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Formas de sociabilidad y de relación con el territorio urbano - CIMOP

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128 2ª parte La cultura urbana sevillana. Pautas tradicionales y factores <strong>de</strong> cambio y transformación<br />

129<br />

El crecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad social entre los sevillanos, <strong>con</strong> su <strong>con</strong>siguiente repercusión en los usos <strong>de</strong>l su<strong>el</strong>o y en la propia actividad<br />

inmobiliaria, es especialmente señalada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong>l incremento <strong>de</strong> los precios <strong>de</strong> las viviendas.<br />

C117<br />

Estos problemas no <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> agudizar la sensación <strong>de</strong> vulnerabilidad, <strong>de</strong> precariedad <strong>de</strong> amplios sectores sociales sevillanos y<br />

refuerzan la preocupación tradicional en su cultura urbana a la marginación social, a quedar fuera <strong>de</strong>l “reparto” <strong>de</strong> los beneficios <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sarrollo e<strong>con</strong>ómico.<br />

Estos problemas, en <strong>el</strong> <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> los entrevistados, se expresan en otra <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s cuestiones que más preocupan a la sociedad sevillana<br />

en estos años <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> siglo: la crisis <strong>de</strong> su civilidad, la crisis <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n normativo que ha regido la vida social <strong>de</strong> la ciudad en estas<br />

últimas décadas.<br />

7.1.2. La quiebra <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n moral y normativo tradicional <strong>de</strong> Sevilla<br />

En efecto, en directa <strong>r<strong>el</strong>ación</strong> <strong>con</strong> todo <strong>el</strong> proceso que acabamos brevemente <strong>de</strong> señalar, tanto en sus aspectos positivos <strong>de</strong> crecimiento y<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>urbano</strong>, como en sus aspectos negativos <strong>de</strong> problemas <strong>de</strong> empleo y <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales y territoriales<br />

en la ciudad y en su corona, en los distintos discursos sociales producidos en los grupos y entrevistas surge <strong>con</strong> mucha fuerza la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />

que están haciendo crisis las formas y las normas tradicionales <strong>con</strong> que Sevilla ha abordado y resu<strong>el</strong>to tradicionalmente la cuestión <strong>de</strong> la<br />

cohesión social <strong>de</strong> sus ciudadanos, las formas <strong>de</strong> colaboración entre éstos.<br />

El análisis <strong>de</strong> los discursos producidos en la investigación hace pensar que, <strong>de</strong> la misma forma en que se ha transformado positivamente la<br />

perspectiva <strong>con</strong> que se ha abordado la “naturaleza” en la cultura urbana tradicional <strong>de</strong> Sevilla, también se habrían producido importantes<br />

modificaciones en las normas y leyes sociales implícitas que regulaban hasta ahora <strong>el</strong> funcionamiento <strong>de</strong> la sociedad <strong>de</strong> una forma<br />

r<strong>el</strong>ativamente aceptable para los sevillanos. Al menos a tenor <strong>de</strong> los discursos producidos en la investigación, cabría hablar <strong>de</strong> una “crisis”<br />

<strong>de</strong> las normas, <strong>de</strong> los hábitos, <strong>de</strong> los “mores” que habían generado la eclosión <strong>de</strong> la civilidad, <strong>de</strong> la inmensa riqueza <strong>de</strong> las formas <strong>de</strong><br />

<strong>sociabilidad</strong> propias <strong>de</strong> Sevilla y a las que nos hemos referido en algunos <strong>de</strong> los capítulos iniciales <strong>de</strong>l texto.<br />

En efecto, como venimos analizando, la cultura urbana sevillana tradicionalmente se ha basado en una forma singular <strong>de</strong> articulación<br />

<strong>de</strong> su dimensión <strong>de</strong> “<strong>sociabilidad</strong>” y <strong>de</strong> su dimensión <strong>de</strong> “monumentalidad” en la que la primera dimensión citada ocupaba un pap<strong>el</strong><br />

<strong>de</strong>terminante. Pues bien, en una <strong>r<strong>el</strong>ación</strong> claramente significativa <strong>con</strong> las dimensiones <strong>de</strong> la cultura urbana <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Sevilla, en los<br />

grupos y entrevistas han surgido dos formas expresivas para señalar la citada crisis <strong>de</strong> la “ciudad”:<br />

La “ciudad se estanca”.<br />

La “ciudad se ha ido <strong>de</strong> las manos”.<br />

RG. nº7<br />

Jóvenes 27-35 años<br />

clase mb<br />

barrios periféricos<br />

C117<br />

M Pero te quiero <strong>de</strong>cir que nos estamos distinguiendo<br />

completamente lo que es una sociedad que maneja<br />

muchísimo, muchísimo dinero y los que vivimos como<br />

po<strong>de</strong>mos. Porque digo yo que cuando las <strong>con</strong>structoras se<br />

van allí y están <strong>con</strong>struyendo <strong>con</strong> las calida<strong>de</strong>s que están<br />

<strong>con</strong>struyendo y eso se ven<strong>de</strong> pues ...<br />

H Y pisos <strong>de</strong> un dormitorio o dos.<br />

M Sí, pero que te quiero <strong>de</strong>cir que tú te paseas por allí<br />

y aqu<strong>el</strong>lo está funcionando, vamos, que no es como la<br />

Expo que tú dices, aquí están creciendo las plantas y este<br />

edificio no se le ha dado utilidad. No, no, que aqu<strong>el</strong>lo está<br />

funcionando.<br />

H Si hay gente que está trabajando doce horas y ganan<br />

cien, ciento veinte, es que hay otro que se lo está llevando<br />

calentito. Porque ése que se lo está llevando calentito es <strong>el</strong><br />

que está comprando <strong>el</strong> piso allí.<br />

Esta doble <strong>con</strong>ceptualización <strong>de</strong> la actual situación <strong>de</strong> Sevilla, <strong>de</strong> nuevo y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otra perspectiva, viene a incidir en la doble dimensión <strong>de</strong> la<br />

ciudad a la que nos venimos refiriendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las páginas iniciales <strong>de</strong>l texto: la “ciudad se estanca” se referiría básicamente a la dimensión<br />

material, física <strong>de</strong> la ciudad, mientras que “la ciudad se ha ido <strong>de</strong> las manos” se refiere esencialmente al lado humano y social <strong>de</strong> la ciudad.<br />

El uso <strong>de</strong> la “ciudad se estanca” se realiza en <strong>con</strong>textos discursivos en los que se quiere señalar <strong>el</strong> parón e<strong>con</strong>ómico <strong>de</strong> la ciudad, la ausencia<br />

<strong>de</strong> un crecimiento cuantitativo y cualitativo que resu<strong>el</strong>va los problemas anteriormente citados <strong>de</strong> paro, <strong>de</strong> empleos poco cualificados, etc.<br />

Asimismo, <strong>el</strong> uso <strong>de</strong> “la ciudad se estanca” también se refiere a la supuesta falta <strong>de</strong> ambición <strong>de</strong> hacer en Sevilla las apuestas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />

<strong>urbano</strong> y metropolitano que estarían realizando ciuda<strong>de</strong>s españolas, más o menos próximas a Sevilla en su niv<strong>el</strong> <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, como puedan<br />

ser Bilbao <strong>con</strong> <strong>el</strong> Museo Guggenheim y toda la transformación urbana operada y <strong>con</strong><strong>de</strong>nsada en dicho “símbolo”; como pue<strong>de</strong> ser Valencia<br />

y su apuesta por la Ciudad <strong>de</strong> las Ciencias y otros hitos <strong>urbano</strong>s, etc. De este modo, la “ciudad se estanca” tien<strong>de</strong> a referirse siempre a la<br />

impresión <strong>de</strong> que Sevilla como ciudad metropolitana no estaría creciendo lo suficiente, no estaría dando las pasos a<strong>de</strong>lante que se cree que<br />

<strong>de</strong>bería haber seguido dando tras la Expo.<br />

El uso <strong>de</strong> la “ciudad se ha ido <strong>de</strong> las manos”, que aparentemente <strong>con</strong>tradice la afirmación anterior <strong>de</strong> la “ciudad se estanca”, se inscribe en<br />

otra acepción <strong>de</strong> la ciudad, en su acepción humana y social, en la acepción <strong>de</strong> urbe, <strong>de</strong> civitas, <strong>de</strong> polis, <strong>de</strong> <strong>con</strong>junto <strong>de</strong> reglas morales y<br />

normativas, <strong>de</strong>l <strong>con</strong>junto <strong>de</strong> leyes implícitas que gobiernan <strong>el</strong> buen hacer, <strong>el</strong> buen <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una sociedad-ciudad.<br />

A nuestro juicio, la insistencia y la fuerza <strong>de</strong> la citada expresión “Sevilla se ha ido <strong>de</strong> las manos” es claramente significativa <strong>de</strong> la impresión<br />

que tienen los sevillanos sobre la profunda transformación <strong>de</strong> “su” sociedad. Si la sociedad sevillana i<strong>de</strong>almente 64 se percibía como una<br />

sociedad r<strong>el</strong>ativamente unida, articulada y protegida por toda una serie <strong>de</strong> mecanismos <strong>de</strong> <strong>con</strong>trol social tradicional, la expresión “la<br />

ciudad se ha ido <strong>de</strong> las manos”, señala, cómo para esos mismos sevillanos, su ciudad se está transformando en una sociedad crecientemente<br />

<strong>de</strong>sunida, <strong>de</strong>sigualitaria y <strong>de</strong>sarticulada don<strong>de</strong> los mecanismos <strong>de</strong> cohesión y <strong>de</strong> <strong>con</strong>trol social tradicional (basados, entre otros factores,<br />

en la presencia <strong>de</strong> las fuertes re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>sociabilidad</strong> sevillanas) son insuficientes para canalizar y regular las nuevas problemáticas sociales y<br />

urbanas. Estos mecanismos son ya incapaces <strong>de</strong> proteger la “urbe”, <strong>de</strong> <strong>con</strong>trolar su crecimiento, <strong>de</strong> resolver sus posibles <strong>con</strong>flictos internos<br />

y <strong>de</strong> facilitar su <strong>de</strong>sarrollo más equilibrado hacia <strong>el</strong> futuro.<br />

64. En uno <strong>de</strong> los capítulos iniciales <strong>de</strong>l texto, hemos señalado cómo las formas expresivas, <strong>el</strong> mundo simbólico <strong>de</strong> la cultura urbana sevillana <strong>de</strong>splazaba <strong>el</strong> <strong>con</strong>flicto <strong>de</strong>l primer<br />

plano <strong>de</strong> la vida social y lo transformaba en un proceso <strong>de</strong> integración, <strong>de</strong> emulación entre unas y otras partes <strong>de</strong> la ciudad que acababa reforzando su unidad simbólica.

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