Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
98<br />
fincas debían informar sobre los trabajadores contratados mediante una lista de<br />
ellos y hacerse responsables de ellos. En caso de conocerse alguna irregularidad<br />
la pena de muerte se le aplicaba tanto al trabajador como al empleador.<br />
Había muchas personas que llegaban (…) para eso se tenía un control (…) y era que<br />
cada quien, dueño de finca, tenía que reportar los trabajadores que tenía y de dónde<br />
eran y él era responsable por sus trabajadores. Es decir, si algún trabajador era un infiltrado<br />
de la policía o de la guerrilla o de algún tipo de cosas, si la organización se daba<br />
cuenta no solamente mataba a la persona sino que también mataba al dueño. Porque lo<br />
que Hernán Giraldo decía era: “Nosotros somos una comunidad y las comunidades se<br />
cuidan entre sí. Entonces, si usted va a traer el enemigo y va a perjudicarme a mí con<br />
el enemigo, mira a ver. No me sirve dentro de la comunidad”.(…) Entonces la gente<br />
ya sabía cuáles eran los trabajadores que tenían, cuántas personas. Y tenía que manejar<br />
cédula en mano, lista en mano, tenía que reportárselo al comandante. “Mi comandante,<br />
mire, tengo estos trabajadores”. “¿Usted responde por ellos?”.“Yo respondo por ellos”.<br />
“Perfecto, entonces váyase a trabajar con ellos”.<br />
También había restricciones de movilidad para la gente que trabajaba con Hernán<br />
Giraldo. Una vez a su servicio le dejaba claro que no podría volver a salir<br />
de la región: “Usted de acá no puede salir. Usted para salir de aquí es muy trabajoso.<br />
Porque acá todo el que viene tiene que quedarse” (testimonio).<br />
Los servicios de inteligencia montados para detectar infiltrados también se utilizaron<br />
para conocer los pormenores de la vida de la gente, de tal suerte que se<br />
sabía a quién se debía controlar o aleccionar. Obtener esa información posibilitaba<br />
además mandar el mensaje de que nada de lo que se hiciera, se le escapa a<br />
el Patrón y de que todos los ámbitos estaban bajo su control, sobre todo la vida<br />
privada de las personas.<br />
La violencia sexual tuvo una utilidad coercitiva bastante alta. No solo permitió<br />
castigar a las mujeres por conductas consideradas reprobables, sino que<br />
también se utilizó para obligar a los hombres cercanos de las posibles víctimas<br />
a que se hicieran presentes allí donde Giraldo los requería y formó parte del<br />
martirio al que se sometía a las mujeres guerrilleras que cayeran en combate.<br />
La recopilación de los casos que a continuación se presentan tiene bastante<br />
relevancia, por cuanto Giraldo ha sido de los pocos paramilitares que hasta el<br />
momento han sido claramente visibilizados por Justicia y Paz, como perpetradores<br />
de violencia sexual. No obstante, los casos develados son los cometidos<br />
contra mujeres menores de edad, que a partir de la violación pasaron a formar<br />
parte de la familia ‘Giraldo’ como esposas y no en pocos casos como madres<br />
de sus hijos, no son los únicos. Otras mujeres, bajo otras circunstancias también<br />
fueron víctimas de violencia sexual. Las narraciones recogidas antes que indicar<br />
que se trató de casos aislados ilustran las circunstancias que dieron lugar a que