ESCATOLOGÍA - Iglesia Reformada
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768 / Teología Sistemática<br />
B. Las culturas cercanas<br />
Habría sido muy extraño que los judíos no tuvieran ninguna doctrina<br />
de la vida futura, ya que los mismos egipcios y babilonios, juntos<br />
con otros contemporáneos, tenían doctrinas elaboradas de la inmortalidad<br />
y de la resurrección. De hecho, frecuentemente explicamos<br />
que la razón de que la enseñanza del Antiguo Testamento acerca<br />
de este tema es muy escasa, es que no querían confundirse con las<br />
ideas comunes entre los pueblos cercanos, ya que éstas estaban entretejidas<br />
con la idolatría. Suponemos que, por esta razón, los escritores<br />
del Antiguo Testamento decidieron solamente asegurar en términos<br />
simples que había una vida futura<br />
C. La evidencia en los Salmos<br />
Hemos estudiado arriba la evidencia en el Salmo 16.10, como interpretado<br />
por Pedro en el día de Pentecostés (Hechos 2.24 y siguientes). Es<br />
claro que David enseñó, y que Pedro lo entendió así: (1) que el alma del<br />
Mesías iba al Seol, y que Su alma no quedaría allí, (2) que el cuerpo del<br />
Mesías no quedaría en el estado de muerte suficiente tiempo para ver la<br />
corrupción, sino que se levantaría de entre los muertos.<br />
Esta esperanza también se expresa en el Salmo 17.15: «En cuanto<br />
a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte<br />
a tu semejanza.» En este versículo, tenemos un paralelo sintético indicando<br />
(1) la esperanza de ver la cara del Señor, que es semejante a<br />
la expresión de Pablo, «partir y estar con Cristo», y (2) lo satisfactorio<br />
y lo completo del estado resucitado, «cuando despierte a tu semejanza»<br />
(Vea 1 Juan 3.2).<br />
El Salmo 73.23-26 es poco claro en la versión Reina Valera.<br />
23 Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de la mano<br />
derecha.<br />
24 Me has guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria.<br />
25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo<br />
en la tierra.<br />
26 Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y<br />
mi porción es Dios para siempre.<br />
Literalmente, el versículo 23 dice: «Y estaré siempre contigo», y<br />
en el contexto, se entiende como una declaración de fe en la inmortalidad.<br />
Los versículos 24 y 25 son claros como están traducidos en la<br />
versión Reina Valera. El versículo 26 no habla específicamente de la<br />
esperanza de una resurrección, pero sí están en armonía con la idea.