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La incursión paramilitar se hizo movilizando entre 150 y 600 hombres en cinco<br />
camiones y carros pequeños, desde el sur del Cesar por la vía que va a Ocaña y<br />
de ahí por la carretera que conduce a Cúcuta pasando por Sardinata y tomando<br />
la “Ye de Astilleros”, para seguir hacia Tibú 53 . Las vías de acceso utilizadas son<br />
carreteras principales de tránsito regular por la que circulan permanentemente<br />
vehículos de transporte de servicio público de pasajeros, de mercancías y de<br />
particulares.<br />
El destino final tenía presencia de Fuerza Pública tanto militar como de policía.<br />
Por ello, la incursión paramilitar tuvo que ser concertada con sectores de la<br />
Fuerza Pública. Los siguientes datos dan una idea del tipo de omisión o apoyo<br />
que pudo haber existido por parte de las fuerzas armadas nacionales:<br />
• La incursión de los paramilitares al Catatumbo fue anunciada por Carlos<br />
Castaño así como la masacre de La Gabarra<br />
En medios periodísticos de la misma época, el arzobispo José de Jesús<br />
Quintero Díaz, hizo llamados de alerta al Gobierno porque era inminente<br />
una masacre en La Gabarra, región que estaba “secuestrada” por las AUC.<br />
Por la misma vía, el Defensor del Pueblo regional, Iván Villamizar Luciani,<br />
y varios pobladores señalaron que el “comandante” Carlos Castaño Gil<br />
hizo presencia en un helicóptero para anunciar sus futuras acciones delictivas<br />
54 .<br />
• Una base militar y un puesto de policía de La Gabarra fueron desmontados<br />
unos meses antes de la llegada de los paramilitares. Una vez ocurridas las<br />
masacres el puesto de policía fue reinstalado con 46 efectivos; no obstante,<br />
ello no se tradujo en acciones de protección de la población ni en persecución<br />
de los paramilitares (Villarraga, 2007: 393).<br />
53 Todas las fuentes coinciden en que el Bloque Norte, antes de entrar al departamento de<br />
Norte de Santander, se quedó en unas fincas ubicadas en los municipios de San Alberto y San<br />
Martín (algunas especifican que eran de propiedad de la familia Prada) (Vicepresidencia de la<br />
República, 2006a: 17, Villarraga, 2007: 391). No obstante, hay divergencias sobre el punto de<br />
partida y el número de paramilitares que entraron en caravana por Ocaña. El Defensor del<br />
Pueblo Regional, Ángel Iván Villamizar Luciani, registra que la incursión fue llevada a cabo por<br />
entre quinientos y seiscientos hombres procedentes del sur de Bolívar (citado por Loingsigh,<br />
2008: 46). La Asociación Minga y la Fundación Progresar informan que fueron cerca de 250<br />
los hombres que hicieron el ataque y que provenían de una base ubicada en el departamento<br />
de Córdoba (Asociación Minga y Fundación Progresar, 2008: 73). El investigador Álvaro Villarraga<br />
habla de 150 paramilitares en seis camiones procedentes del municipio de Tierralta en<br />
Córdoba (s. f., 14 y 60 y 2007: 391).<br />
54 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, Proceso 24448, 12 de septiembre 2007: 81.