ESCATOLOGÍA - Iglesia Reformada
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La resurrección del cuerpo / 773<br />
Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de<br />
muertos, sino Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis.» Lucas<br />
agrega la frase: «pues para él, todos viven».<br />
Es inútil pretender que vemos hoy en las palabras hebreas citadas<br />
por Jesús (Éxodo 3.6) nada más que una referencia histórica a<br />
los hombres que vivían antes de Moisés. Es obvio que Jesús y sus<br />
contemporáneos vieron más en las palabras de Moisés, y es Jesús a<br />
quien estamos citando. Los tres relatos dicen que los adversarios fueron<br />
silenciados por el argumento de Jesús. Incluso, cuando examinamos<br />
de nuevo las palabras de Moisés en su contexto más amplio, la<br />
conclusión que saca Jesús de ellas parece muy natural.<br />
La pregunta más inquietante para nuestras mentes modernas es:<br />
¿cómo es que el hecho de que Abraham, Isaac, y Jacob estaban vivos<br />
cuando Dios habló a Moisés, comprueba que serán resucitados? La<br />
respuesta es, sin duda, que el corazón del argumento de los saduceos<br />
era que las almas de los muertos no existen sin cuerpo. El hecho de<br />
que estaba vivos cuando Dios habló a Moisés comprueba que sí existían<br />
sin sus cuerpos; y por lo tanto, el argumento principal de los<br />
saduceos en contra de la resurrección es destruido.<br />
D. Juan 11.21-29<br />
Las palabras que Jesús dirigió a Marta mientras Lázaro yacía en la<br />
tumba están muy relacionadas con su respuesta a los saduceos. Jesús<br />
introdujo el tema (Juan 11.23-44) con las palabras: «Tu hermano resucitará»<br />
(v. 23). Marta contestó, como si fuera de conocimiento común: «Yo<br />
sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero» (v. 24).<br />
Las siguientes palabras necesitan más estudio: «Yo soy la resurrección<br />
y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Todo aquel<br />
que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? (vv. 25, 26).<br />
Las palabras «soy la resurrección y la vida», son un ejemplo de<br />
lenguaje figurado que se llama personificación. Obviamente Jesús no<br />
está identificado, de una forma panteísta y numérica, con la resurrección<br />
y la vida. Lo que quiere decir es: «la resurrección y la vida<br />
dependen totalmente de mí, y serán realizadas dentro de mi poder y<br />
de mi esfera de acción». Debemos siempre tener cuidado en evitar la<br />
confusión mística panteísta en los casos de personificación. Me acuerdo<br />
de un defensor de la secta Ciencia Cristiana que insistió, en una<br />
conversación hace años, que, «ya que Dios es amor», entonces «amor<br />
es Dios». Por supuesto que no es así. La frase significa que Dios es la<br />
fuente y el ejemplo vivo de todo amor genuino, y que tal amor sólo se