ESCATOLOGÍA - Iglesia Reformada
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796 / Teología Sistemática<br />
B. La entrada triunfal<br />
La entrada triunfal de Cristo a la ciudad de Jerusalén también es<br />
una prefigura de Su reino futuro. El relato está incluido en los cuatro<br />
evangelios (Mateo 21.1-11, 14-17; Marcos 11.1-11; Lucas 19.39-<br />
44; Juan 12.12-19). Los cuatro dicen que la multitud gritó con las<br />
palabras del Salmo 118.25,26 (Mateo 21.9; Marcos 11.9,10; Lucas<br />
19.38; Juan 12.13). La palabra “hosana” viene del hebreo, y es una<br />
oración pidiendo salvación. Refleja las palabras traducidas, “sálvanos<br />
ahora”, en la versión española del salmo. Tanto Mateo como<br />
Juan (Mateo 21.5; Juan 12.14,15) afirman que la forma en que Jesús<br />
entró a Jerusalén fue el cumplimiento de la profecía de Zacarías 9.9,<br />
“Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén;<br />
he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando<br />
sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna”. Mateo incluye las palabras,<br />
“he aquí tu rey viene a ti”, y Juan incluye lo mismo, “he aquí<br />
tu rey viene”. Después de la cita del Salmo 118.25,26, Marcos agrega,<br />
“¡Bendito el reino de nuestro padre David!” (Marcos 11.10). Juan<br />
agrega en el mismo contexto, “¡Bendito el que viene en el nombre del<br />
Señor, el Rey de Israel!” (Juan 12.13). Lucas inserta la palabra “rey”<br />
en medio de su referencia al Salmo 118.25,26, “bendito el rey que<br />
viene en el nombre del Señor”.<br />
Así es abundantemente claro que los cuatro evangelios consideran<br />
la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén como una manifestación<br />
de Su dignidad real. Esta majestad es reconocida en términos de la<br />
profecía judía y davídica.<br />
Según los relatos de Mateo y Lucas (Mateo 21.15-17; Lucas<br />
19.39,40), Jesús aceptó francamente las alabanzas reales de la multitud,<br />
incluyendo su interpretación de la profecía de Zacarías 9.9, y<br />
rehusó reprender a los que lo consideraban rey.<br />
Los evangelios sinópticos indican que la purificación del templo<br />
vino poco después de la entrada triunfal. Esta acción simboliza lo<br />
que hará Jesús cuando vuelva. Tal como “enviará el Hijo del Hombre<br />
a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo,<br />
y a los que hacen iniquidad” (Mateo 13.41), así echó del templo<br />
todo lo que era contrario a la adoración verdadera de Dios.<br />
C. Las apariciones simbólicas no son el reino<br />
Debe ser obvio que la transfiguración y la entrada triunfal, con la<br />
purificación del templo, son símbolos del reino futuro, y no el verdadero<br />
comienzo del reino que pedimos en el Padre Nuestro. Cristo no está ejer-