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48<br />

La incursión paramilitar se hizo movilizando entre 150 y 600 hombres en cinco<br />

camiones y carros pequeños, desde el sur del Cesar por la vía que va a Ocaña y<br />

de ahí por la carretera que conduce a Cúcuta pasando por Sardinata y tomando<br />

la “Ye de Astilleros”, para seguir hacia Tibú 53 . Las vías de acceso utilizadas son<br />

carreteras principales de tránsito regular por la que circulan permanentemente<br />

vehículos de transporte de servicio público de pasajeros, de mercancías y de<br />

particulares.<br />

El destino final tenía presencia de Fuerza Pública tanto militar como de policía.<br />

Por ello, la incursión paramilitar tuvo que ser concertada con sectores de la<br />

Fuerza Pública. Los siguientes datos dan una idea del tipo de omisión o apoyo<br />

que pudo haber existido por parte de las fuerzas armadas nacionales:<br />

• La incursión de los paramilitares al Catatumbo fue anunciada por Carlos<br />

Castaño así como la masacre de La Gabarra<br />

En medios periodísticos de la misma época, el arzobispo José de Jesús<br />

Quintero Díaz, hizo llamados de alerta al Gobierno porque era inminente<br />

una masacre en La Gabarra, región que estaba “secuestrada” por las AUC.<br />

Por la misma vía, el Defensor del Pueblo regional, Iván Villamizar Luciani,<br />

y varios pobladores señalaron que el “comandante” Carlos Castaño Gil<br />

hizo presencia en un helicóptero para anunciar sus futuras acciones delictivas<br />

54 .<br />

• Una base militar y un puesto de policía de La Gabarra fueron desmontados<br />

unos meses antes de la llegada de los paramilitares. Una vez ocurridas las<br />

masacres el puesto de policía fue reinstalado con 46 efectivos; no obstante,<br />

ello no se tradujo en acciones de protección de la población ni en persecución<br />

de los paramilitares (Villarraga, 2007: 393).<br />

53 Todas las fuentes coinciden en que el Bloque Norte, antes de entrar al departamento de<br />

Norte de Santander, se quedó en unas fincas ubicadas en los municipios de San Alberto y San<br />

Martín (algunas especifican que eran de propiedad de la familia Prada) (Vicepresidencia de la<br />

República, 2006a: 17, Villarraga, 2007: 391). No obstante, hay divergencias sobre el punto de<br />

partida y el número de paramilitares que entraron en caravana por Ocaña. El Defensor del<br />

Pueblo Regional, Ángel Iván Villamizar Luciani, registra que la incursión fue llevada a cabo por<br />

entre quinientos y seiscientos hombres procedentes del sur de Bolívar (citado por Loingsigh,<br />

2008: 46). La Asociación Minga y la Fundación Progresar informan que fueron cerca de 250<br />

los hombres que hicieron el ataque y que provenían de una base ubicada en el departamento<br />

de Córdoba (Asociación Minga y Fundación Progresar, 2008: 73). El investigador Álvaro Villarraga<br />

habla de 150 paramilitares en seis camiones procedentes del municipio de Tierralta en<br />

Córdoba (s. f., 14 y 60 y 2007: 391).<br />

54 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, Proceso 24448, 12 de septiembre 2007: 81.

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