compr<strong>en</strong>der mejorel mundo <strong>en</strong> que vivo».Igual que los medios de comunicación como emisoresdel proceso de comunicación y, por tanto, laparte más activa <strong>en</strong> ese ficticio dialogo informativo, seocupan de conocer a sus receptores para lanzarles susm<strong>en</strong>sajes de la manera más sugestiva y convinc<strong>en</strong>teposible, el receptor ti<strong>en</strong>e la obligación de conocer lascargas afectivas de los medios para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la realidadque seleccionan y <strong>en</strong>vían <strong>en</strong> ese proceso de comunicación.5) La estructura de medios de comunicación, tal ycomo está planteada –el poder informativo <strong>en</strong> manosde unos pocos grupos de comunicación que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> losmismos intereses–, cambia el concepto de verdad, reduciéndoloal mero as<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to colectivo acerca deuna realidad. La verdad no es el reflejo de lo cierto sinoque es la conjunción de una serie de coyunturasque impid<strong>en</strong> al receptor t<strong>en</strong>er un criterio de apreciación.Entre ellas:• Que todos los medios de comunicación digan lomismo. Riesgo: La banalización. A fuerza de recibir lomismo de manera repetida, pierd<strong>en</strong> valor los valoresfundam<strong>en</strong>tales.• La cantidad de personas que son susceptibles deinteresarse por una información. Riesgo: la falta decreatividad. Al ser el receptor un público heterogéneoy disperso pero pot<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te ilimitado (cualquierpersona ti<strong>en</strong>e acceso a la televisión, la radio, el periódicoo Internet), hay que satisfacer a todos de igualmanera para no herir s<strong>en</strong>sibilidades (se ofrece el mismoproducto, <strong>en</strong> este caso la información) lo que despersonalizaal receptor.• La rapidez con que se difunda: la instantaneidades un riesgo que provoca distorsión.• La fragm<strong>en</strong>tación de la actualidad <strong>en</strong> hechosseparados de su contexto. Riesgo: no se reflexiona sobrelo es<strong>en</strong>cial. Como afirma Ramonet (1998: 108-115), «la cascada de noticiasfragm<strong>en</strong>tadas produce <strong>en</strong> el telespectadorextravío y confusión.Las ideologías, los valores,las cre<strong>en</strong>cias se debilitan.Todo parece verdadero y falsoa la vez. Nada parece importante,y esto desarrolla la indifer<strong>en</strong>ciay estimula el escepticismo».• La utilización de mediadores(líderes de opinión) paraaut<strong>en</strong>tificar esa información.La g<strong>en</strong>te es adicta a los líderesde opinión que actúan como condicionantes del medio.Su reconocimi<strong>en</strong>to y prestigio juega a favor de losintereses del medio.• Lo s<strong>en</strong>sacional sobre lo informativo. Puede máslo espectacular –los medios cada vez son más espectáculo–sobre lo ponderado. Riesgo: Se magnifica, seexageran informaciones para llamar la at<strong>en</strong>ción de talmanera que informaciones sin valor social se conviert<strong>en</strong><strong>en</strong> puntos de refer<strong>en</strong>cia de los receptores. Todoello distorsiona el concepto de verdad al que se deb<strong>en</strong>los medios de comunicación <strong>en</strong> el ejercicio de la libertadde expresión; concepto de verdad que debe basarse,como hemos visto al principio, <strong>en</strong> la responsabilidad,reflejando lo cierto, respetando los hechos <strong>en</strong>cuanto reales.Fr<strong>en</strong>te a ese panorama, ¿qué hacer?, ¿cómo lucharcontra la manipulación informativa? Vázquez (1990:45) afirma que «toda comunicación ha de ajustarse ala ley primordial de la verdad, sinceridad y de la honradez.Es la persona la norma y meta <strong>en</strong> el uso de comunicaciónsocial». Y añade, «hay que construir unasociedad a nivel de la persona humana. Una sociedad© ISSN: 1134-3478 • Páginas 179-184

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