vulneración

principal manifestación es el síndrome neurológico grave y permanente
causado por un envenenamiento con mercurio.
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La descripción sintomatológica incluye: desórdenes del Sistema Nervioso
Central, descoordinación en el movimiento de las partes del cuerpo, alteración
sensorial en manos y pies, deterioro de los sentidos de la vista y el
oído, debilidad y, en casos extremos, parálisis y muerte. De acuerdo con
el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (2008), en el
estudio “El problema del mercurio” se establece lo siguiente: “Los primeros
efectos de envenenamiento por metilmercurio en los adultos son síntomas no
específicos como la parestesia, caracterizada por una sensación anormal de los
sentidos o de la sensibilidad general, malestares y visión borrosa. Puede causar
náuseas, falta de apetito, pérdida de peso, dolor abdominal, diarrea, quemaduras
e irritación en la piel, inflamación en las encías y llagas en la boca, así como
babeo”.
De igual forma, es claro que, como ocurre con los casos de intoxicación,
entre mayor es el tiempo de exposición y la concentración de la sustancia
tóxica, mayor es la gravedad del cuadro sintomático, en especial, y como
lo ha analizado la literatura, se agudiza: el adormecimiento y cosquilleo en
los labios, la boca, la lengua, las manos y los pies, se presentan con mayor
frencuencia los temblores y la escasa coordinación, pérdida de la visión y el
oído, pérdida de memoria, cambios en la personalidad, dificultad al respirar
e insuficiencia renal.
Durante la exposición al mercurio elemental, de acuerdo con Olivero, J.
(2012:7), “aproximadamente el 80% se absorbe a través de los pulmones
y desde allí es distribuido a todos los órganos del cuerpo. Al respirarse, el
mercurio elemental puede llegar directamente al cerebro a través de las
células nerviosas del sistema olfatorio. Los órganos principales en donde el
mercurio es acumulado son el cerebro y el riñón”.
Según este artículo existe un tiempo durante el cual la cantidad de mercurio
en el organismo puede disminuirse hasta la mitad de manera natural de
30 a 60 días.